"Los ejes fundamentales del gobierno, más que el Frente Amplio, son el PS y el PC y tironean por imponer su visión"

Para el historiador, Cristián Pérez, no existe el escenario de un PC separado del gobierno o rompiendo con el PS. El “pegamento” del poder es demasiado fuerte y ninguna colectividad puede gobernar sin un pacto amplio, dice.

Pero tampoco es inocuo —añade el profesional del Observatorio Regional de Políticas de Género y Trabajo de la U. de Playa Ancha— que el presidente del partido Comunista, Lautaro Carmona y otros dirigentes apunten a responsabilidades del Gobierno en la prisión de Daniel Jadue, en el despido de Juan Andrés Lagos como asesor del subsecretario Manuel Monsalve (PS) y en el allanamiento en Villa Francia. Tampoco dan igual las diferencias estratégicas en cuestiones como la reforma previsional o la tributaria.

“El PS se constituye en 1933 como una alternativa al PC” y dice que algo similar sucedió con la irrupción del FA a mediados de la década pasada, pero de cara a la exConcertación. “Durante casi 100 años PC y PS han vivido en tensión permanente porque compiten por el mismo electorado; en los 40 y 60 compitieron por sindicatos. Es una dinámica de competir y de necesitarse”, sostiene.

—¿Pero los electorados de cada no están más definidos?

—Es que el PC está cometiendo el mismo error con Boric que el PS en los 70 con Allende, es decir no tener un apoyo nítido, claro y transparente al Presidente. El PS tuvo una posición ambigua por ejemplo, cuando en Concepción crea una asamblea popular con otros partidos, Allende monta en cólera porque necesitaba los votos del Parlamento para sus proyectos. Pero tras el golpe PC y PS se apoyan, se pasan dinero, casas de seguridad... No dejan de tener problema por otras disputas sindicales y el PS fue muy crítico del atentado a Pinochet Los PS gobiernan con Aylwin y los PC quedan fuera. La relación se mantuvo tirante hasta 2006-2008, cuando el PS entregó cupos en la parlamentaria al PC y entran en una era de buenas relaciones hasta ahora.

—Que se tensionan y con un FA que les disputa el electorado.

—La situación es tirante, pero no anormal en la historia. Una hipótesis es que hay un sector del Partido Comunista para el que es fundamental la preservación del partido más que el resultado del Gobierno de Boric Es el PC de la época clandestina, con Lautaro (Carmona) y algunos diputados como Carmen Hertz y Lorena Pizarro. Preservar el partido significa estar siempre vinculados a los sectores sociales que caudillan.

—¿Y cuál es el otro grupo?

—No sé si llamarlos grupos, no creo que estén en fracciones internas, sino que son visiones distintas. La otra visión es de apoyo al Gobierno porque para ellos cómo termine esta administración es fundamental; es demostrar capacidad para gobernar.

Dice que en esa visión, además de las figuras PC que participan del gabinete, como Camila Vallejo, “está Claudia Pascual y cuadros medios en el Gobierno”.

—¿Es el tipo de cuestiones que se echan a andar cuando Carmona le pone el grito en el cielo a Monsalve tras despedir a Juan Andrés Lagos?

—Una persona que trabaja en el Gobierno es gobiernista o no entra. Lautaro transformó en un echo político un hecho menor Es probable que haya, como dice Paulina Vodanovic, una mirada crítica de Carmona en contra la ministra del Interior. Pero no sabemos, porque puede ser que haya una cuestión electoral (Tohá suena como presidenciable).

Lo mayoritario lo encabeza Bachelet

—También hay pegamentos potentes.

—Los ejes fundamentales del gobierno, más que el Frente Amplio, son el PS y el PC y tironean por imponer su visión. No es una cosa personal, es un quehacer. El PC no saldrá del Gobierno y no romperá relaciones con el PS.

—¿En alguna elección no podrían ir en listas separadas?

—Saben bastante bien que cuando están unidos les va mejor. Hay personas que como Fidel Espinoza (senador PS) plantean listas separadas, pero no es mayoritario. Lo mayoritario lo encabeza Bachelet: una amplia unidad desde la izquierda a la DC y eso también es mayoritario en el PC. La tesis de rompimiento de las almas del gobierno no es inminente.

—La historia dice que una vez la Concertación ya gobernó sin el PC, pero el PC no puede gobernar sin esas fuerzas.

—Correcto, pero cuidado, hoy el FA, el PC y el PS se necesitan porque no pueden gobernar solos. Antes había una fuerza de centro que dominaba el escenario, que era la DC y hoy no ¿quién es el centro?

“Un berrinche del PS o del PC no pasa de eso”

—O sea que tensiones, como las provocadas por quiénes son los candidatos en la Metropolitana o en Coquimbo ¿son berrinches no más?

—En el momento del cierre del plazo de inscripción de candidaturas son pragmáticos, se mantienen los berrinches por un tiempo y luego a apoyar a los nominados. Un berrinche del PS o del PC no pasa de eso.

—Pero en otras cuestiones, como el proyecto de pensiones, da la sensación de que Boric cambió producto del ejercicio de gobernar y se ve presionado por un PC que, como dice Carmona, al no tener los votos expresa su punto de vista.

—Carmona es cientista político y al analizar más fríamente chocará con la realidad, que es que ningún proyecto pasará sin que la oposición esté de acuerdo... (Pero hay) una unión en que influyen figuras como Fernando Atria (exPS y uno de los ideólogos del FA), Luis Maira con sus relaciones con Boric, el PS y el PC y el hecho de que militantes y dirigentes del FA son hijos de dirigentes del PS y del PC; los conocieron cuando eran guaguas, niños y entonces eran los tíos y más allá de que tengan su propio partido y visiones, esos afectos se mantienen. Pero lo que más ayuda a mantenerse unidos es la realidad: para vencer a la derecha necesitan unidad.

Y, volviendo a la diferencia respecto de la reforma previsional, subraya: “Sin embargo, el destino del Gobierno está en el tema seguridad y por eso el caso de Villa Francia es más complejo”.

—En el corto plazo le están disparando a las campañas de sus candidatos a alcalde, como la de Irací Hassler, que está jugada por la seguridad.

—Es un error, que se entiende porque en el mundo de izquierda y derechos humanos hay resquemor por episodios como la Operación Huracán o Catrillanca. Y claro, al hacer eso no están ayudando al Gobierno.

—¿Por qué Daniel Núñez dice que hace falta Teillier?

—Una añoranza de una conducción más pragmática. Teillier no intensificaba conflictos secundarios: como exlíder del aparato militar del PC fijaba una meta de negociación y a cualquier cosa anexa que no influyera no le daba importancia. No hacía un conflicto en un vaso de agua, lo que permitió al partido pasar a tener parlamentarios. Carmona viene más de la conducción de Gladys Marín, más confrontacional, de resaltar los puntos del partido. Pero no es dramático.

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