“Siempre existieron las influencias, las conversaciones, los pasillos. Negar eso sería negar la historia del país y del sistema judicial”, señala Fernando Saenger, profesor emérito y uno de los fundadores de la Facultad de Derecho de la Universidad Católica de la Santísima Concepción.

Lo dice al comentar la crisis desatada con los WhatsApp que aparecieron en los celulares incautados al penalista Luis Hermosilla y al exjuez Juan Antonio Poblete, en el marco de los sendos casos en que ambos son investigados.

Dicha mensajería evidenció cómo estos dos abogados gestionaban votos para conseguir nominaciones de notarios, conservadores e incluso miembros de la Corte Suprema. Lo que reflotó el oscuro rol de los operadores o lobistas judiciales.

Saenger agrega que “el tema de Whatsapp es una cuestión técnica, porque antes se podía utilizar el teléfono, el telégrafo, o cualquier medio para poder influir en algo”. Y cuenta que él ya supo de este tipo de tráfico de influencias cuando comenzó a estudiar Derecho. Es decir, antes de iniciar su vida profesional hace 61 años.

“Por prudencia no los voy a identificar, pero hay ministros que fueron designados y llevados inmediatamente a jurar a la Suprema porque había que tener mayoría de votos para alguna cosa”, asegura.

La diferencia es que esta vez las tecnologías desnudan una práctica que antes sólo era comentario de pasillos. Ante ello, y utilizando como puntapié inicial lo revelado en los WhatsApp, La Segunda indagó más en detalle en el mundo de los intermediarios judiciales, consultando a abogados y jueces. Un reporteo que permite identificar a quienes cumplen estos roles en cortes y parlamento, aunque identificando ciertas jerarquías en este opaco sistema de intermediación.

Son quienes con sus amplias redes en esferas de poder logran los votos necesarios para que alguien llegue a un cargo. Se mueven principalmente en las cortes (de apelaciones y Suprema) —donde buscan votos fundamentalmente para designaciones de notarios y conservadores— y en el Senado, donde recolectan apoyo para los candidatos a la Suprema o fiscal nacional.

En este nivel, aparecen Eugenio “Pingüino” González (72) y Luis Hermosilla (67). Dos hombres que no solo comparten este singular oficio de gestor sino que además están de cumpleaños el mismo día: 22 de agosto.

Eugenio González se inició en estas labores en 2001 cuando colaboró con Domingo Kokisch para llegar a la Suprema. Supuestamente participó a petición del magistrado: “Kokisch llamó a González para pedir que armara reuniones con algunos parlamentarios para gestionar respaldo. Fue elegido y la fama de González se propagó”, recogió una nota de El Mostrador de mayo de 2018.

En la cena de Girardi con Abbott —mencionada antes— González también participó.

Según él, lo hizo a petición del entonces senador Guido Girardi y no como operador: “El lobista cobra y yo no he cobrado nunca. Ni he pedido favores”, aseguró en una entrevista con radio ADN en 2018.

—¿Y por qué lo hace?, le consultaron.

—Porque me encanta, porque es un tema de poder y me fascina.

El nombre de González reapareció ahora en los chats descubiertos en el celular del exjuez Poblete. En uno del 6 de marzo de 2020, aparece el exsupremo Lamberto Cisternas pidiéndole a Poblete su voto para Patricia Manríquez (por entonces notaria en San Miguel) que postulaba a notaria en Lo Barnechea.

Aunque Manríquez —quien es pareja de González— no logró ese puesto, a mediados del año pasado fue nombrada titular de la 48ª Notaría de Santiago, ubicada en Las Condes.

Un artículo de La Tercera —del 10 de octubre de 2018— aseguraba que además de Lamberto Cisternas, también González mantenía amistad con Ricardo Blanco, actual presidente de la Corte Suprema.

En lo político además de Girardi, González tiene cercanía con el senador Pedro Araya. De hecho, en marzo de este año, el lobista reapareció en el Congreso el día de la frustrada asunción de Araya como presidente del Senado.

En cambio, en 2020, se enfrentó a otro senador: Felipe Harboe (exPPD), quien —en el proceso de postulación a la Suprema de Raúl Mera— escribió un comentario en un chat de senadores PPD que relacionaba a González con el medio El Periodista. “Pasan aproximadamente 20 minutos y recibo un WhatsApp bastante amenazante de Eugenio González, en el cual me reclama de que yo lo estoy denostando (…) amenazando que él (…) me podía demandar”, contó Harboe a radio Biobío en julio de 2020.

En el caso de Luis Hermosilla, fueron los WhatsApp de su celular los que dejaron en evidencia el rol de operador judicial. De hecho, la comisión especial investigadora sobre eventuales irregularidades en el SII y la CMF en su informe final planteó que el abogado “utilizó a su conveniencia” las falencias que existen actualmente en el sistema político y judicial, especialmente en la designación de altos cargos públicos (...). Además de incidir de manera activa en el nombramiento de altos cargos y magistrados en la Corte Suprema y Cortes de Apelaciones, ratificadas por las declaraciones tanto del ministro (Jean Pierre) Matus como del ministro (Antonio) Ulloa, quien señaló que Hermosilla había sido quien habría influido en su nombramiento”.

Hermosilla también habría gestionado apoyos en el Senado para Ángela Vivanco. La magistrada el 17 de junio —al referirse al WhatsApp que su pareja le mandó al fiscal Carlos Palma y que apareció en el celular del exjuez Poblete— descartó esa versión, no obstante reconoció cercanía: “Conozco hace muchos años a Luis Hermosilla y a su hermano, tengo la mejor opinión de él, y tuve muchas conversaciones con él, pero Luis Hermosilla ni nadie han sido autores de mi postulación. Yo postulé por mérito y afortunadamente apoyó mi postulación”, aseguró en T13.

Hermosilla y González, tienen una amplia red de contactos (parte de ellos se pueden ver en la infografía).

Son magistrados de corte que, en paralelo al ejercicio de su cargo, también juntan votos para postulantes al máximo tribunal o para notarios.

Aquí califica el exjuez Juan Antonio Poblete —actualmente en prisión preventiva acusado por interceptación telefónica ilegal y falsificación de instrumento público (Caso Topógrafo)—. Además de los chats antes mencionados que salieron de su teléfono, hay uno donde interactúa con el expresidente de RN, Mario Desbordes, para solicitar votos para que María Teresa Letelier fuera nombrada como nueva integrante de la Suprema.

En similar calidad de operador que Poblete, está el ministro de la Corte de Apelaciones de Santiago, Antonio Ulloa, quien es citado en un chat entre Poblete y el ministro Mario Carroza y en otra, con el notario Francisco Leiva.

En este nivel, también quedan —según los WhatsApp de Poblete— el exministro Lamberto Cisternas y el supremo Mario Carroza que aparecen pidiéndole votos a Poblete para notarios: Cisternas para la señora de González y Carroza para un candidato a notario en Tierra Amarilla a nombre de Ulloa.

Aquí calzan principalmente abogados que ayudan a los candidatos en algunas partes, del proceso de postulación, porque no necesariamente hay gestión directa con políticos para asegurar votos. Uno de ellos —quien opta por el anonimato— indica que normalmente (y porque se lo pide el candidato) ayuda en el “un diseño estratégico” para enfrentar las candidaturas.

Asimismo, hay otros que son nexos indirectos con el mundo político, pero que en la practica nunca se les ha visto en el Senado.