Johannes Kaiser podría convertirse, por segunda vez, en un dolor de cabeza para la derecha, especialmente para Republicanos.

Su incipiente irrupción en las encuestas como figura presidencial (en febrero anunció su deseo de competir en primarias), su distanciamiento con la tienda de José Antonio Kast -desde donde nació a la vida política- y sus gestiones para conformar el Partido Nacional Libertario lo están posicionando como el líder «a la derecha de la derecha más derecha en Chile».

Multifacético por definición, su historia con Republicanos es tan disruptiva como sus polémicas declaraciones.

Estudió en el Colegio Alemán de Santiago, Villarrica y Temuco. Pasó por la Escuela Militar, viajó por Alemania y Austria antes de crear un canal en Youtube logrando miles de suscriptores. En 2017 se acercó a José Antonio Kast y en 2019 entró a Republicanos, pero renunció dos años después -en medio de la segunda vuelta presidencial donde competía Kast- ante el anuncio de que lo pasarían al Tribunal Supremo por antiguas críticas suyas al sufragio femenino y comentarios misóginos.

En 2021 fue electo diputado y refichó por el partido en septiembre de 2022, pero no duró mucho. Para el plebiscito constitucional de diciembre de 2023 se convirtió en un dolor de cabeza para la tienda que entonces lideraba la convención constitucional. Mientras el partido abogaba por el «A Favor», Kaiser pregonaba que votaría por el «En contra», por lo que fue sancionado aparatándolo de las comisiones legislativas de las cuales formaba parte. A poco andar, en enero de este año, renunció por segunda vez.

“Un outsider en torno a la idea de un sistema roto”

“Se han ido generando incentivos para liderazgos por el lado de la derecha más extrema. Estamos a un año y medio de la presidencial, pero claramente Kaiser va a complicar a Republicanos al conectar con el electorado de la derecha más dura, con los decepcionados con Republicanos que hoy no tienen un liderazgo claro, envalentonados con lo ocurrido con Milei en Argentina y el avance de la derecha radical en Europa”, advierte el analista Marco Moreno, de la U. Central.

Características diferenciadoras tiene. A su estilo frontal y rupturista se suma su discurso antiglobalista, estar a favor de la pena de muerte, ser contrario al aborto y a temas de género, partidario de cerrar la frontera, de reinstalar el servicio militar obligatorio, del libre porte de armas y de endurecer las penas para todo aquel que delinque: “Que el que se robe una gallina, tenga por lo menos una semana de cárcel”, ha dicho.

“Kaiser ya está a la derecha de Kast, tiene espacio para eso y tiempo para juntar las firmas y consolidar sus ideas en un partido. Además, Kast se ha ido desgastando: lleva 8 años en la carrera presidencial y la gente tiende a mirar rostros nuevos que refresquen la política”, dice Moreno. Y advierte: “Kaiser es un candidato outsider que gira en torno a la idea de que este sistema está roto, que no sacamos nada con parcharlo, que lo que hay que hacer es buscar a alguien fuera del sistema y él está disponible”.

Creciendo en encuestas

Los números en las encuestas parecen reforzar esa idea. Aunque Kaiser asegura que en las mediciones internas de los partidos su nombre comenzó a aparecer de manera espontánea en septiembre pasado (“un puntito por aquí, un puntito por allá”), solo el verano de este año “me empezaron a publicar como opción presidencial”.

En febrero figuró en Panel Ciudadano-UDD. Luego en la Cadem y en Activa, aunque siempre con números marginales (menos de un 4%). A fines de mayo, la encuesta Signos/El Mostrador lo situó entre los cinco nombres de quienes serían un buen Presidente para Chile.

“Es cierto que hay que ver si eso será consistente en el tiempo, pero que aparezca no es menor, más si su nombre surge de una pregunta espontánea”, señala Ramón Cavieres, de Activa Research.

“Viendo lo que está pasando en el mundo, donde el concepto libertario ha ganado mucho espacio de la mano de liderazgos fuera de lo tradicional, no hay que mirar esto como algo anecdótico. A Trump hace años se le miraba casi como algo chistoso, lo mismo a Bolsonaro o Milei y mira dónde llegaron”, alerta.

Pero dice que solo participar en una primaria sería negocio para Kaiser: “Es una tremenda plataforma para instalar sus temas. Gana por todos lados”.

Para Axel Callís (TuInfluyes), “el proceso de fragmentación política a la que estábamos acostumbrados en la izquierda, ahora se impone en la derecha. Y Kaiser apuesta a la irrupción en una primaria donde puede ser una sorpresa basado en un electorado que nadie conoce”.

Buscando espaldas

Kaiser reconoce que una vez producido el quiebre con Republicanos, tenía dos opciones. O se quedaba como independiente o empezaba a formar un partido para «tener espaldas» para influir en el sistema político. “Muchas veces no necesitas tener mayoría para gobernar: basta ver al Partido Comunista que no tiene una votación mayoritaria, y pareciera que maneja el país completo”, dice.

Optó por la segunda opción. Ya certificaron cerca de 130 firmas ante notario (entre ellas las de los diputados Gonzalo de la Carrera, Gloria Naveillán y Leonidas Romero) y las llevaron al Servel para iniciar el proceso. “No creo que nos demoremos mucho para constituirnos como partido”, asegura Kaiser.

-¿Cómo van sus encuestas internas?

-Bien, entre 6% y 7%, lo que es muy bueno considerando que estoy en política hace apenas dos años.

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SUS POLEMICAS

l2018: “Tienen una especie de esquizofrenia las mujeres, dejan de ir a trotar al parque por miedo a inmigrantes que las pueden violar, pero siguen votando por los mismos partidos que traen a esa gente (...) tu te preguntas si el derecho a voto (femenino) fue una buena idea”.

l2019: “Que lo escuchen bien en la Suprema. Estaban bien fusilados esa gente en Pisagua”.

l2023: “Si la derecha está en la edad media por oponerse al aborto, entonces la izquierda se encuentra en la antigüedad de Herodes, por pretender asesinar a los niños ya en el vientre de sus madres”.

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“¿La verdad? No hemos tenido tiempo de mirar con detención esto, estamos copados con las municipales”, dicen desde Republicanos. Pero admiten que la irrupción de Kaiser no es algo que les sorprenda.

“Una vez que decide irse del partido, era obvio que iba tomar este rumbo. En la interna, cuando aun estaba aquí, lo veíamos venir porque si bien era disciplinado, frecuentemente manifestaba diferencias importantes... no estaba cómodo”, dicen desde la tienda de Kast.

Aseguran que si bien no lo ven como una amenaza, admiten que “puede revolver el gallinero”, aunque señalan que hay que ver con calma el escenario: “Lo mismo decían del Rojo Edwards... y al final no pasó nada”.

Advierten que hay que ir paso a paso: ver si una vez formado el partido logrará tener “musculatura” como estructura partidaria, si va a logar parlamentarios en la próxima elección, si va a ir en pacto con el Partido Social Cristiano o qué camino tomará.

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