Determiné que se trataba de una negligencia o descuido en el cumplimiento de sus funciones”.

El exfuncionario Zamora corrió detrás de un “determinado manifestante” con el cual “colisiona”.

En el décimo día del juicio oral en contra del excarabinero, Sebastián Zamora, acusado de homicidio frustrado en su grado simple por los fiscales Ximena Chong y Marcela Carrasco de la Fiscalía Centro Norte, tras la caída del adolescente “Anthony” al lecho del río Mapocho el 2 de octubre de 2020, declaró ayer el coronel de carabineros en retiro, Renato Avello, quien se desempeñó como Fiscal de la Fiscalía Administrativa de la Zona Metropolitana de la institución.

Avello fue quien examinó las pruebas en contra de Zamora en un proceso interno, donde se le imputó haber portado una cámara personal el día de los hechos -que no estaba autorizada y que le costó la expulsión de Carabineros- y el “excesivo celo policial” con que actuó, lo que a ojos del exfiscal, produjo la caída del joven esa tarde en el Puente Pío Nono.

Cómo se recopilaron los antecedentes internos en Carabineros

Como es habitual, la presidenta del tribunal, la jueza Patricia Brundl, le explicó al testigo de qué se trataba la declaración, por qué estaba ahí y de manera pedagógica le expuso que no era necesario responder si no recordaba o simplemente si no sabía lo que se le consultaba.

Avello fue el segundo testigo de los fiscales ayer en el estrado. Le respondió las primeras consultas a la fiscal Chong, quien le pidió explicar sus funciones en Carabineros y, a diferencia de otros días, fue directamente a los hechos ocurridos en 2020: les dijo a los tres jueces que la unidad que dirigía se encargaba de, entre otros asuntos, investigar cuando un funcionario policial de la dotación de radio patrullas o de Control y Orden Público (COP) estuviera involucrado en un hecho que ameritara un proceso interno.

El coronel (r) explicó que la indagatoria se inició a solicitud de la Prefectura COP, luego que se supo que el adolescente “Anthony”, hoy de 20 años, había caído al cauce del río luego que el excabo Zamora intentara detenerlo en medio de manifestaciones en esa zona de Plaza Italia.

Avello contó que, como se suele hacer en estos casos, solicitó un certificado del servicio prestado ese día, una copia de la constancia de los hechos, la comunicación que hubo entre los uniformados y otros antecedentes relacionados.

En términos generales, siguió Avello, se citó a los oficiales y a quienes participaron del procedimiento en octubre de 2020. También aseveró que había requerido videos, copias de las comunicaciones radiales de CENCO y los registros de las cámaras del municipio de Santiago y de Providencia.

Respecto a las declaraciones de los funcionarios, hizo hincapié en que Zamora no lo hizo cuando él lo solicitó, por recomendación de su defensa de ese entonces, pues ya estaba formalizado por la fiscalía y enfrentaba un proceso judicial. Por tanto, explicó, adjuntó a su sumario la declaración de Zamora como funcionario aprehensor del parte policial que se generó ese día.

Cabe señalar que Zamora reconoció en estrado que, producto de los nervios de ese día, no había leído el documento con el relato de los hechos. Avello también explicó que en este tipo de procedimientos, los funcionarios de mayor rango, declaraban vía oficio, sin estar obligados a hacerlo de manera presencial.

El excesivo celo policial de Zamora

Según el coronel en retiro, lo del 2 de octubre de 2020 ocurrió en el contexto de un procedimiento donde una cantidad determinada de funcionarios realizaron un “despeje” en el Puente Pío Nono y se movilizaron para detener a los manifestantes que ese día atacaban a Carabineros con piedras. En medio de eso, dijo Avello, Zamora corrió detrás de un “determinado manifestante” con el cual “colisiona”, lo que produjo que cambiara el trayecto del excarabinero y del adolescente desde el lugar dónde se encontraban (cerca de la baranda del puente).

El testigo de Chong y Carrasco siguió con el relato y afirmó que como ambos iban corriendo, salieron proyectados, uno hacia la baranda del puente (Anthony) y el otro (Zamora) hacia el norte, es decir, hacia Bellavista.

Como ha ocurrido con otros testigos, todos al referirse al hecho de la caída, han visto movimientos distintos. No hay, hasta ahora, un testigo o una imagen nítida que confirme la acusación de la fiscalía. Tampoco la defensa, a través de sus preguntas, ha podido establecer fehacientemente lo contrario, aunque aún no ha tenido la oportunidad de presentar sus pruebas.

Avello dijo que según la información que recopiló, los funcionarios que actuaron ese día no pudieron prestarle ayuda a la víctima, pues los manifestantes se habían ido “encima” de los uniformados, lo que terminó con el retiro de ellos del lugar, “no sin antes llamar a los servicios de emergencia” para rescatar al caído.

El exfiscal explicó en el juicio que en el documento que lleva su firma, estableció que Zamora había actuado con “excesivo celo policial”, lo que lo llevó a realizar una detención sin ponderar la fuerza que ejerció y sin considerar el lugar geográfico donde estaba operando y el alto riesgo de una maniobra como esa. “Determiné que se trataba de una negligencia o descuido en el cumplimiento de sus funciones, y le asigné 4 días de arresto”, dijo Avello.

Agregó que Zamora, al momento de la detención, aplicó un medio de inmovilización no acorde al lugar, demostrando falta de pericia.

Cuando se inició el juicio, Zamora a petición de su defensa, respondió cuánto tiempo llevaba en Carabineros y reconoció que tenía nueve meses en la calle y que, hasta ese 2 de octubre, había participado en 50 procedimientos.

La defensa inquirió más detalles del hecho y Avello dijo que la “víctima” intentó evadir la acción policial y que al colisionar trató de zafarse del “agarre” de Zamora para evitar su detención.

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