Cuando se acerca el momento de dejar el mundo laboral es importante evaluar qué modalidad de pensión es la adecuada. En Chile, existen dos opciones: Retiro Programado y Renta Vitalicia (inmediata, diferida o con retiro programado), según la forma de financiamiento y administración de las pensiones.

La renta vitalicia es una de las preferidas de los chilenos, porque asegura un ingreso fijo hasta el fallecimiento del asegurado. Al escoger esta modalidad, explica Florencia Gabrielli, investigadora de la Facultad de Economía y Negocios UDD, el trabajador “le traspasa a la compañía de seguros sus fondos acumulados en la AFP y la compañía de seguros, a cambio, se compromete a pagar un determinado monto mensual (fijo en UF) al pensionado hasta su fallecimiento. Si el pensionado tuviera cónyuge u otro dependiente, después de su muerte esa persona recibiría una fracción del pago que recibía el pensionado”.

La característica esencial de la renta vitalicia es que se trata de un seguro. Así, si la persona vive muchos años, su pensión se mantiene intacta pese a los vaivenes de la economía.

En contrapartida, el pensionado al dejar de ser dueño de sus ahorros cuando compra el seguro, sus familiares no heredan fondos en caso de fallecimiento. Si se contrata una renta vitalicia con un periodo garantizado (hasta 20 años es habitual), en caso de que el pensionado fallezca pronto, sus beneficiarios cobran el monto completo de la pensión hasta el final de ese periodo garantizado.

Para acceder a ella, precisa Manuel Willington, profesor investigador de la Facultad de Economía y Negocios UDD, el requisito es “haber acumulado suficientes fondos para financiar una renta vitalicia inmediata, que sea al menos igual a la pensión básica solidaria de vejez”.

Si bien elegir renta vitalicia por sobre retiro programado depende de cada persona, los académicos de la UDD coinciden en que hay situaciones que pueden inclinar la balanza, como por ejemplo que el trabajador que se pensionará no tenga familia ni a quién dejarle herencia, por lo que tendría poco sentido escoger el retiro programado.

Otra ventaja de las rentas vitalicias es que en su modalidad diferida permite —durante los primeros años (típicamente entre uno y tres)— que el pensionado reciba un ingreso de hasta el doble de lo que será su pensión definitiva, lo que puede ayudarlo en la transición de la vida activa a la pasiva. Este ingreso doble por unos años no es gratis, ya que se financia con una menor pensión en los años subsiguientes.

Con todo, los académicos aconsejan conocer las diferentes opciones en los sitios web de la Superintendencia de Pensiones y de la Comisión para el Mercado Financiero, y el sitio de SCOMP para entender el proceso a seguir para pensionarse.

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El proceso de jubilación puede generar dudas a la hora de determinar qué modalidad de pensión escoger o con qué entidad hacerlo. Conocido el monto ahorrado, se pueden comparar las opciones y elegir según las necesidades de cada persona, sea retiro programado, entregado por las AFP u optar por renta vitalicia administrada por una compañía de seguros de vida.

Contar con la información correcta es clave y por esto, la industria de pensiones tiene el gran desafío de simplificar la información sobre el proceso. Ante esto, Consorcio quiso aportar desde su experiencia en el mercado asegurador y lanzó una guía rápida de educación financiera para personas que buscan pensionarse. La información está en Consorcio.cl/rentas-vitalicias y consiste en seis cápsulas informativas que explican de forma didáctica todo lo necesario para que los usuarios puedan iniciar su proceso de pensión y tomar una decisión sobre las modalidades disponibles, conozcan el funcionamiento de las rentas vitalicias, dónde iniciar los trámites, entre otros.

El gerente corporativo de Desarrollo, Tomás Zavala, asegura que “en Consorcio quisimos ayudar a las personas a informarse de la mejor manera en su proceso de jubilación y así elegir los productos y servicios que realmente requieren”.

Rentas Vitalicias

Comúnmente las personas creen que deben jubilarse directamente en una AFP. Si bien es una opción muy utilizada, también existen otras alternativas, dependiendo de cada situación. La más elegida es la renta vitalicia inmediata, una modalidad que se contrata con una compañía de seguros de vida y que garantiza una pensión constante, en UF y de por vida.

“Las rentas vitalicias son un producto muy valioso por la seguridad y confiabilidad que les da a los pensionados al ser resiliente en periodos de inflación y volatilidad del mercado, asegurando una pensión estable en Unidades de Fomento y otorgando seguridad financiera para los jubilados”, explica Christian Unger, gerente general de Consorcio Seguros.

Consorcio ofrece diversas opciones de renta vitalicia a través de sus compañías Consorcio Seguros Vida y CN Life, las cuales han demostrado una alta calificación de riesgo en la industria aseguradora (AA+) y un bajo nivel de endeudamiento, consolidando una posición de liderazgo en la industria con más de 100 mil pensionados vigentes.

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