Llaman la atención las cifras saludables de crecimiento en cada uno de sus negocios”.

Ewald Stark,BICE Inversiones.

En ese mercado (Brasil), no debería haber guerra de precios para Latam”.

Horacio Herrera,MBI Corredores de Bolsa.

Esta mañana, en la apertura del mercado chileno, las acciones de Latam Airlines lideraban las alzas en bolsa con ganancias de casi 3%, tras presentar sus resultados ayer. Y aunque luego, cerca del medio día, el alza se moderó hasta 1,4%, la acción seguía siendo las más transada de la jornada, mientras los analistas de mercado pronosticaban un buen año para la aerolínea.

Y es que los resultados de ayer fueron sorprendentes. Latam Airlines registró un alza de 18% en sus ingresos hasta los US$3.321 millones en el primer trimestre, y de 113% en utilidades en el mismo periodo, por US$258 millones. El grupo cerró también el trimestre con una posición de liquidez de U$2.951 millones.

“Los resultados sorprendieron un poco al mercado. Llaman la atención las cifras saludables de crecimiento en cada uno de sus negocios, como pasajeros internacionales y factores de ocupación”, dice el analista senior de BICE Inversiones, Ewald Stark.

“Este buen desempeño se explica principalmente por la robusta actividad que experimentó la industria durante la temporada alta en Sudamérica”, explica un informe de BCI Corredores de Bolsa.

“El Ebitda estuvo muy por sobre las estimaciones de consenso”, agrega el gerente de Research de Renta Variable de Credicorp, Rodrigo Godoy.

En el primer trimestre, este indicador -que refleja el beneficio bruto de explotación antes de deducir los gastos financieros- alcanzó los US$774 millones: un crecimiento de 43%.

En tanto que el grupo espera un Ebitda anual ajustado entre US$2.750 millones y US$3.050 millones, “lo que representa un incremento respecto del guidance entregado en diciembre del año pasado, que fue de entre US$2.600 millones y US$2.900 millones”, dijo la empresa en su entrega de resultados.

“El trabajo sistemático del grupo Latam se ha traducido en sólidos y consistentes resultados financieros y operacionales en el primer trimestre, impulsados por la temporada alta de vacaciones, con un tráfico que ya superó los indicadores previos a la pandemia”, señaló el CFO de Latam Airlines Group, Ramiro Alfonsín.

Y es que, según los analistas, Latam ha sabido aprovechar su posición en la industria después de salir del Capítulo 11 de la Ley de Quiebras de los Estados Unidos.

En 2020, la aerolínea se acogió a este proceso de reorganización voluntaria en el país del norte, del que salió a finales de 2022 con un 35% menos de deuda.

“Latam tiene una posición privilegiada para aprovechar el incremento en los niveles de tráfico aéreo que estamos viendo, ya que la empresa pudo renegociar, durante la pandemia, en su proceso de Capítulo 11, muchos contratos, cerrando acuerdos favorables en cuanto a, por ejemplo, flota”, dice Stark del BICE.

“Latam pudo negociar durante la pandemia lo que son probablemente los mejores contratos de aeronaves en el mundo para empresas comparables. Tienes también un mercado de Brasil en el que otra aerolínea está recién entrando a un Capítulo 11: GOL, que lo inició este año. Entonces, en ese mercado no debería haber guerra de precios para Latam”, agrega el analista de Renta Variable de MBI Corredores de Bolsa, Horacio Herrera.

¿Qué viene para la empresa?

En cuanto al futuro, las cosas deberían seguir bien para Latam este año. Proyecciones del Consejo Internacional de Aeropuertos (ACI, por sus siglas en inglés), estiman que 2024 el tráfico aéreo mundial total por fin superará los niveles previos a la pandemia, para seguir incrementándose con fuerza hasta doblar la cifra actual en 2042. Para 2024, el ACI proyecta un tráfico de pasajeros mundial de 9.700 millones.

“Puede que se este viendo un cambio de hábito de consumo, en que se entrega más valor a viajar que antes, lo que por el lado de la demanda puede ser algo sano. Por el lado de la oferta, tienes que las mayorías de compañías que manufacturan aviones están produciendo menos”, señala Herrera.

Godoy, de Credicorp, agrega que para lo que resta del año, también tienen buenas perspectivas “que se confirman con el mejor guidance de la compañía para el año. Eso se sustenta en sólidos yield, ganancias de participación de mercado en brasil, costos bajo control y costo de deuda no flota que en 2025 debiera caer en forma importante”.

LEER MÁS
 

Se necesita un acuerdo político y que quienes están involucrados estén dispuestos a ceder”

“El próximo gobierno y el subsiguiente, salvo que haya una bonanza extraordinaria que no se ve, van a estar muy tensos desde el punto de vista de la situación fiscal y no podrán aumentar el gasto público”. Con esa frase el economista uruguayo y miembro del Consejo Fiscal Autónomo (CFA), Aldo Lema, resume la actual situación financiera del país.

El organismo autónomo y técnico que tiene por objeto contribuir con el manejo responsable de la política fiscal del Gobierno Central, advirtió que no existen espacios para nuevos gastos permanentes en los próximos años si no se aumentan las fuentes de financiamiento también permanentes.

Utilizando una metáfora futbolística, el experto explica que en su último informe el CFA mostró una "tarjeta amarilla". Es decir, no hay margen de error, ya que el país no tiene holguras para enfrentar una crisis económica o un golpe de la magnitud de la pandemia. Además, la Dirección de Presupuestos acaba revelar que la deuda pública alcanzó un 40,7% del PIB en el primer trimestre. El tope, según el CFA, no podría subir del 45%.

-Una de las frases más mencionadas en el informe es "estrés fiscal". ¿Cómo lo define?

-Eso tiene que ver básicamente con las escasas holguras para el crecimiento del gasto público durante los próximos años en un contexto donde no se proyectan aumentos significativos de ingresos estructurales ni tampoco se proyecta un escenario económico muy favorable por el lado de los ingresos efectivos que podría afectar la trayectoria de la deuda pública.

-Ustedes barajan escenarios alternativos duros que puede vivir el país y ponen énfasis en que la falta de acuerdos políticos puede generar más estrés. ¿Por qué?

-Hay un problema transversal al sistema político, a los poderes del Estado, tanto en el Ejecutivo como en el Legislativo y que amerita una solución de consenso. Se requiere un acuerdo político urgente y transversal que garantice que Chile pueda estar en una mejor posición para un escenario desafiante.

-¿Y el escenario alternativo es peor?

-Como escenario alternativo hemos planteado una situación peor. Ocurriría si siguiéramos igual y en la segunda mitad de la década tuviéramos un escenario de mayor estrés, ya sea una mayor demanda de gasto público, una caída de los ingresos, una crisis mundial o si no existiera la recaudación esperada por algunos proyectos que se están planteando para aumentar los ingresos tributarios.

- Bajo la actual situación fiscal, ¿Chile está preparado para una crisis?

-En la medida que pasa el tiempo, la probabilidad de un evento adverso va incrementándose. También, a medida que pasa el tiempo, parecería que se dilata un acuerdo en materia fiscal. Se acumula el tiempo y un proyecto de responsabilidad fiscal no se aprueba, lo que va quitando holguras para enfrentar un evento adverso que pudiera emerger.

-O sea, ¿podemos decir que hay una suerte de vulnerabilidad?

-Es decir, parados de aquí hacia adelante, Chile va a tener una situación bastante diferente a la que tuvo en el pasado si emergiera una crisis global. Primero, porque no tiene los volúmenes de ahorro generados en el pasado a nivel de fondos soberanos. Segundo, la calificación de riesgo y las tasas de interés hoy son mayores y, por lo tanto, las posibilidades de endeudamiento si bien van a estar, van a ser a costos superiores a los que fueron históricamente. Adicionalmente, con el nivel de deuda actual se podría generar una situación de exceso, sobre todo si tuviéramos un shock de magnitud parecida a la crisis financiera de 2008 o 2009 o la pandemia. En ese escenario se podría superar fácilmente el nivel de endeudamiento por sobre el 45% del producto.

La tecla política en el estrés fiscal

Diversas corrientes han planteado un cambio al sistema político. Sin embargo, Lema sostiene que un ajuste de estas características podría dilatarse a diferencia de las presiones de gasto que son inmediatas.

—¿Un cambio en el sistema político podría lograr que la clase política llegue a acuerdos de manera más fluida para mejorar la situación fiscal?

—No soy experto en el tema. Pero hay países que con fragmentación igual logran acuerdos cuando los partidos políticos son muy fuertes. También hay países sin fragmentación que muchas veces toman decisiones equivocadas. Nuestro planteamiento aún considera que entre los líderes políticos y en los partidos hay conciencia de la responsabilidad fiscal.

A su juicio, ¿por qué no se generan acuerdos en Chile?

—Quizás no se ha reflejado en acuerdos recientemente por diferencias desde el punto de vista de los énfasis. Algunos están más orientados a promover ganancias de eficiencia, reducción de gastos, y otros más a alzas de impuestos.

—¿Y cuál es la mejor?

-Desde un punto de vista técnico, el CFA plantea que todas esas medidas son necesarias. Y por lo tanto, cualquiera que esté liderando el país en el futuro va a tener que recurrir a ellas. Va a haber que recurrir a medidas que tengan que ver con ingresos permanentes y aumento de la carga tributaria. Pero también focalizarse en mayor eficiencia, reasignación del gasto, evaluación de programas e incluso cierre de algunos que son regresivos. En evasión también hay mucho por trabajar. Incluso en medidas que busquen reconstruir los fondos soberanos o los activos líquidos, pensando en la enajenación de participaciones societarias en empresas públicas u otras ventas de activos.

Si no hay un acuerdo político, ¿eso podría golpear al próximo Gobierno?

-Eso va a afectar o tocará al partido o líder político que esté gobernando, sea cual sea su partido. En ese sentido, es un llamado de atención a lograr ciertos acuerdos para estar mejor preparados ante esa situación. De lo contrario, podría ocurrir que, en circunstancias adversas, los costos desde el punto de vista social, desde el punto de vista del crecimiento y desde el punto de vista de los ajustes necesarios para encauzar la situación, sean mayores. Por eso, es mejor hacer los ajustes de forma gradual desde ahora.

- ¿A los sectores políticos les cuesta tomar una decisión?

-Se necesita un acuerdo político y que todos quienes están involucrados en esto estén dispuestos a ceder, a sacrificar algo de aprobación a corto plazo en ánimo de que en el mediano plazo el escenario para Chile vaya a ser mejor y probablemente la ciudadanía lo reconozca.

LEER MÁS
 
LEER MÁS