—La Municipalidad de Las Condes contrató a una exsubsecretaria para elaborar contenidos para sus redes sociales —nos cuenta José Tobías Silva esta mañana.

—¿De qué era subsecretaria? —pregunto.

—Fue subsecretaria de Carabineros, después de la Niñez y más tarde fue convencional constituyente —nos dice Sammy Calderón, que también ha trabajado como psicólogo laboral y head hunter.

—Bien. Dos pájaros de un tiro. O tres.

—El contrato es por 34 millones de pesos al año, Jota Jota.

—Por esa plata debería producir para Facebook, Instagram, Twitter y hasta TikTok —propone Walter Alberto, que paga su permiso de circulación en la comuna.

—Hay influencers que ganan eso en un mes, o dos.

—Ni te digo en OnlyFans.

—Creador de contenidos es la profesión del futuro. O del presente.

—Al menos es una salida laboral cuando en tu antigua pega ya no te pescan. Como a Contralorito. O al perro de Boric.

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“Para sostener niveles de crecimiento elevados es fundamental también un incremento de la inversión privada, la que todavía se encuentra rezagada”.

La economía chilena creció un 4,5% durante febrero con relación al año pasado, según elÍndice Mensual de Actividad Económica (Imacec) dado a conocer ayer por el Banco Central. Se trata de la mayor alza de este indicador en casi dos años, y se ubicó en la parte alta del rango de las expectativas que habían anticipado los analistas (que iba desde el 2,3% al 5%). Aún cuando el crecimiento recibió el impulso de bases de comparación menos exigentes y de un día hábil adicional, correspondiente al año bisiesto,sectores como minería (11,5%), industria (5,2%), servicios (3,2%), comercio (2%) y resto de bienes (6,7%) tuvieron desempeños significativamente mejores a los que venían registrando.

El avance en las cifras también impulsó favorablemente las estimaciones de crecimiento para los próximos meses. El banco JP Morgan, por ejemplo, elevó sus proyecciones tanto para el primer semestre(+8%) como para el año completo (entre 2,7% y 2,9% respectivamente). En un rango similar, Santander corrigió su proyección para 2024 de 2,25% a 2,8%. También la Confederación de la Producción y el Comercio (CPC) proyectó un crecimiento económico entre 1,5% y 2,5% para el año en curso, medio punto porcentual por encima de sus estimaciones previas. Se espera que el Banco Central confirme dichas expectativas en su Informe de Política Monetaria (IPoM),que se entrega mañana.

El ministro de Hacienda, Mario Marcel, celebró que el incremento de la actividad haya sido transversal a todos los sectores, y afirmó que las cifras el Imacec confirman que la economía se encuentra en una “etapa de expansión”, la que debiera prolongarse por todo 2024.

Ciertamente es temprano para echar campanas al vuelo. Las cifras de marzo debieran ser más moderadas, aunque sea por el sencillo hecho de que hubo tres días feriados más. Por lo demás, para sostener niveles de crecimiento elevados durante el resto del año es fundamental también un incremento de la inversión privada, la que todavía se encuentra rezagada; ello es particularmente significativo en la construcción, donde se encadenan la contracción en el consumo, las tasas de interés todavía altas y la escasa inversión en el desarrollo de nuevas obras. Sin embargo, economistas independienteshan apuntado que no se trataría de un “veranito de San Juan” sino—como ha dichoJorge Selaive, jefe del departamento de estudios de Scotiabank— de una “genuina y generalizada recuperación sectorial”, vinculada también a la fuerte recuperación en la ejecución de inversión pública y a la disminución de la incertidumbre política.

Si el objetivo es recuperar la inversión privada y con ello volver a tasas de crecimiento más elevadas de manera sostenida, es probable que la llave esté justamente en manos de la política. En ese sentido, si el Gobierno logra evitar que el inicio de un nuevo ciclo electoralaliente proyectos de ley de dudosa racionalidad económica; encamina mejor la tramitación de proyectos de inversión—lo cual requiere de una conducción virtuosa del Ejecutivo y también de una mejora en la calidad de las iniciativas— y se conforma con arreglos modestos pero posibles en pensiones e impuestos, será posible confirmar la luz al final del túnel en la recuperación de la economía y el crecimiento de largo plazo.

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Seguridad privada

Señor Director:

Hace algunos días se viralizó en redes sociales un video que muestra cómo guardias de seguridad de un supermercado en Maipú fueron agredidos física y verbalmente por un grupo de delincuentes, al ser sorprendidos intentado huir con mercadería del establecimiento. El registro deja en evidencia que, pese a que la legislación permite la utilización de equipos de protección personal, hoy estos no son suficientesvpara que los guardias de seguridad puedan enfrentar estas agresiones y retener a quienes cometen delitos en flagrancia.

Considerando el importante avance legislativo que ha significado la reciente aprobación de la Ley 21.659 que regula la actividad de seguridad privada, definiéndole un rol preventivo, coadyuvante y complementario a la seguridad pública, no deja de generarnos cierta preocupación el futuro de sus reglamentos complementarios, que, de acuerdo con el compromiso del Gobierno, debieran estar listos en tres meses.

Uno de estos puntos dice relación con los elementos defensivos y de protección mínimos con los que contarán los guardias de seguridad para defenderse y ejercer su labor. El aumento en el nivel de violencia con que actúan los delincuentes es indiscutible, llegando en muchos casos a utilizar armas de fuego, donde poco y nada pueden hacer los guardias.

Dada la premura de este reglamento y la importancia de las materias que quedan por regularse, como representantes del sector privado nos ponemos a disposición para aportar con nuestra experiencia en todas las instancias en que se nos permita participar, solicitando desde ya que esta situación haga eco en las autoridades y permita generar una normativa que se haga cargo con responsabilidad, promoviendo que esta nueva regulación se convierta en un alivio real al miedo y a la inseguridad que nos afecta a todos.

José Pakomio

Presidente Cámara Nacional de Comercio, Servicios y Turismo

Militares a la calle

Señor Director:

Hace algunos días su medio publicó una nota motivada en la carta de la madre de Carlos Robledo, joven militar condenado a 10 años de cárcel por violencia innecesaria con resultado de muerte en el Estallido Social. En la nota, se copia el siguiente extracto de la sentencia: “El capitán instruyó a los soldados subordinados a su mando abrir ‘fuego' con los fusiles SIG y Galil que portaban, los cuales se encontraban, principalmente, con munición de guerra y, en menor proporción, munición de fogueo, apuntando en dirección a los civiles que se mantenían en el lugar”.

El texto induce a confusión: da la impresión que el capitán hubiera dado la orden de disparar indiscriminadamente balas de guerra contra la población y aquello no fue así. Era 20 de octubre de y el país estaba bajo estado de excepción constitucional. El capitán de Eército José Faúndez recibió el mandato de restablecer el orden público en un sector de La Serena afectado por saqueos y desmanes. Los cerca de 40 soldados que lo acompañaban llevaban sus armas cargadas, primero con munición de fogueo, y luego con munición de guerra. Sabían que ante la orden de abrir fuego debían disparar un solo tiro de fogueo (jamás su munición de guerra) y cada uno de ellos contaba con al menos tres balas de salva. Enfrentado a los disturbios y agresiones, el capitán dio dos veces la orden de disparar. Desgraciadamente, se percutieron tres balas de guerra las que hirieron a dos personas y quitaron la vida de un joven.

El resultado: una verdadera tragedia. No solo para las víctimas, sino también para el capitán Faúndez, el cabo José Arenas y dos soldados conscriptos, Carlos Robledo y Milován Rojas, que han debido soportar las durísimas condenas que recibieron.

Alejandra Cruzat V.

Nos Importan

Calle y urnas

Señor Director .

En democracia son perfectamente compatibles el derecho a manifestarse pacificamente y la participacion electoral.

Marcos A. Ceresuela M.

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