Dueña de nueve clínicas —entre Antofagasta y Puerto Montt— la Asociación Chilena de Seguridad (ACHS), fundada por la Sofofa en 1958, es objeto de una consulta que está analizando el Tribunal de Defensa de la Libre Competencia (TDLC).

Presentada por Andes Salud —controlada por las familias penquistas Imchenestky y Sáenz, con cinco clínicas desde Talca a Puerto Montt—, busca que el tribunal se pronuncie respecto de si el ingreso de la ACHS al negocio de la salud común, es decir, que no está dentro de las prestaciones del seguro de accidentes laborales, contraviene las normas de la libre competencia. La ACHS comenzó a incursionar en esta área en 2021, gracias a planes piloto aprobados por el Ministerio del Trabajo que, en febrero de 2023, entregó una autorización definitiva, lo que motivó la consulta de Andes Salud al TDLC

Diferencias de hasta 47%

Para conocer cómo es la competencia de la ACHS, que no puede lucrar por ley, consultamos a dos grandes clínicas regionales y un centro médico de Santiago.

Revelan que los precios de la ACHS son extremadamente bajos, por lo que tienen dudas que esperan que el TDLC responda.

Un ejemplo son las licitaciones de Fonasa, Servicios de Salud u hospitales públicos para acortar las listas de espera. En la convocatoria más grande de Fonasa, en 2021, compitieron tres clínicas con fines de lucro de la Región de Los Lagos y la ACHS con su Clínica Puerto Montt.

En cirugía general, la ACHS postuló con un precio unitario de $1.485.000 y se inscribió para realizar 221 por mes. La Clínica Puerto Varas ofreció $2.090.000 y se anotó con 54 mensuales. En cirugías de traumatología se repitió el resultado: la ACHS ofreció el menor valor con $2.080.000 versus $2.912.000 de la Clínica Puerto Varas. En otorrinolaringología, nuevamente, la ACHS se impuso con un precio de $1.400.000 frente a $2.604.000 de la Clínica Puerto Varas.

“De las aproximadamente 150 cirugías mensuales entre las tres especialidades a las que postulamos, lo que significaba realizar 1.800 en un año, solo hicimos 100 en un año, ya que cuando el ganador no puede hacerlas todas se adjudica al segundo o tercero de menor valor”, explica Eduardo Urrutia, presidente de la Clínica Puerto Varas. Fundada en 1909 por la colonia alemana, fue adquirida en 2015 por Andrés Navarro (Sonda), Carlos Kubik (histórico exgerente general de Banmédica), Christoph Schiess (Tánica) y Alfonso Peró.

En tratamientos quirúrgicos de tumores benignos, que también se licitaron en 2021, la oferta de la ACHS fue un 24% inferior a la de la Clínica Puerto Varas. En ecografías mamarias y mamografías, la ACHS postuló con valores un 34% y 47% más bajos, respectivamente.

“No ganamos nada. Todos se los llevaron ellos (la ACHS). Están yendo a licitaciones con precios extremadamente bajos. Están contratando médicos en especialidades no asociadas al seguro de accidentes laborales, con sueldos muy generosos y no entendemos por qué”, plantea Urrutia, quien observa que esta mutual está publicitando su nueva imagen corporativa -ACHS Salud- para ofrecer prestaciones fuera del seguro de accidentes laborales.

Más al norte, el Sanatorio Alemán de Concepción compitió con la Clínica del Sur de la ACHS de la misma región por 57 cirugías de mastectomía parcial en una licitación convocada el 29 de diciembrepor el Hospital Guillermo Grant del sistema público.

El sanatorio ofertó $2.479.831 y la ACHS, $1.682.719, es decir, un 32% menos.

“Genera dudas que puedan tener una eficiencia tanto mayor. En esa licitación hubo tres competidores (la tercera fue Andes Salud) y ganó la ACHS por precio”, cuenta Andrés Illanes, gerente general del Sanatorio Alemán, el centro hospitalario más antiguo del país con 126 años y más camas (180) fuera de Santiago, superando a la Clínica del Sur de la ACHS.

Clínica se suma a la consulta

La Clínica Puerto Varas decidió sumarse a la consulta de Andes Salud en el TDLC.

“Estamos revisando los antecedentes con el abogado de la clínica para ver cuáles vamos a incorporar”, anuncia su presidente, Eduardo Urrutia.

Dice que le llama la atención que si participan tres clínicas en una licitación como ocurrió en 2021 (Andes Salud Puerto Montt y la Clínica Alemana de Osorno además de la Clínica Puerto Varas).los precios entre ellas sean bastante similares, aun cuando compitan duramente para ganar, pero que la diferencia con la ACHS sea sustancial.

“No es posible concurrir con precios que, por mi experiencia, están bajo los costos de producir el servicio. Cuando alguien entra a vender bajo el costo o a subsidiar hay que saber cómo es posible. No hay una explicación económica. No es que ellos sean extraordinariamente eficientes y las clínicas privadas con fines de lucro no”, sostiene Urrutia.

“La única explicación que queda es pensar que ellos (la ACHS) tienen otro financiamiento que reciben del seguro de accidentes laborales, por el que las empresas pagan un 0,9% (del sueldo imponible del trabajador), pero entendemos que el promedio es 1,7%. Eso significa que tienen ingresos garantizados”, asegura.

Desde el Sanatorio Alemán, su gerente general, Andrés Illanes, anticipa que “vemos con buenos ojos la consulta, pero aún no hemos resuelto a nivel de directorio si nos hacemos parte”. Fundado por la Corporación Alemana de Beneficencia, el Sanatorio Alemán pasó por una quiebra y el control lo tomaron en 2014 las familias Conrads (Imchalam), Alvarez (Buses Hualpén e Ingeniería Pares & Alvarez) y Kinza Capital (Carlos Marín, Andrés Fuentes y Patricio Fernández).

“No solo ofrecen precios muy bajos en las licitaciones, sino que aparecen con convenios con isapres que tienen copago cero en exámenes caros como resonancias magnéticas”, revela Illanes. Al ser consultado explica que la isapre Nueva Más Vida posee un convenio de este tipo con la Clínica del Sur de Concepción (de la ACHS). “Puedo entender una promoción, pero cuando ves precios bajísimos en licitaciones y descuentos con isapres, te preguntas cómo se financian, cómo cubren sus costos. Queremos que el TDLC investigue, porque podrían haber subsidios cruzados con el seguro de accidentes laborales”, afirma Illanes.

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Con siete centros médicos que ofrecen exámenes, consultas y procedimientos en la Región Metropolitana, la Clínica Astra concentra el 90% de sus atenciones en pacientes Fonasa libre elección. “Compito en traumatología y kinesiología con la ACHS que ofrece nivel 1, el de copago más bajo en Fonasa, cuyos márgenes son menores para el prestador. Si tuviera nivel 1 con seguridad perdería plata. Yo ofrezco nivel 3 (el de copago más alto)”, dice Alvaro Cruz, socio y director de Astra.

Por una sesión de kinesiología, explica, el paciente nivel 3 paga $7.140 y Astra recibe $10.380. La ACHS por el nivel 1 obtiene $6.490 y el paciente paga $3.250. “Tiendo a pensar que todo el personal y la infraestructura (de la ACHS) ya están pagados por el seguro de accidentes laborales y por eso puede ofrecer nivel 1”

Astra debe arrendar un edificio, armar un gimnasio, comprar máquinas, contratar kinesiólogos -enumera Cruz- “que tengo que rentabilizar y la única forma de hacerlo es cobrando nivel 3”.

Por ser una empresa mediana, Astra no se sumará a la consulta en el TDLC, “pero me parece de toda relevancia que se aclare si hay un subsidio cruzado del seguro de accidentes laborales”

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