“Los organismos

que estaban considerados en ayudar siempre en los procesos de evacuación estaban empleados en atender el incendio”. Álvaro Hormazábal,

director nacional de Senapred en T13 el 6 de febrero, explicando por qué la población no fue asistida en su huida.

“Se cambia el nombre de Onemi a Senapred, pero

sigue siendo una institución tremendamente débil en lo técnico”.

Michel D L'Herbe,consultor en gestión de emergencias.

“No quiero echarle la culpa al Senapred;

el sistema que existe (con su suma de organismos)…

en este caso no funcionó bien”.

Rodrigo Ortiz,exsubdirector de gestión del riesgo de Senapred.

“La alerta se lanza a pedido del director regional

y a continuación

con la municipalidad que tiene la afectación”. Ricardo Toro,exdirector nacional de la Onemi y actual consultor privado.

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Con un subrogante en el puesto de jefe regional, el Servicio Nacional de Prevención y Respuesta ante Desastres (Senapred) enfrentó el mayor y más mortífero incendio de Viña del Mar y otras comunas cercanas, el fin de semana que comenzó el 2 de febrero de este año.

No es casualidad. Felipe Estay ya era subrogante desde el 23 de junio de 2023, tres meses después de que asumiera como director nacional del organismo Álvaro Hormazábal López, nombrado por el Presidente Boric vía Alta Dirección Pública.

¿Todo el desastre humano por alarmas de evacuación tardía y una huida caótica es solo responsabilidad de la Municipalidad, a la cual se le cuestiona la validez del plan comunal de emergencia? La Segunda solicitó el martes en la mañana una entrevista con Hormazábal para hablar “respecto de la responsabilidad de Senapred en las debilidades que hubo en el manejo de los incendios”, pero solo recibió una respuesta por escrito que se limita a afirmar que cumplirá con su obvia obligación legal:

“Estamos en condiciones de proporcionar todos los antecedentes para aportar tanto a las diligencias solicitadas por el Ministerio Público, en su investigación ante una eventual arista penal, como también a las auditorías que instruyó el Gobierno a las instituciones encargadas de la respuesta”, se lee.

Donde sí contestaron fue en la Contraloría, organismo que informó que iniciará una auditoría administrativa no solo en la municipalidad, sino también en organismos directamente involucrados, incluyendo Senapred.

“Cuando asumió como contralora interina, Dorothy Pérez dijo que una de sus prioridades sería el tema de incendios y ofició a Senapred y Conaf —entre otros cuatro organismos— para que informaran qué estaban haciendo al respecto. Sobre incendio en la V Región, en la madrugada del 3 de febrero el Gobierno decretó Estado de Catástrofe y a las 03:30 horas la contralora tomó de razón. Es prioridad. Ahora Contraloría está recopilando información y pedirá más, pero, tal como se hizo en pandemia, la auditoría se hará después, para no estorbar en momentos de emergencia inmediata”, señalan.

Mala prevención

La investigación de la fiscalía y las que luego instruirán en Contraloría y tal vez en el Congreso, tendrán que dilucidar una serie de responsabilidades cruzadas, especialmente entre tres organismos que se están tirando la pelota: Conaf, la Municipalidad de Viña de Mar y Senapred.

Una semana antes de los incendios, Conaf afirmaba que nunca había estado mejor preparada para enfrentar el fuego y todo se le escapó de las manos. La Municipalidad debía tener un plan comunal de emergencias, que está en cuestión, porque la alcaldesa dice que es válido, pero Senapred lo rechazó por plagio (hay un funcionario sumariado por eso, según informó Ciper). Y la Senapred debía velar por coordinar las “capacidades” para hacer realidad la prevención y más allá de hacer algunas representaciones, lo que sucedió habla por sí solo de sus resultados.

Rodrigo Ortiz, Ex Subdirector de Gestión del Riesgo de Senapred (y antes de la Onemi) refrenda que el servicio “es el organismo que tiene que coordinar todas las capacidades de los organismos del sistema para poder implementar los instrumentos de gestión. No es el Senapred el que anda construyendo, sí concibe planes a nivel regional y provincial”.

—Viendo los resultados, ¿cómo anduvo la coordinación del Senapred?

—No quiero echarle la culpa al Senapred, sino que digo que el sistema que existe, con una nueva ley e instrumentos que tienen que ponerse en práctica, bueno, en este caso no funcionó bien, porque hay 131 muertos.

Sí aclara que a nivel de prevención, el plan comunal —ese que se discute su mera existencia— tiene mucha responsabilidad.

Pero el asunto es que la coordinación falló. La Municipalidad envió el 10 de octubre de 2023 un oficio pidiendo ayuda al Senapred regional —tiene timbre de “recibido”—, solicitándole “prestar apoyo o bien gestionarlo en cuanto a maquinaria y personal” para realizar cortafuegos y desmalezado, entre otras labores.

Senapred no respondió, asegura la Municipalidad a “La Segunda”.

“Se cambia el nombre de Onemi a Senapred, pero el modelo de gestión sigue siendo el mismo y, por lo tanto, sigue siendo una institución tremendamente débil en lo técnico”, dice el experto en emergencias, Michel De L'Herbe.

Añade que el problema estructural es “exigir a los municipios tener un plan de emergencia en un país donde sabemos que tienen escasos recursos y no tienen las competencias instaladas” y añade que Senapred —que tiene la función de supervisar los planes comunales de emergencia y su implementación— y otros organismos no fueron capaces de levantar el tema como correspondía: “No hubo una voz de alerta de alguna de las instituciones respecto de que los planes no estaban siendo realizados”.

De hecho, Senapred estaba llevando a cabo una tercera revisión del plan para Viña del Mar el 30 de enero de este año.

Y si de planes desactualizados se trata, desde que era Onemi —lo que continuó con la ley que crea el Senapred— los planes nacionales de emergencia se revisaban y actualizaban cada dos años vía decreto supremo del director, periodicidad dispuesta en la ley 21.364. Según la página web del organismo, la última vez que eso se hizo fue el 4 de febrero de 2020, con Ricardo Toro, quien sustituyó el plan nacional contra incendios forestales vigente desde 2018. En los cuatro años siguientes a 2020, nada, aunque la regional de Valparaíso hizo una actualización local en 2023.

Volviendo al caso de Viña del Mar y la prevención, la población en los cerros tampoco tenía claridad de las rutas de escape antes de que comenzara el siniestro. No solo la Municipalidad no realizó campañas informativas en esos lugares, según los pobladores, sino que además el presupuesto que tiene Senapred para eso es paupérrimo: “Tiene un poco más de 80 millones de pesos para organizar entrenamiento comunitario a nivel nacional anualmente”, sostiene De L'Herbe.

Pésima respuesta

Y si la prevención fue mala, la respuesta de cara a la población fue peor.

El principal foco, el de Peñuelas, comenzó alrededor del medio día del 2 de febrero. A las 12:50 el Senapred activó “alarma roja”; a las 13:29 Conaf habló de un “comportamiento extremo y generación de pavesas (material incandescente que viaja por el aire)” y se instaló un puesto de mando.

A pesar del fuerte viento y las pavesas, la población no tuvo oportunidad de preparar una huida, porque a las 14:10 horas el director regional subrogante de la oficina de Senapred de Valparaíso, Felipe Estay, comunicaba que el incendio era “sin peligro a viviendas”.

“No hay ningún tipo de riesgo por ahora de afectación de viviendas”, reforzó a las 14:52 la delegada presidencial subrogante de Valparaíso, Paula Gutiérrez.

Y lo demás es una trágica historia, aunque algunos poblados fueron evacuados antes, muchos otros fueron alertados con las llamas encima, como el sector del Olivar, donde los testimonios dicen que el fuego arribó alrededor de las 19:00 horas, mientras que la orden de evacuar vía SAE fue enviada recién a las 18:41. Filas de autos quemados, con cuerpos en ellos dan cuenta del caos vivido.

El exdirector de Senapred, Ricardo Toro, apunta más a las responsabilidades de los mandos locales. “Generadas las condiciones, el director regional (el subrogante) avisa al municipio con posibilidad de afectación activar la evacuación y solicita al nivel central el envío del SAE. Al Director Nacional no le corresponde actuar directamente en esta instancia. Todo comienza desde los niveles inferiores y se implica en la medida que la emergencia crece”.

Rodrigo Ortiz va en la misma línea, al sostener que “tiene que haber una coordinación… Hay un funcionario técnico en el territorio que dice que va a llegar el fuego y tiene que dar la alerta”.

—¿De qué organismo es ese funcionario que dice “dé la alerta”?

—Ahí está Conaf, el comunal de la municipalidad, bomberos, aunque está para apagar el fuego. Conaf tiene toda su tecnología para saber para dónde va el fuego.

Sin embargo, cuando creció la emergencia y Viña del Mar y Quilpué estaban en peligro, no hubo organización para salvar a la gente.

Ante ello, el 6 de febrero Hormazábal en T13 dijo que “los mensajes de evacuación son mensajes de refuerzo” y añadió que “los organismos que estaban considerados en ayudar siempre en los procesos de evacuación estaban empleados en atender el incendio”.

En otras palabras, la población quedó sin ayuda.

“Cuando Senapred decide apretar el botón para enviar la alerta de evacuación, debe haber acordado con los organismos tácticos, Bomberos, por ejemplo, cuáles van a ser las vías de evacuación. Que en función de una prognosis que el táctico tenga del (avance del) incendio, me diga en cuánto tiempo esa vía estará disponible o liberada, sino para buscar otra. Luego hay que pedir un monitoreo de esa o esas vías de evacuación, para lo cual se necesita aviones de monitoreo”, dice De L'Herbe.

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