Zalaquett no es el mejor actor para volverse un puente. No sé qué le pudo ver el Gobierno”.

Ignacio Imas, Imaginacción

¿Eran solo 6 los ministros que habían participado de las polémicas reuniones con el mundo privado en la casa del exalcalde Pablo Zalaquett? La duda rondaba desde fines de diciembre —cuando el Ejecutivo confirmó que además del encuentro de Nicolás Grau y Maisa Rojas (Medio Ambiente) con salmoneras, habían participado de otros Carolina Tohá (Interior), Alberto van Klaveren (RR.EE.), Esteban Valenzuela (Agricultura) y Jeannette Jara (Trabajo), esta última con ejecutivos de las AFP mientras se tramita la reforma de pensiones—, y hoy estuvo a punto de sumarse un séptimo ministro: según pudo indagar La Segunda con personas cercanas a la organización de los encuentros, otro ministro invitado a los cheese & wine del exedil fue Mario Marcel (Hacienda), cuya cita se concretaría hoy lunes y que fue suspendida por el escándalo que se generó tras la publicación de Ciper.

Consultados al cierre de esta edición, desde Hacienda respondieron que no se podían referir al tema, pues el ministro se encontraba en una conferencia de prensa.

¿Cuánto pesa Zalaquett en el mundo del lobby?

Cuando ya van 10 días desde que estalló la polémica con la primera publicación sobre la reunión de Grau y Rojas con las salmoneras, y el episodio ya fue incluso cuestionado desde el propio Frente Amplio —donde el diputado Gonzalo Winter dijo que las citas debieron ser en horario laboral y en una oficina—, la interrogante que ha inquietado al oficialismo, más allá del debate de si la cena debía registrarse en la plataforma de Lobby o de lo controvertido del personaje (en el caso Penta-SQM Zalaquett fue procesado por delito tributario, pero se suspendió la causa tras llegar a un acuerdo por $40 millones), apunta a por qué razones el Gobierno llegó a pensar que Zalaquett podía resultar un puente con llegada suficiente en el mundo empresarial, al punto de aceptar ir a los cócteles con quesos y picoteos.

“Es torpe, no es con Zalaquett con quien vas a destrabar la reforma de pensiones”, dicen, mientras que desde el mundo del lobby y gestión de intereses aseguran que consultora PZ, de Zalaquett, “no tiene demasiados clientes, pero asesora a ciertas personas influyentes”; por ejemplo, Rodrigo Sarquis, dueño de la pesquera Blumar, expresidente de la Sociedad Nacional de Pesca y miembro del directorio de la pesquera Exalmar, a la cual se ha vinculado a sociedades del expresidente Piñera. Sarquis, quien es primo de Zalaquett y estuvo involucrado en las indagatorias de financiamiento irregular de las pesqueras a la política, estuvo en la comida con Grau, luego de la cual el Gobierno presentó la nueva Ley de Pesca 3 semanas después.

“No sé qué vieron en Zalaquett, no me cabe en la cabeza cómo una autoridad puede poner en su agenda una ida a comer donde Zalaquett, no lo necesitas para dialogar”, dice el sociólogo y consultor Axel Callís, explicando que “el Gobierno tiene 2 mil maneras de conectarse con el empresariado: viajes de delegaciones a China o San Francisco en las cuales se conversa entre empresarios y el Gobierno, en el avión ya van juntos; cuando el mundo académico o privado invitan a eventos; o sentarse en la cafetería del Congreso cuando los stakeholders van a las comisiones”.

En la misma línea, desde Imaginacción, su gerente de Asuntos Públicos, Ignacio Imas, apunta: “No sé qué le pudo ver a Zalaquett el Gobierno, tal vez estaba en el momento exacto y con las personas exactas. El Gobierno y esta dirigencia hicieron su relato respecto a ser críticos con la institucionalidad y prácticas que condenaron. Por lo tanto, Zalaquett no es el mejor actor para volverse un puente. Ahora ya no les queda mucha escala moral, el tejado de vidrio es evidente”, dice, añadiendo que hubo un evidente “error de cálculo” de los ministros. “No evaluaron las consecuencias”, dice.

El error de cálculo también lo reforzó el exdiputado Renato Garín (exRD), en radio Bíobío. “Recurren a políticos retirados de derecha vinculados con algunos grupos económicos para que le hagan puente, con cierta desesperación, porque Grau y compañía para llegar a la casa de Zalaquett, ¡es porque están desesperados! Recurren al circuito extrainstitucional porque las instituciones no les sirven”, explica, ahondando en el giro del FA. “Cambian los sujetos, pero el circuito extrainstitucional sigue operando”, lo que resulta “contradictorio respecto a lo que el FA decía”, recordando que Vlado Mirosevic se enfrentaba al lobby de Microsoft, “Giorgio (Jackson) tenía el tema de las farmacéuticas (...) y por supuesto el Presidente, cuando era diputado fue un firme contradictor de Enrique Correa, de Eugenio Tironi y de Cristina Bitar”.

Y concluyó: “¿Pero qué pasa? Que llegan al Gobierno, el Estado tiene una dinámica, que incluye a las oficinas de lobby. Entonces, Boric tiene que trabajar con Tironi, porque resulta es el experto comunicacional del litio”. También entró al debate el expresidente del Consejo para la Transparencia, Raúl Urrutia. “Seguramente el Gobierno vio en él la posibilidad de realizar contactos con sectores a los cuales ellos no tienen llegada. Realizar una comida pareciera ser que no requiere cumplir con la Ley del Lobby, pero si van empresarios dedicados a la pesca y el ministro de Economía, es indudable que existe la percepción de que van a tratar temas que deben ser dados a conocer a la opinión pública”, afirma, por lo que creía mejor registrar la cita por lobby.

“Estrategia errática” del Gobierno

Otra crítica en el oficialismo apunta a que no exista un diseño claro de aproximación estructurada al mundo privado, que permitió que Zalaquett “se colara” en la agenda; duda que se acrecentó con la explicación de Boric de un mandato a sus ministros de “dialogar hasta que duela” sin una instrucción específica —afirman fuentes del oficialismo—, y con el que ministros argumenten que no se debían registrar las reuniones porque se abordaron asuntos en forma general, y que la ley no sería precisa.

“Desde el Presidente para abajo en el Gobierno han desvirtuado por completo la noción de lobby o relaciones público-privadas. Contamos con una Ley de Lobby que, a pesar de sus deficiencias, impone la obligación a las autoridades de hacer públicas sus audiencias. Este requisito fue completamente pasado por alto por todos los participantes. Es una cuestión mínima, con el fin de evitar exponerse posteriormente a situaciones incómodas y no incurrir en faltas a la ley”, dice Imas, añadiendo que “la estrategia del Gobierno para establecer vínculos con el sector privado ha sido deficiente desde el principio. Inicialmente, se percibía una completa reticencia; y en la actualidad, parece no sólo deficiente sino también errática. Parecen sentirse más cómodos al reunirse con el empresariado en contextos no transparentes, evitando el escrutinio de sus sectores más identitarios”.

De todos modos, asesores de autoridades añaden que el Ejecutivo ha utilizado otros canales: además de audiencias formales por lobby, dan como ejemplo el nombramiento de Andrea Tokman, economista jefe de Quiñenco (del grupo Luksic) en el comité de expertos para el pacto fiscal.

Callís añade: “Esto del Gobierno de apelar a la leguleyada es absurdo, si los que venían con superioridad moral más allá de la leguleyada eran ellos”.

La ganancia para Zalaquett

Para algunos de los consultados, el que gana finalmente es Zalaquett, quien se posiciona con los empresarios (y con potenciales clientes) como un actor con llegada en el Gobierno, pese a que sus puentes originales eran escasos. En ese último punto, afirman varias fuentes conocedoras de cómo se organizaron los encuentros, fue clave la colaboración que tuvo del exdiputado PPD Jorge Insunza, quien le ayudó a contactar a varios de los ministros y parlamentarios que asistieron; a algunos, eso sí, los contactó directo Zalaquett, como a Tohá. “Esto tiene una historia de 30 años donde los políticos profesionales desarrollan un capital social, ese capital social lo venden a las empresas, en formato de reuniones. Entonces lo interesante es quién le paga a Zalaquett por qué lo hace. ¿O lo hace por la buena onda? Yo no creo. Lo que está haciendo Zalaquett es lo de gestores de interés privado que conectan a grupos económicos con la plana política del FA y el PC”, explicó Garín.

Algunos participantes de las reuniones han contado en privado que pagaron una “membresía” por asistir a las reuniones, aunque 2 fuentes del entorno de Zalaquett lo niegan al ser consultadas por este diario.

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Durante el gobierno de Gabriel Boric, Pablo Zalaquett solo ha registrado dos actividades por Ley de Lobby: en una participó como lobista, mientras que en otra fue solo asistente.

Los encuentros se realizaron el 27 enero y 20 de julio del 2023. En ambas reuniones se junto con la alcaldesa de Vitacura Camila Merino. En la primera, para presentar los productos de ADCLEAN SPA, empresa de limpieza que busca ser amigable con el medio ambiente, y los beneficios que traerían a la municipalidad y a sus vecinos.

En la segunda cita, Zalaquett ejerció como lobista, trabajando para Asesorías, Inversiones e Importaciones PZ SPA.

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