“Sería un

retroceso gigante implementar las medidas anunciadas por la rectora de la U. de Chile, de revisar cuán apropiados o no son los temas que se investigan”.

Es doctor en Filosofía, especializado en filosofía política, moral y ética. Y, a propósito del revuelo que han causado dos tesis presentadas en la U. de Chile para optar a grado de magíster y licenciatura a las que se les acusa de promover la pedofilia, el académico de Artes Liberales de la U. Adolfo Ibáñez, Daniel Loewe, puso una pausa en la discusión al preguntar dónde queda la libertad de investigación.

“Una diferencia entre los monasterios y las universidades (las de verdad) es que estas deben estar abiertas al enfrentamiento abierto con cualquier idea. Y esto incluye las malas, las erradas, las inmorales, las de mal gusto, las groseras y las estúpidas”, escribió esta semana en una carta en El Mercurio.

Dice que, en este caso, el cuestionamiento casi transversal de que la pedofilia se aborde en una investigación universitaria no le resulta sorprendente: “Los tiempos actuales se caracterizan por una especie de recelo moral de la indignación extrema que hace que todo lo que se aleje de los cánones sea inmediatamente condenado o llevado a la prescripción más absoluta. No solo el producto, también los creadores del producto. Lo que sí me extraña es que esto ocurra dentro del mundo académico, porque ellos saben mejor que nadie que lo que garantiza su propio trabajo es la libertad de investigación”.

“Suficientemente extensiva”

-Aquí se acusa que ambas tesis promueven la pedofilia ¿La investigación teórica no requiere bordes éticos?

-La investigación empírica efectivamente requiere bordes éticos y debe responder a ciertas exigencias que implica en el caso de los seres humanos no violar su dignidad, pero en el caso de las investigaciones puramente teóricas tan propias de las humanidades, lo que debe estar presente es un espacio donde primen buenos argumentos, los que deben ser evaluados en su propio mérito. Esto quiere decir que en principio cualquier tema, incluso la exaltación de la pedofilia, puede ser tema de investigación. La libertad de investigación debe ser suficientemente extensiva para abarcar una serie de temas, aunque sean inmorales, aunque sean estúpidos, aunque sean ilegales. En las ciencias sociales es imposible hacer trabajos que no impliquen posicionamientos normativos. Pero otra cosa es el modo de evaluar ese trabajo usando las herramientas propias de la disciplina en cuestión.

-Entonces la investigación teórica, pese a agendas civilizatorias por todos consensuados, ¿no tiene bordes éticos?

-Si tomásemos en serio que los patrones éticos de la investigación empírica también aplican al aspecto teórico, no solamente sacaríamos más de la mitad de las creaciones intelectuales de nuestra tradición, si no que impediríamos una serie de investigaciones. Eso es ridículo.

Elefante en la habitación

-El problema entonces no es el tema a tocar, si no la calidad académica del trabajo.

-Si una tesis que trata un tema polémico, por ejemplo ensalzando la pedofilia, resulta ser una muy mala tesis porque está muy mal argumentada, la sanción universitaria es una muy mala evaluación, incluso puede ser reprobada. Esa es la forma en cómo las universidades aportan a la sociedad. Todo lo demás es simple moralina.

-Pero cuando la dedicatoria de una de las tesis normaliza la pedofilia...

-No he leído las tesis, por lo que no puedo hablar de su contenido. Lo que está en cuestión acá no es el límite ético de la investigación teórica, lo que está en cuestión acá es la calidad del trabajo resultante, que implica entre otras cosas rigurosidad académica, capacidad argumentativa, uso correcto de las fuentes, un panorama de la discusión...Y si ese trabajo resultante es extremadamente malo, como muchos sostienen, entonces habla muy mal de la institución que avaló la investigación. Que esas tesis hayan sido aprobadas con el timbre de la U. de Chile no es un problema asociado a poner límites éticos a la investigación, habla en contra de la calidad de los instrumentos institucionales con que opera esa universidad.

-Comparte la idea que una universidad respalda los contenidos de las tesis que aprueba.

-Eso es falso. Lo único que suscribe una universidad al aprobar una tesis es que el trabajo que se presenta tiene una calidad académica que merece la nota que se le está otorgando, eso no implica que la universidad o el profesor suscriba en ningún sentido el contenido de la tesis ni tenga que avalar el contenido normativo de esa tesis. Todos los académicos que hemos guiado tesis sabemos que una tesis puede ser buena o mala, independientemente de si el contenido nos parece apropiado o inapropiado, si estamos de acuerdo con él o en desacuerdo.

-A tu juicio, todo este debate ¿es una oportunidad o un retroceso?

-Aquí hay un tremendo elefante en la habitación, que es la moralización de muchos académicos que se ensalzan como los herederos de las posiciones correctas, como los defensores de lo que consideran éticamente apropiado, que puede serlo o no, pero que toman una posición de hidalgos, de absoluta corrección. Lo que sí es preocupante, y que a mi juicio sí se expresaría como un retroceso es si se llevan a cabo estas medidas anunciadas por la rectora de la U. de Chile, de revisar cuán apropiados o no son los temas que se investigan. Si eso se implementa sería un retroceso gigante, volvería a transformar a las universidades en monasterios. Sería decir que las instituciones no avalan calidad académica de los trabajos, sino que están avalando no rechazar los contenidos propositivos y normativos de las tesis que se sostienen. Eso es ridículo, la libertad investigativa requiere independencia.

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