LEER MÁS
 

“Qué atroz lo de Amarillos por Chile. Llevo dos columnas y un reportaje leído y me dio susto. Cómo es posible que personas sin ningún voto, nula legitimidad puedan haber detenido un acuerdo (tampoco partido, porque les faltan firmas). La élite chilena es muy endogámica y permisiva”.

Javiera Arce (@javiarce), politóloga.

“En respuesta a @javiarce. Imposible afirmación más absurda. Amarillos tiene 1 voto en el Congreso. Pueden hacer acuerdo sin Amarillos. Intento de cancelar a un partido en formación atribuyéndole un poder que no tiene, es insólito”.

Mariana Aylwin (@maylwino), exministra de Educación.

“Amarillos existe gracias al Apruebo y su fracaso constitucional. Si tienen poder de veto, es porque son respetados. La reacción histérica del apruebismo ignora que ellos abrieron paso a Amarillos. Es como quejarse de la violencia hoy luego de haberla avalado hace un par de años”. Mauricio Morales (@MauricioMMQ75), analista político.

“Es una distorsión total de la negociación, que una agrupación sin un solo voto como @Amarillos_Chile y que aún no logra inscribirse, tenga la misma voz y participación que pdtes de @RNchile o la @udipopular, en des-acuerdo constituyente. Este grupo siempre estará por no competir”. Axel Callís (@AxelCallis), analista político.

“Gastón Soublette sobre Amarillos por Chile: ‘Cuando yo era joven, se le decía así a una persona chueca o traidora'-ADN”. Álvaro Ramis (@alvaroramis), Rector U. Academia Humanismo Cristiano.

LEER MÁS
 

Me parece una mala idea, se intenta solucionar una injusticia con otra injusticia”

Felipe Schwember

Investigador UDD

Sorpresa y preocupación es lo que advierten académicos de diversos planteles universitarios ante el cambio de criterio de selección que habrían experimentado las becas de doctorado para 2023, cuyas postulaciones se cierran el miércoles y que son financiadas por el Estado a través de la Agencia Nacional de Investigación y Desarrollo (ANID), organismo que reemplaza a Conicyt.

“Este año habrá paridad en la adjudicación (...) Según las bases del concurso, esta paridad se alcanzará fijando un puntaje de corte distinto para mujeres y hombres”, señalan en una carta publicada hoy en El Mercurio. Y luego preguntan: “¿Es justo que a una minoría sexual puntual –lo no binarios- por defecto se aplique el puntaje de corte más bajo, como proponen las mismas bases?”.

Según las bases, la idea es que “la selección (de los becados) tienda a que la mitad de las seleccionadas sean mujeres y la otra mitad sean hombres. Para ello, se tendrá en cuenta el sexo registral” de la cédula de identidad, pasaporte u otro documento.

Y señala: “En el caso de las personas cuyos documentos de identidad indiquen que su género no corresponde a ninguno de los mencionados (mujer u hombre), se entenderán que conformarán las nóminas del género con menor puntaje de selección”.

“Mala idea”

“Me parece una mala idea porque, si bien se entiende la motivación de este tipo de medidas, se intenta solucionar una injusticia con otra injusticia. Debiera rectificarse” dice Felipe Schwember, profesor investigador de Faro UDD, uno de los firmantes de la carta.

Agrega que incluso dentro del feminismo no hay apoyo transversal a medidas de este tipo, “porque menoscaba la posición de las mujeres al otorgarles cierto beneficio por su género, volviendo incluso odioso el feminismo para quienes se ven perjudicados. Lo mismo ocurre con la paridad en la votación parlamentaria”. Otra cosa, dice, “es promover igualdad de candidaturas de todo tipo, pero no garantizar el resultado, porque eso supone una distorsión (...) Un postulante masculino, por ejemplo, podría acusar discriminación”.

Manfred Svensson, académico de la U. Andes y otro de los firmantes, pregunta: “¿Es este el mejor modo de promover la presencia de mujeres en investigación?”.

Respecto de los postulantes no binarios, Schwember alerta que “puede haber declaraciones oportunistas para acceder al beneficio. Este tipo de medidas afectan la igualdad ante la ley y no resuelven el problema”. Y Svensson agrega: “Una persona trans queda amarrada al puntaje de corte de género con que se identifica, mientras una persona no binaria se beneficia siempre del puntaje de corte más bajo”.

LEER MÁS