Por si Mario Marcel no tuviera trabajo en estos días, ahora los gremios de camioneros llegaron a su despacho para reclamar ayuda del Estado ante las fuertes alzas de combustibles, mientras sus colegas paralizaban en las carreteras con el mismo fin y pese a que son uno de los rubros que recibe más subsidios del fisco.

Así, el ministro de Hacienda debe responder a frentes de alta prioridad y largo alcance, como las reformas tributaria y previsional; y urgentes de corto plazo, como la negociación por el reajuste del sector público y demandas varias como los opositores al cobro del Tag en las autopistas. Y ahora también, a un gremio de camioneros –la Confederación Gremial de Transportistas Fuerza Norte– que paraliza al mismo tiempo que dirigentes de las grandes confederaciones visitan a la autoridad en el marco de las reuniones encargadas por el Ministerio del Interior para sacar adelante el acuerdo de seis puntos de mayo pasado, relativo a seguridad en las carreteras, que permitieron levantar el paro en esa oportunidad.

Actualmente, para los camioneros el impuesto a los combustibles, en su caso el diésel, es cuatro veces menor que el de las gasolinas. Asimismo, fruto de otro paro camionero en la primera administración Bachelet, se les devuelve entre el 31% y el 80% de ese impuesto pagado por el diésel, dependiendo del tamaño de la empresa (mientras más pequeña, más devolución). Y hoy, además, debido al funcionamiento del Mepco (Mecanismo de Estabilización de Precios de los Combustibles) prácticamente en términos contables pagan casi nada del impuesto específico, pues lo está subvencionando el Estado.

“No sé de qué se quejan los camioneros. Son los regalones del Mepco y son el segundo sector de la economía que ha crecido más en el último año”, dice el economista y consultor en energía Jorge Hermann. Hoy el Mepco “los beneficia más a ellos que a los automovilistas”, pues otorga un subsidio de $98 por litro al diésel y de $26 a la gasolina de 93 octanos, “y esta situación ha sido así todo el año”, reclama Hermann. A eso se le suma la devolución del pago al impuesto al diésel y que hoy, como dicen que tienen problemas de caja, existe un proyecto de ley en el Senado que les permite postergar esa devolución hasta que su situación económica se los permita. Mientras, el transporte ha crecido un 12% este año, según el Banco Central, y es el segundo contribuyente al PIB local.

Los frutos de esta mañana

Así y todo, esta mañana no se fueron con las manos vacías: “como un anuncio primario, se establece que en el Mepco va a haber una variabilidad no semanal, sino que en mayores plazos, y vamos a tratar de que haya estabilización del valor del litro de petróleo”, dijo el presidente de la CNTC, Sergio Pérez. Pese a que Pérez dijo que los camioneros paralizados son de otro gremio, los respaldó: “La hacemos propia. Están reclamando por el alza del petróleo semanal y el tema de la violencia (…) Es absolutamente justa”, sostuvo.

A su vez, el más moderado presidente de la Confederación de Dueños de Camiones (CNDC), Juan Araya, quien también estuvo entre los participantes de la reunión con Marcel, adelantó que tanto el Mepco como la rebaja al impuesto específico, se mantendrán el próximo año. Y respecto al paro, se desmarcó: “Los llamamos a que tenemos que ser sensatos, no a aventuras. Porque es muy fácil subirse a un paro y después ¿como nos bajamos?”.

Los dirigentes dijeron que durante la tarde sostendrán una nueva reunión con Hacienda, quien entregará una propuesta definitiva. El ministro Marcel no hizo declaraciones respecto al encuentro, pues debía dirigirse a la reunión del comité político.

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Víctor Pino (@dip_victorpinof), diputado PDG: “Los camioneros a nivel nacional están pidiendo demandas justas. Todos tenemos derecho a trabajar y llegar seguros a nuestros hogares. El Gobierno debe hacerse presente y resolver estas necesidades”.

Alejandro Bernales (@abernales), diputado PL: “Chile al igual que muchos otros países está sufriendo por el alza de los combustibles. Sin embargo, decidir un #ParoNacional para seguir golpeando a la ciudadanía no me parece. Qué tal si arreglamos los temas de otra manera? Con más diálogo y respeto”.

Manuel Luis Rodríguez (@RodriguezManuel), cientista político: “Paro de camioneros en ruta 5 tiene por supuesto objetivo rebaja en el precio de los combustibles, y está organizado por el gremio que se beneficia con la rebaja de precios de combustibles. No es un paro por más seguridad o rebaja en combustibles, es un paro político”.

Rafael Cumsille (@RafaelCumsille), expresidente Conapyme: “Los Camioneros que están movilizados tienen un motivo muy comprensible, la delincuencia que los afecta al igual que a todo el país, ¿acaso no ven la TV ni escuchan las Radios ni leen los Diarios? En la ENAPE los más de 600 lideres MIPYMES clamaron por la delincuencia”.

Christian Rovano (@crovanos), profesor U. Andrés Bello: “Petitorio camioneros: Seguro complementario privado para carga; pago de cotizaciones de salud; etc. ¿Por qué Estado debe pagar seguros a privados? Cotizaciones de salud las debe pagar legal y responsablemente los empleadores. Paro oportunista y sedicioso”.

Alberto Larraín (@albertolarrains), sociólogo: “Paro de camioneros

Nadie:

Todos: que vuelvan los trenes”.

Javier Velozo (@jvelozo), abogado: “Imposible subsidiar más el combustible … así que toca garrote”.

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“Desde el punto de vista político, lo más importante es que Boric dé señales claras de que Marcel tiene la conducción económica. El año que viene va a ser muy duro, van a aumentar las presiones por ayudas fiscales. Vamos a ver si el Presidente estará dispuesto a defender la responsabilidad fiscal”, afirma Max Colodro, académico de la UAI. Para él, 2023 será la prueba de fuego porque “no sabemos cuál será el grado de presión del sector más duro de la coalición de gobierno y de la calle, cuánto resiste Marcel y cuánto resiste el Presidente”.

Para el analista Gonzalo Cordero, las presiones actuales para Marcel –reformas tributaria y de pensiones, reajuste del sector público, camioneros– “son nada comparado con lo que va a tener el año que viene”.

Enfrentará lo que todo ministro de Hacienda en una crisis económica: “ingresos cayendo y una situación social agobiante, con todo el mundo pidiéndole plata aquí y allá”. En ese contexto, “el riesgo es que Marcel no termine el año; llega un minuto en que se hace inviable la permanencia de un ministro de Hacienda desgastado y sin respaldo de su coalición”.

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