El poder, cuanto menos se exhibe, mayor puede ser. Valeria Flen, una de las pocas chilenas en ostentar el liderazgo ejecutivo en las dos mayores empresas de un mismo sector en dos países distintos -en este caso las lácteas Soprole y la peruana Gloria- ha tenido escasa figuración en los medios.

En los dos años que ocupó el cargo en Soprole -enero de 2018 a diciembre de 2019- apareció en un tuit pagado con un video donde aseguraba que el producto que vendía Soprole era “100% leche”. Y dos meses después, en septiembre del 2018, en una entrevista en Economía y Negocios, ahondó en el asunto.

Había una campaña en Twitter liderada por el Movimiento Social Patriota en contra de Soprole y a favor de Colun por dañar supuestamente a los productores lecheros y vender leche reconstituida, una polémica que también ocurrió en Perú.

Ingeniera comercial y master en Ciencias de la Administración de la UC, 59 años, Flen fue una de las seis finalistas del Premio Mujer Ejecutiva 2018, que entrega Mujeres Empresarias y revista Capital. Y entró como consejera electiva de Sofofa.

El 27 de marzo de 2019 le tocó desmentir nuevamente una información, a través de un comunicado a los trabajadores de Soprole, que se filtró. Los rumores de venta aparecidos en medios neozelandeses acerca de que la lechera chilena se vendía como parte de un plan de Fonterra, su dueña, para rebajar su deuda, no eran ciertos.

En Sudamérica, explicaba Flen, la neozelandesa solo se desprendería de su filial Inlaca en Venezuela.

Sus dos años en Venezuela

Valeria Flen venía de ser la gerenta general de Inlaca. Un cargo que ocupó dos años y que no debe haber sido fácil, por las condiciones políticas y económicas de Venezuela. “Conversamos ahora con Valeria Flen, gerente general de Inlaca”, se lee en un tuit subido por Rodolfo Marco Torres, entonces ministro del poder popular para la alimentación. Se los ve a ambos y a un tercero, flanqueados por una gran pintura de Hugo Chávez.

Fonterra vendió Inlaca en 2019 y la compradora que no habría sido Mirona Food, una supuesta empresa de Emiratos Arabes, cerró una de las dos plantas de Inlaca en Venezuela por falta de materias primas.

De vuelta en Chile, Fonterra la premió con el cargo de gerenta general de Soprole, culminando una carrera de 25 años, en la que ocupó posiciones en marketing y recursos humanos.

Le tocaron dos años difíciles: conflictos con los productores por el bajo precio de la leche, caída en la particpación de mercado, ventas y utilidades, hicieron que su gestión no fuera todo lo lucida que se esperaba. Salió en diciembre del 2019, pero en marzo del 2020 ya tenía un alto cargo: la gerencia general de Leche Gloria, líder del rubro en Perú.

“Es un honor y un reto asumir el liderazgo de Leche Gloria en el Perú, la marca más querida y reconocida por la familia peruana”, declaró en un comunicado que apareció citado en medios del país vecino.

Con Flen a la cabeza, Gloria cerró la compra de Soprole en US$645 millones, de los cuales US$210 millones corresponden al pago del 100% de las acciones a Fonterra, y el resto va a cancelar deuda

Soprole en la mira de Gloria

¿Cuánto puede haber influido Valeria Flen para que Gloria comprara Soprole?

Dos fuentes consultadas por La Segunda aseguran que la peruana tenía en la mira hace tiempo a la lechera chilena de capitales neozelandeses. “Gloria quería comprar Soprole desde hace diez años, tienen muchas sinergias. Gloria es lo mismo que Soprole en Perú; las dos son la número uno”, dice una fuente.

“Empresas como Soprole no se venden en ninguna parte del mundo, porque no son replicables. Gloria siempre ha estado interesada”, afirma otra fuente. “Restricciones de la libre competencia chilena hacen que las empresas chilenas que podrían haber comprado y pagado más, no participaran en el proceso o no llegaran hasta el final”, agrega.

645

millones de dólares pagará la peruana Leche Gloria por

Soprole

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El peruano Grupo Gloria es reconocido en Chile por sus leches, pero su ámbito de negocios es más amplio y con extendida presencia en Sudamérica. De hecho, en nuestro país está presente en el negocio del cemento a través de su filial Yura, que posee el 19,7% de Cementos Bío Bío, con lo que es el segundo mayor accionista detrás de la familia chilena Briones. En este rubro está presente en Bolivia y Ecuador. Pero el negocio principal del conglomerado de los hermanos arequipeños Vito y Jorge Rodríguez Rodríguez (que en 1986 partieron siendo camioneros y que este último apareció entre los 3 mil billonarios del mundo en la lista 2021 de Forbes) es el agroalimentario, en especial lácteo, donde solo su leche evaporada representó el 60% de sus ventas, según una publicación peruana de 2017, y tienen presencia en Argentina, Bolivia, Colombia, Ecuador, Puerto Rico y Uruguay, aunque también cuenta con un brazo azucarero.

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