Chile es tan buen lugar para iniciar una startup, que el CEO de Aquabyte, Bryton Shang, trajo la suya desde California y la instaló en Puerto Montt. “En Estados Unidos pueden ser más cautos, más escépticos. Acá están más dispuestos a probar cosas y en algunas cosas incluso están más adelantados que Noruega”, comenta el founder norteamericano de la firma que usa tecnología para administrar instalaciones acuícolas.

Shang es parte de una ola de extranjeros que han traído sus startups a Chile o han migrado para emprender. En Chile, la inversión en startups explotó en 2021: logró una inversión histórica de US$2.915 millones, según la Asociación Chilena de Venture Capital, lo que significa un crecimiento de 1.700% versus 2020. Y con inflación, recesión global y todo, el crecimiento parece no detenerse.

“Chile es un país demasiado pujante en lo tecnológico. Yo estaba en España y tú no ves ninguna empresa local que dé servicios tecnológicos. Tienes a Cabify, por ejemplo, que fue fundada por españoles, claro, ¡pero en Chile!”, comenta el cofundador de Vita Waller, Moisés Zambrano. Venezolano de nacionalidad, su empresa ayuda a procesar pagos internacionales a proveedores.

Después de hablar con más de una docena de fundadores que migraron a Chile para emprender, queda claro cuál es la razón principal que pone al país entre los mejores del mundo para empezar una empresa tecnológica: el trabajo de años que ha hecho Corfo y Start-Up Chile, con sus diferentes programas.

“Tienen programas que son famosos en todo el mundo, porque no solo te dan financiamiento, sino que también te hacen tu primera red de contactos, te acercan a otras startups, a inversionistas, con mentores”, dice la fundadora de Bifidice, Anastasia Gutkevich, que se trajo a su familia desde la lejana ciudad de Tomsk, Rusia, para participar en diferentes programas de Start-Up Chile con su empresa que desarrolla una bacteria especial para el sistema inmune que puede ser consumida en helados.

“Te ayudan con el visado. Llegas con todo lo legal listo. Y te preparan muy bien para hacer un pitch de tu compañía. Cuando hicimos el nuestro, nos vio FEN Ventures y concretamos una inversión”, recuerda el mexicano Gabriel Monroy, de Colektia, fintech que usa inteligencia artificial (IA) para crear estrategias de cobranza más efectivas.

El mundo privado ha hecho lo suyo también mediante incubadoras como ImagineLab, con startups fundadas por extranjeros en Chile como Wembii, Kupos y MyDNA, y otros grandes fondos de chilenos ya internacionalizados, como FEN Ventures, de Cristóbal Silva ; Genesis Ventures, de Andrés Meirovich y Alaya Capital, de Claudio Barahona.

“En general hay un ambiente muy bueno para hacer crecer negocios, y si lo comparas con algunos países vecinos, es bastante mejor”, agrega Emiliano Segura, cofundador de clickOH, que partió en Argentina y hoy entrega soluciones al ecommerce nacional en Chile.

¿Qué les preocupa?

Claro que todo el optimismo y los cumplidos de los founders extranjeros no significa que no tengan algunas preocupaciones.

Y no es raro, considerando que indicadores como el “Indice de Confianza Empresarial” de la UDD o el “Indicador Mensual de Confianza Empresarial”, se han movido en terreno pesimista en los últimos años.

“Chile está pasando por un proceso de transformación en el que creo que el tema del crecimiento tecnológico podría verse afectado, tanto por temas globales como políticos locales”, comenta Zambrano.

Uno de los principales bajones que a la confianza empresarial le ha costado superar se dio en 2019, tras el estallido social. Más recientemente, la perspectiva de una recesión global es un factor que la ha golpeado.

“Después del estallido, uno sí percibió más inseguridad. Desde Perú, uno pensaba que Chile era una sociedad menos tumultuosa, pero claro, ibas a las oficinas de Startup Chile en Monjitas y te preocupabas de si podía haber una revuelta”, cuenta la peruana Mónica Ramos, cofundadora y CEO de Musa, plataforma de soluciones de microlearning para gente con poco acceso a internet que ha sido apoyada por Corfo

“Cuando llegué (de India) a Chile, para mí era como Suiza. Este país tiene muchas cosas espectaculares que a veces se dan por sentado”, comenta Amit Sodani, CEO y fundador de Kupos, plataforma que permite acceder al 80% de las empresas de transporte terrestre en Chile.

El aumento de la delincuencia y la preocupación por ella también es un tema que se repite. La percepción de temor ante la delincuencia llegó a su nivel más alto en los últimos 22 años, según el Índice de Paz Ciudadana, elaborado entre el 5 de septiembre y el 3 de octubre. Otros datos como el aumento de los homicidios en un 28,7% el primer semestre, según la PDI, también preocupan.

“A veces sí te sientes un poco inseguro en Santiago”, dice Monroy.

“Trabajo con mucha gente; extranjeros también, como venezolanos, y todos estamos preocupados de eso. Es como si empeorara cada día más”, comenta Sodani. “Pero Chile es mi país ahora, y siento que tengo responsabilidad de ayudar como pueda. Tuvimos apoyo de Corfo, de Start-Up Chile, de diferentes personas. Es un país que nos ayudó mucho, ¡hasta pagamos impuestos con orgullo!”, agrega.

“Pero claro que Chile sigue teniendo una gran estabilidad económica y el ambiente para hacer negocios es mucho más

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