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La cartelera chilena ha acogido tres películas cuyos títulos han sido traducidos como “El Chef”. La primera, de 2012, es una comedia francesa que tiene en el protagónico a Jean Reno como un cocinero que se ve enfrentado al poder financiero y las modas gastronómicas de turno. La segunda, de 2014, presenta a Jon Favreau (actor y director de éxitos masivos como “El Mandalorian”) en el delantal de un chef famoso que se aburre de su jefe y las banalidades de Los Ángeles y se instala con un carrito de comida cubana en Miami. Ambas están disponibles en Amazon Prime.

La tercera, actualmente en cines, es una ingeniosa película británica que lleva las tensiones y contradicciones de la alta gastronomía al extremo. Su título original es “Boiling Point” (“Punto de ebullición”) y está completamente filmada en un plano secuencia, es decir, sin cortes.

Vale mencionar que Alfred Hitchcock llamó la atención en 1948 por presumir de este recurso en “La soga” aunque, debido a la corta duración de los rollos de películas, tuvo que esconder estratégicamente las incisiones fílmicas. Luego vinieron otros como Aleksandr Sokúrov, quien en “El arca rusa” (2002) convocó a los fantasmas de la historia en un paseo sin editar por el Museo del Hermitage. Uno de los últimos cultores de la técnica fue el mexicano Alejandro González Iñárritu en la sobrevalorada “Birdman” (2014), filme en plano secuencia que parece haber sido concebido para lucir la habilidad técnica de su director.

“El Chef” encuentra un sentido en el recurso elegido. La cámara temblorosa y atenta, sin cortes, está aquí en función de captar las tensiones de una cocina en tiempo real. Al centro está Andy (Stephen Graham), chef estrella de un restaurante londinense de cinco estrellas que pasa por una fuerte crisis existencial. Su trabajo no ayuda: debe encarar una noche demandante de trabajo y, para peor, un inspector le ha quitado dos estrellas al establecimiento gastronómico. Eso es solo el comienzo. La cámara sigue a Andy y a su equipo lidiando con diversos problemas, desde desajustes en la cocina hasta las exigencias de un cliente racista, un grupo de desagradables influencers, una mujer alérgica que aportará una dosis de peligro o una exigente crítica culinaria que agravará el vértigo.

“El Chef” no para. Es un viaje nervioso y sin frenos que trasciende su propio efectismo porque el director Philip Barantini tiene la destreza de ahondar en el personaje protagónico en medio del caos. Es un hombre roto con un oficio demandante. Un héroe de la cocina atrapado en un mundo de aspiraciones, pretensiones y demandas que funciona como un peligroso campo de batalla.

Paladares cinematográficos

Si algo tienen en común las películas sobre gastronomía es una mirada aguda al mundillo culinario, la búsqueda de cierta pureza que contrasta con la superficialidad de la industria y, en muchos casos, la amenaza latente del crítico especializado, acaso el gran villano del cine sobre restaurantes.

A continuación, distintas recetas para abordar un oficio que puede ser tan dulce como amargo.

“Ratatouille” (2007)

Una de las mejores películas sobre gastronomía es esta producción animada de Pixar que sigue a una rata que sueña con convertirse en un afamado chef en París. El antagonista es Anton Ego, un crítico culinario que se luce con una reseña que, de paso, analiza el rol del crítico en la cultura. “Arriesgamos poco y tenemos poder sobre aquellos que ofrecen su trabajo y su servicio a nuestro juicio”, reconoce el especialista en sabores con lucidez. En Disney+.

“Una buena receta” (2015)

Gastronomía y superación personal son los ingredientes de esta película marinada en clichés en la que Bradley Cooper encarna a un chef que busca redimirse en un restaurant de Londres tras años de excesos y compartimiento errático. Una muestra de diversión pasatista que, por lo menos, es capaz de despertar el hambre con buenos platos. En Netflix y Amazon Prime.

“La gran comilona” (1977)

Un poco de provocación. Marco Ferreri, el más irreverente de los directores italianos, sigue a un grupo de amigos defraudados de la vida –un piloto, un magistrado, un cocinero y un productor– que deciden juntarse a comer hasta morir. Una mordaz crítica a la sociedad de consumo a través de la gastronomía. El elenco ya vale el visionado: Marcello Mastroianni, Michel Piccoli, Ugo Tognazi y Philippe Noiret. En Filmin.

“Viaje a Italia” (2014)

Mitad documental, mitad comedia improvisada, esta película del inglés Michael Winterbottom nos sube a un auto junto a Steve Coogan y Rob Brydon para recorrer Liguria, Toscana, Roma, Amalfi y Capri. Un viaje repleto de chistes y conversaciones sobre la vida y la muerte en el que cada parada es una experiencia gastronómica. Una muestra de cómo transformar un viaje en una película repleta de platos y tragos sofisticados. En Filmin.

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