El crecimiento del gasto público de 4,2% que tendrá el Presupuesto en 2023, con énfasis en infraestructura, seguridad ciudadana y pensiones, fue bien recibido en distintos sectores, ya que va en línea con las necesidades coyunturales del país y su alza es menor a la inflación proyectada.

Sin embargo, analistas económicos y políticos creen que tanto el resultado del plebiscito de septiembre como la inminente recesión, empujaron al Presidente Gabriel Boric a aplazar promesas claves de su campaña como la condonación del Crédito con Aval del Estado (CAE) o el pago de la deuda histórica a los profesores. Promesas que, según Hacienda, requieren un análisis más afinado (ver recuadro)

¿Una dosis de realidad? Según el cientista político de la Universidad de Talca Mauricio Morales, es probable que algunos temas pendientes que están en el programa de Gobierno sean tratados con posterioridad, sujetos a la reforma tributaria. “Las prioridades cambiaron muy sustantivamente y el mandatario se vio obligado a priorizar seguridad e inversión”, explica. “El Gobierno viene de una derrota demoledora en las urnas y tiene niveles de aprobación presidencial que apenas promedian un 35%. Por eso mismo, debe enfrentar las urgencias y no las prioridades programáticas, al menos en esta etapa, las que se deberán postergar”.

Una mirada similar tiene el exsubsecretario de Hacienda de la administración Piñera Alejandro Weber, quien calificó el anuncio como un “presupuesto de la renuncia”, con énfasis mucho más alineados al momento económico, dado el estancamiento en la generación de empleo y proyecciones de inflación superiores al 11% para fin de año.

“Está seguramente marcado por el resultado del plebiscito. Boric renuncia, al menos en esta ley, a avanzar en su programa refundacional, como la condonación del CAE o el pago de la deuda histórica de los profesores”, dijo el decano de la Facultad de Economía y Negocios de la Universidad San Sebastián. Otro de los anuncios, como el aumento de la Pensión Garantizada Universal, la calificó de “tramposa”. “Lo único que hace el Presupuesto 2023 es cumplir la ley y el calendario señalado en el informe financiero original de la PGU: el año 2023 se gastará el doble de los recursos de 2022, simplemente porque el sistema entrará en régimen, a diferencia de la implementación progresiva de 2021”, sostuvo Weber.

Los énfasis están puestos en gasto social, que crece 8%; inversión en infraestructura, con un avance del 5,5%, y seguridad ciudadana, con un alza del 4,4%.

En entrevista con Mega, el ministro de Hacienda, Mario Marcel, enfatizó que este Presupuesto tendrá un eje ordenador que es entregar seguridad y tranquilidad a las personas en lo económico, en lo social y en lo público. “Eso es lo más importante de este Presupuesto”, sostuvo.

Bajo ese prisma, “parece no haber espacio para este tipo de políticas como condonación del CAE y pago de la deuda histórica de los profesores, más cuando el Presidente no lo puso dentro de los tres ejes que va a mover el Presupuesto (crecimiento, inversión y empleo, seguridad pública, seguridad social) ni tampoco lo anunció”, comenta Pablo Eguiguren, director de políticas públicas de Libertad y Desarrollo.

A mediados de junio, la Comisión de Educación de la Cámara de Diputados aprobó por 11 votos a favor y dos en contra el proyecto de ley que pone fin a discriminaciones y abusos por deudas educativas, como el CAE.

En aquel momento, el ministro de Educación, Marco Antonio Ávila, confirmó que la medida sería para “todos”.

En julio, el mismo Ávila, al lanzar un estudio de caracterización socioeconómica de los deudores, dijo que estaba trabajando con Hacienda, la Dirección de Presupuesto y la Secretaría General de la Presidencia en una propuesta para 2023.

Sin embargo, en el anuncio de este Presupuesto al menos, esta medida, que según algunos cálculos, involucraría desembolsar US$12 mil millones, no fue contemplada.

“La condonación del CAE es un compromiso de campaña que yo espero se cumpla. Se generaron expectativas de resolver una problemática que aqueja a miles de estudiantes que cargan con una mochila enorme de deuda por ingresar a la educación superior. Entendemos que este es un año complejo, pero esperamos también que al final del mandato del Presidente Boric esta condonación ya se haya iniciado y avance gradualmente”, expuso el presidente de la Comisión de Educación de la Cámara, el PS Juan Santana.

Pero no solo en el oficialismo esperan que haya presiones para cumplir los requerimientos de la población en un periodo de recesión y de alta inflación.

Según el senador de la Comisión de Hacienda José García Ruminot (RN), el crecimiento del gasto del 4,2% respecto de 2022 es una buena señal, “porque llevamos muchos años con déficit fiscal, lo que deriva en una deuda pública de casi 40 puntos del PIB, lo que a su vez implica que estemos pagando unos US$ 3 mil millones anuales en intereses, que es plata que no se va a salud, pensiones y seguridad. Tenemos que romper el círculo vicioso y lograr el equilibrio a 2026, como está comprometido”, expuso. En esa línea, admitió que las cifras dejan poco espacio para compromisos del programa del Gobierno, como el CAE o la deuda histórica, y deja al Ejecutivo solo con un margen de acción para manejar la coyuntura.

“En la discusión del lunes, que comienza con la exposición del ministro de Hacienda y sigue el miércoles con el Informe de Finanzas Públicas de la directora de Presupuesto, aparecerá una enorme cantidad de situaciones no cubiertas por el Presupuesto y que despertarán inquietudes, molestias, y habrá que ser rigurosos para no dejarse llevar por la tentación de aumentar el gasto”, dijo el senador RN.

En el PC no renuncian al programa y ponen sus fichas en la reforma tributaria. En la tienda liderada por Guillermo Teiller comentan que no hay un plan alternativo.

El senador Daniel Núñez, miembro de la Comisión de Hacienda, dice que “las reformas estructurales del Gobierno como pensiones y otros compromisos, como la condonación del CAE, dependen para su financiamiento de la reforma tributaria que está en pleno desarrollo. Y nosotros vamos a persistir en su aprobación tanto en la Cámara como en el Senado”.

Núñez calcula que con los cambios impositivos se recaude del orden de 3,5 a 4 puntos del PIB para sacar adelante su programa de reformas.

“Y nos vamos a jugar por eso, superando el bloqueo que ejercerá la derecha, y estamos conscientes de que se atrincherarán en el Senado. Pero no existe Plan B, sí o sí debemos sacar adelante la reforma tributaria”, advirtió.