El estallido social y sobre todo la pandemia devolvió a los almacenes el protagonismo que otrora tenían en el desarrollo de un barrio. Es que con las restricciones a la movilidad y el miedo a las aglomeraciones se retomó la costumbre de comprar en el comercio local y con ello, el tejido social que se crea alrededor de estos negocios.

En efecto, muchas veces son los almaceneros quienes conocen de cerca las necesidades de los vecinos y el sector, por lo que son capaces de crear redes de ayuda o desarrollar proyectos en beneficio de la población.

Consciente de ello surge el programa “Prospera tu Almacén”, impulsado por Coca-Cola y la Fundación Gastronomía Social, que busca acompañar a los dueños de locales y asesorarlos para que den un giro positivo a través de un plan de desarrollo y fortalecimiento del canal tradicional.

El objetivo es que se capaciten, mejoren su gestión y sean más sustentables, sobre todo considerando que muchas veces estos negocios son liderados por mujeres y constituyen el sustento de una familia.

En este senmtido, Paola Calorio, directora de Asuntos Públicos, Sustentabilidad y Comunicaciones de Coca-Cola Chile, Bolivia & Paraguay, afirma que uno de los pilares de sustentabilidad de la compañía a nivel global es el empoderanmiento femenino, porque cuando una mujer crece también lo hace “una familia, una comunidad y el país”.

Por ello trabajan activamente en entregar herramientas de capacitación a los más de 130 mil socios almaceneros que tenemos a lo largo de todo el país y de los cuales 70% son mujeres. “Con este tipo de iniciativas estamos empoderando a los almacenes de Chile con entrega de conocimientos técnicos para que puedan crecer y eficientizar su negocio y, al mismo tiempo, entregamos herramientas en habiliades blandas que son sumanmente relevantes en un canal que está liderado por mujeres y que requiere también una lógica de género, que está contemplado en este tipo de capacitación”, afirma la ejecutiva de Coca-Cola.

Agrega que los almacenes son “el corazón de los barrios y estamos convencidos de que capacitando vamos a fortalecer todo el tejido social de los barrios y potenciar los liderazgos femeninos para mejorar la calidad de vida de las familias, los barrios y el país”.

El programa “Prospera tu Almacén” busca entregar conocimientos y herramientas que contribuyan a impulsar los negocios y así aumentar sus ventas, a través de, por ejemplo, el uso de herramientas como redes sociales o marketing.

Tras participar en el programa “Prospera tu Almacén”, Marta Zapata, propietaria de local Santa María ubicado en Ñuñoa, valora la iniciativa de Coca-Cola y la Fundación Gastronomía Social, afirmando que gracias a estas capacitaciones “logré hacer crecer mi negocio y aumentar las ventas en 70%. Pude ampliar mi almacén familiar, estudiar marketing, contabilidad y también acceder a fondos públicos. Hoy mi almacén crece y mi familia también”.

Puesta en valor

En Chile hay más de 300 mil almacenes. De ahí la importancia de potenciarlos para aumentar su capacidad de generar nuevos empleos y poner en valor su rol social. Rafael Rincón, presidente y cofundador de la Fundación Gastronomía Social, explica que —durante la pandemia— los almaceneros generaron cohesión social en los barrios, por lo que el programa “Prospera tu Almacén” apunta precisamente a “poner en valor el rol comunitario de los almaceneros, su liderazgo social, entregar herramientas para que tengan un negocio más saludable, pero también a que puedan construir con sus vecinos, con sus mejores clientes, iniciativas que impacten de manera positiva en lo medioambiental, lo educacional, y lo alimentario en sus barrios”.

En la práctica, la iniciativa —en la que además participan BancoEstado, Triciclos, embotelladoras Andina y Embonor y algunas municipalidades— busca que el almanecenero no solo tenga un rol importante en el mundo económico para los diferentes asociados del programa, sino que también sea un actor que genere impacto social positivo.

Para ello, este concurso tiene distintas fases: una digital, donde los participante experimentarán en una academia gamificada, que otorga puntos por los videos que ven, por cómo responden a las preguntas que se les realizan. Luego, se selecciona un grupo que hará los talleres especializados, en los que verán en detalle lo visto anteriormente, con énfasis en manejo del negocio, en medio ambiente y trabajo comunitario y en la útima fase, los mejores desarrollarán un trabajo de construcción con los vecinos y harán un pitch que será votado por un jurado. Los ganadores recibirán un premio para invertir en su almacén, para transformarlo digitalmente y tendrán el apoyo de todo este ecosistema para presentar su negocio a fondos concursables.

“Este programa tene que ver con poner en valor el rol social-barrial de los almaceneros de Chile, con el especial énfasis en las mujeres. Queremos que el 70% sean mujeres, es un programa de empoderamiento femenino”, afirma Rafael Rincón.

Tener un almacén es el único requisito para participar en el programa, que busca apoyar a las comunas más castigadas con la pandemia, con especial foco en el sector sur de la Región Metropolitana, Valparaíso, Antofagasta y la Región del Biobío, que son las cuatro zonas en las que queremos intervenir, porque las tasas de vulnerabilidad son evidentes”, afirma Rafael Rincón.

Rol social

Con la primera convocatoria del programa cerrada —los primeros 50 almaceneros seleccionados se encuentran trabajando en la fase digital—, ya se prepara todo para que el segundo llamado del concurso, programado para octubre sea masivo,

“Se trata de un programa inclusivo, que quiere ayudar a almaceneras de comunas con altas tasas de vulnerabilidad y premiar la creación colectiva para que se puedan implementar iniciativas en el mundo medioambiental, educacional o alimentario”, detalla el cofundador de la Fundación Gastronomía Social.

Esta organización desarrolla un intenso trabajo en terreno que les ha permitido identificar el espíritu de colaboración social que muchos almaceneros evidenciaron durante la pandemia.

“Nuestra fundación trabaja con muchos comedores sociales y en el época más dura de la pandemia, los almaceneros dieron un paso adelante y dijeron a sus vecinos que estaban llevando ollas comunes que nunca les iban a los faltar alimentos, porque tienen esa garra”, expresa.

De ahí que señale que “el almacén ha dejado de ser un lugar de abarrotes para ser un centro de encuentro comunitario. Qué bonito sería que esos centros se conviertan en un cabildo donde surgan cosas extraordinarias”.

En efecto, una de las áreas en la cual se busca incentivar proyectos es la medioambiental, sobre todo si se considera que casi todos los envases de los productos bebestibles pueden ser reciclados.

Una de las áreas en la cual se busca incentivar proyectos es la medioambiental, sobre todo si se considera que casi todos los envases de los productos bebestibles pueden ser reciclados.

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