Si tuviese mayores dotes políticas, probablemente sería el indicado para asumir Interior”

Mauricio Morales,cientista político U. Talca.

Mario ha puesto la difícil cuota de realismo que aporta la mirada económica. A veces antipática, pero sólida”

Jorge Rodríguez Grossi, exministro de Economía .

Marcel es como el niño símbolo de hacer las cosas bien”

Manuel Marfán, exministro de Hacienda.

Paso a paso. El ministro de Hacienda, Mario Marcel, ha ido ganando bonos entre la opinión pública, la política y la tecnocracia, para convertirse en el hombre fuerte que el Presidente Gabriel Boric necesita en su gabinete posplebiscito con el fin de llevar adelante las reformas comprometidas, todas además de su ámbito: tributaria, pensiones y jornada laboral de 40 horas. Y más aún, si resulta victoriosa la opción Rechazo, como manifiestan la mayoría de las encuestas, dado que, como él mismo dijo ayer en El Mercurio, “el programa sigue adelante”.

Este rol podría ir en desmedro de quien, por cercanía al Primer Mandatario, podía ostentar ese lugar: el ministro Secretario General de la Presidencia (Segpres), Giorgio Jackson. Es que el compañero de mil batallas de Boric perdió terreno, por sus conflictos con el Congreso y su aprobación en la ciudadanía. En la encuesta Cadem de mediados de agosto, su aprobación cayó a un 40% (desde un 49%), mientras que el expresidente del Banco Central, pese a su cargo más técnico, se ha mantenido persistentemente como el ministro mejor evaluado, ahora con un 63%.

“Marcel representa al ministro con el mayor componente técnico y político dentro del gabinete. Por lo tanto, cualquiera sea el resultado del plebiscito, frente a un Congreso fragmentado, quien tiene la mayor capacidad para viabilizar políticamente las reformas del gobierno es Marcel”, afirma Marco Moreno, director de la Escuela de Gobierno de la U. Central.

A una semana del plebiscito de salida, los dichos de Marcel de ayer fueron recibidos como una dosis de realismo.

“El programa y sus cambios generan incertidumbres por sí mismos, por la magnitud de esos cambios. Con Marcel, se logra una moderación, se impone una dosis de pragmatismo, haciendo sacrificios al idealismo original de la coalición de gobierno”, cree el director del Centro de Estudios en Economía y Negocios de la UDD, Cristián Echeverría.

Entre los líderes económicos y políticos llamó la atención el discurso de Marcel, mucho más alejado de lo que plantearon los ministros Jackson y Vallejo a comienzos de junio, cuando aseguraban que algunos aspectos fundamentales del programa no se podrían cumplir con la actual Constitución. “Mario ha puesto la difícil cuota de realismo que aporta la mirada económica. A veces antipática, pero sólida”, sostiene el exministro de Economía Jorge Rodríguez Grossi.

En la misma línea, la ex ministra del Trabajo de Sebastián Piñera María José Zaldívar piensa que es fundamental que el Gobierno escuche más a Marcel, dado que su estrategia de diálogo con los distintos sectores a la hora de implementar las reformas ha generado resultados.

“Es un excelente nombre que ha dado garantías desde el comienzo del gobierno. Independiente que uno pueda tener diferencias con su manera de pensar, los diálogos tripartitos que ha sostenido con la ministra del Trabajo, Jeannette Jara, en las reformas, dan fe de aquello. Eso sí, creo que la certeza requiere más que un hombre fuerte, una mirada de gobierno”, apunta.

Un hombre con muñeca

Además del manejo macroeconómico, Marcel ha demostrado que sabe moverse en los hilos de la política, incluso mostrando templanza frente a las críticas, como las del alcalde de Recoleta, Daniel Jadue, que lo calificó como “un defensor del modelo neoliberal” que había sido puesto en el Banco Central por el expresidente Piñera.

“Su rol en el gabinete no solo es asegurar la racionalidad en determinadas materias, sino también liderar este tipo de discusiones (...); se ha legitimado y cuenta por lejos con la mayor credibilidad para llevar una tarea de suyo tan compleja como ésta”, opina Álvaro Clarke, quien fuera subsecretario de Hacienda de Frei y superintendente de Valores de Lagos.

Esa legitimidad es clave para negociar las reformas en el Congreso, donde distintos sectores políticos de centro izquierda, no reconocen a Giorgio Jackson como un interlocutor válido del Ejecutivo.

El exministro de Hacienda Manuel Marfán afirma que “Marcel es como el niño símbolo de hacer las cosas bien y la razón por la cual fue nombrado es porque la intención del Presidente es cumplir su programa”.

“Uno de los problemas del gobierno es que tiene poca fuerza política, debe negociar para obtener mayoría en el Congreso. El que tiene también la fuerza para hacer esa negociación es Mario”, expone Marfán, quien refuerza la idea de que cualquiera sea el resultado del plebiscito, frente a un Congreso fragmentado, quien tiene la mayor capacidad para viabilizar políticamente las reformas del gobierno es Marcel.

Los analistas creen que el economista cercano al PS ha sacado a relucir su manejo político y con un “estilo propio, de relacionamiento con las bancadas de la oposición y del gobierno que le han permitido avanzar en los distintos proyectos: ‘papito corazón' (pago de deudas por pensión alimenticia con fondos previsionales) , 40 horas, el tema tributario que es más silencioso, pero está avanzando”, dice Moreno.

Aunque a Marcel se le ve más parecido a Andrés Velasco en Bachelet I que asumiendo otra tarea en el gabinete. “Es el candidato a ser el hombre fuerte del Gobierno. Y si tuviese mayores dotes políticas, probablemente sería el indicado para asumir Interior. No obstante, sus habilidades se concentran en materia económica y es donde mejor rinde”.

LEER MÁS