Con una lechería partió en 1975 la historia de los helados San Francisco de Loncomilla, en San Javier. “Compramos animales y comenzamos a producir leche que le entregábamos a la cooperativa de Talca. Pero ellos no respondían mucho, así que optamos por procesar nosotros la leche en la cocina y producir queso fresco”, recordó Francisco Mac Clure, fundador de San Francisco de Loncomilla, en una entrevista en El Mercurio en 2015.

Se trata del mismo empresario que hace un par de meses traspasó el control de sus empresas, a través de Lecherías Loncomilla Ltda., a sus hijos: Magdalena, Marie Anne, Nicolás, Sofía, Catalina y Francisco Mac Clure Lyon; quienes la semana pasada acordaron la venta de la lechería y marca San Francisco a Empresas Carozzi, en un acuerdo que debe aprobar la Fiscalía Nacional Económica.

Cuando partieron con la lechería, vendían queso fresco en un puesto a la orilla del camino, con una receta que mejoraron hasta llegar a los supermercados. Al disminuir la materia grasa del queso, tras la evolución del mercado hacia productos más livianos, les quedó la crema, y con ella hicieron mantequilla y luego helados, que diferenciaron preparándolos como postres.

“Mi hija Marie Anne es repostera, y ella fue la que preparó los postres con el helado”, recordó Francisco Mac Clure hace seis años en un seminario del BCI. Las primeras versiones fueron Selva Negra, Praliné y Suspiro Limeño. “En 1992 pasamos de San Javier a Talca y de ahí al resto del país”, dijo Mac Clure.

Así, y sobreponiéndose a la crisis de 1981 y al incendio de su lechería cuatro años después, se transformaron en líderes en el segmento “helados premium” en los supermercados. Un negocio que ahora complementará la oferta que tiene Empresas Carozzi, de la familia Bofill, que ya compite en este mercado con Bresler.

LEER MÁS
 

En línea con los cambios realizados por Agrosuper en sus estados financieros en 2021, traspasando sus cuentas a dólares, la familia Vial, liderada por Gonzalo Vail, también modificó a dólares la denominación del capital de Promotora Doñihue, dueña del 98,8% de Agrosuper.

Así, Promotora Doñihue pasó a tener un capital de US$683 millones, aportado en 78,7% por Inversiones VC , en 21,2% por Agrícola GV (ambas de Vial y sus cuatro hijos) y en el restante 0,0032% por el propio Gonzalo Vial.

LEER MÁS
 

Tengo un equipo de gente joven en trabajo virtual, para la mayoría su primer trabajo fue en pandemia. Veo con preocupación que el estrés ha ido en aumento, no solo por el trabajo en sí, sino en las relaciones. Hemos hecho actividades sociales por pantalla, pero claramente son insuficientes.

Hay un grupo significativo de jóvenes que en pandemia ha pasado por el proceso de tomar su primer trabajo, y en paralelo han dejado la casa familiar para independizarse, arrendando departamento solos o con amigos, más exigido incluso para quienes viniendo de regiones llegaron a trabajar a la capital.

Las interacciones cotidianas que se daban en el trabajo presencial permitían a las personas, lo que en psicología se conoce como aprendizaje vicario (Albert Bandura), el aprendizaje social por observación de cómo lo hacen otros, en este caso como los jefes, los pares u otras figuras en la organización abordan situaciones y resuelven problemas. Interacciones que eran parte de la natural inducción y desarrollo profesional y que en lo virtual se ven reducidas.

En este contexto, las personas pueden empezar a resentir el no ver a nadie, al ser sus interacciones durante el día frente a una pantalla. No sólo es un factor de estrés, sino que al mismo tiempo se empieza a notar la falta de algunas habilidades de relacionamiento que se reflejan en cómo decirse las cosas, cómo plantear los problemas, cómo poner límites e incluso cómo negociar.

Como líderes debemos estar muy alerta a no reducir la relación de trabajo solo a un intercambio transaccional de tareas. Sino que diseñar conscientemente espacios para reforzar los vínculos emocionales en las prácticas de equipo, que den significado a lo que se hace y que también permita aprender a partir de otros (uno de los principios de la andragogía o aprendizaje de adultos).

LEER MÁS
 

Tras lo que se vislumbraba como una recuperación del bitcoin, luego de casi dos semanas de alzas, la moneda virtual se desplomó esta jornada un 3,76% en Nueva York (al mediodía de Chile) llegando a los US$21.896,15.

El bitcoin alcanzó su mayor valor en noviembre del año pasado, tras cotizarse en US$67.130, impulsado entre otros, por la política expansiva que mantenía la FED (Banco Central) de EE.UU. y la fuerte especulación en Wall Street sobre el sector tecnológico.

Sin embargo, la inflación, el alza de tasas y los temores a una recesión en el país del norte generaron, a contar de marzo pasado, una verdadera estampida del sector por parte de los agentes del mercado, lo que llevó a muchas monedas virtuales, entre ellas el bitcoin y el ethereum, a perder más de la mitad de su valor, mientras otras, como luna, prácticamente perdieron toda su valorización.

LEER MÁS