Mediante una carta Alejandro Gil, presidente de la Clínica Las Condes, pidió rectificar algunos contenidos del Road Show central publicado este lunes bajo el título “1.400 trabajadores de CLC votaron la huelga en medio de tensiones con su administración”.

El texto es el siguiente: “No es efectivo que CLC haya despedido a 314 trabajadores en 2020, sino que se trata de personas que se acogieron a un plan de retiro voluntario propuesto por la empresa durante agosto y septiembre del mismo año.

No es efectivo que el sindicato N°1 haya interpuesto demanda alguna en contra de CLC. El litigio que se aludió en el artículo fue iniciado por extrabajadores que demandaron colectivamente y en ese litigio el sindicato N°1 no es parte interviniente.

No existe conflicto ni tensión entre el sindicato N°1 y la administración de CLC, se está en medio de una negociación colectiva, instancia regulada por ley y cuyo objetivo es lograr acuerdos laborales satisfactorios para los interesados”.

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De acuerdo con el primer Reporte de Impuestos y otras contribuciones económicas preparado por Antofagasta Minerals, durante 2021 la compañía generó US$1.333 millones en impuestos, una cifra récord en la historia de la minera controlada por el grupo Luksic. Este resultado es más del doble de lo pagado al Fisco durante 2020, señaló la compañía.

Según explicó Iván Arriagada, presidente ejecutivo de Antofagasta Minerals, este incremento se debe a los mejores resultados financieros que obtuvo la compañía en 2021 y al funcionamiento progresivo del impuesto específico a la actividad minera, el que establece mayores tasas cuando el precio del cobre aumenta.

Sobre este último punto, Arriagada aprovechó también de comentar la reciente propuesta tributaria presentada por el Gobierno, que incluye un nuevo royalty a la minería. “Este cambio tributario considera un componente de royalty ad valorem que no distingue entre las distintas realidades de cada operación ni cómo influyen los cambios en el precio del cobre en sus resultados. Hay operaciones que con este nuevo impuesto van a perder plata si el precio vuelve a valores históricos y, por lo tanto, no tendrá sentido mantener su funcionamiento”.

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En una columna anterior, hablábamos de cómo los retiros de las AFPs dañaron al mercado de capitales y cómo esto, a su vez, afectó la vida cotidiana de las personas, lo que por ignorancia o populismo.

Ahora fue el turno del Gobierno, que sigue erosionando el mercado de capitales y ahuyentando los capitales del país, con una Reforma Tributaria donde los pocos incentivos a la inversión y los impuestos adicionales, difíciles de controlar y medir, ahuyentan a los inversionistas del país, y lo que es peor, principalmente a los locales, asumiendo otra vez que esto no afectará al mercado de capitales y tampoco impactará en las personas.

Todos estamos de acuerdo en que el país necesita una mayor recaudación y que ésta debe ser pagada por los que más tienen. Pero no hay que perder de vista que los que más tienen, también pueden mover rápidamente los capitales, perdiendo el objetivo de recaudar el 4,1% del PIB con esta reforma. Por esto, gravar con un impuesto al patrimonio, el que ya está pagando impuestos (contribuciones, permiso de circulación, entre otros), como variable de stock, le quita un importante incentivo a la inversión local y a la generación de riqueza por parte de empresarios, ya que además de los impuestos pagados en primera categoría, se agrega otro que fácilmente puede llegar al 25% de la rentabilidad anual obtenida.

Además, sin haber partido aún, se sube el impuesto a las ganancias de capitales, no conociendo qué efecto puede generar en la profundidad del mercado, aumentando los costos de financiamiento, y por ende afectando el acceso al crédito de las personas.

En resumen, nuevamente ponemos a prueba al mercado de capitales chileno, el cual ha sido un importante motor de crecimiento durante los últimos años, logrando ser uno de los más profundos y eficientes de Latinoamérica, desconociendo su importancia y el rol clave que juega en la vida cotidiana de las personas.

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La tasa de desempleo en EE.UU. se mantuvo en junio en niveles históricamente bajos por cuarto mes consecutivo, alejando por ahora el fantasma de una inminente recesión. En el mes se sumaron 372.000 puestos de trabajo, una cifra ligeramente por debajo de la de abril, pero superior a las previsiones de los economistas, que auguran una moderación del mercado laboral a medida que la Reserva Federal (Fed) sube la tasa de interés para tratar de frenar la inflación. El índice de desempleo del gigante norteamericano se mantuvo en el 3,6 %, muy cerca del 3,5 % que se alcanzó en febrero de 2020, antes de la pandemia, y que supuso entonces un mínimo en 50 años. El presidente Joe Biden defendió que se trata de “la recuperación del empleo más rápida y robusta de la historia de EE.UU.”.

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