Una reservada cena sostuvieron en Valparaíso a inicios de mayo el presidente de la UDI Javier Macaya, el jefe de bancada DC Eric Aedo, y los diputados Andrés Longton (RN), Jorge Alessandri (UDI) y Francisco Undurraga (Evópoli), un mes antes de que este martes los senadores DC Ximena Rincón y Matías Walker presentaran un proyecto para rebajar a 4/7 el quorum de reforma a la actual Constitución, como plan B para cambiar la Carta Fundamental en caso de que gane el Rechazo.

Poco después de que el Presidente Boric había llamado a un acuerdo nacional por la seguridad revelando que había conversado la idea con Macaya, parlamentarios DC se animaron a contactar al timonel oficialista y abordar la necesidad de delinear un mecanismo, idea que Walker y Rincón ya venían dialogando con Macaya de manera informal.

Fue esa cena —reconocen en ambos conglomerados— el punto de partida de las negociaciones entre Chile Vamos y el sector DC que se inclinaría por el Rechazo (Aedo se manifestó por esa opción el domingo en El Mercurio, y Rincón y Walker se han mostrado distantes de votar Apruebo por sus duras críticas a la Convención).

Ahí por primera vez Macaya les transmitió la disposición a rebajar ahora los quórum como prueba concreta de la disposición de gestar una nueva Constitución aún cuando gane el Rechazo, como alternativa para los indecisos. Los 2 senadores DC respaldaron la idea en declaraciones a La Segunda, y este viernes Walker afirmó a Ex-Ante: “No podemos condenar a los chilenos a elegir entre la Constitución de Guzmán y la de Atria”.

El plan original apuntaba a presentar un proyecto en semanas próximas, pero 2 hechos precipitaron las cosas: primero, que dirigentes de Chile Vamos adelantaran públicamente el fin de semana que había conversaciones con la DC. Y segundo, que el ministro Giorgio Jackson dijera el domingo: “Con la Constitución actual, muchas de nuestras reformas no se podrían llevar adelante”.

Para evitar el costo de una foto con la derecha, Walker y Rincón comunicaron el lunes a Macaya que presentarían el martes un proyecto propio para bajar los quorum de los 2/3 o 3/5 actuales a 4/7. “Evitar que se argumente que no es posible llevar a cabo una agenda de transformaciones, y que en caso de que la nueva Constitución no sea aprobada, construir las mayorías para seguir con el proceso constituyente”, fundamenta la moción, que fue validada por el presidente DC Felipe Delpin. Pese a estar por el Apruebo, indicó: “No le creemos a la derecha, pero es una propuesta de 2 DC y esperamos que avance”.

El panorama, hasta ahora, se vislumbra favorable. El proyecto requiere de 2/3 (33 senadores), y el respaldo en bloque que entregó Chile Vamos augura que estarían sus 24 votos. “El emplazamiento debe hacerse al Frente Amplio. Con nosotros ya cuentan”, afirmó el presidente RN Francisco Chahuán. La duda es si se sumará el republicano Rojo Edwards.

El proyecto no tuvo firmas solo DC: se sumó Pedro Araya (Ind. PPD) y también lo había hecho Iván Flores (DC), aunque desde su entorno afirman que retirará la firma. Y al ser consultados, comprometieron su apoyo Jorge Soria (Ind. PPD) y Karim Bianchi (Independiente).

“Apoyaré, porque nos permite empezar las transformaciones desde ya. Los quórum del 80' son candados y eso nos llevó a cambiar la Constitución. 4/7 es más racional y hay que garantizar una tercera vía si gana el Rechazo”, afirmó Bianchi, mientras que Soria agregó: “Tenemos la responsabilidad de abrirnos a todas las posibilidades de acuerdos transversales para superar los serios conflictos políticos, y en esa medida respaldaría”.

Ya logrados esos 29 votos, tanto Aedo como Walker confían en poder sumar desde el mundo PS-PPD a otros 4 que garanticen el piso político para que pase a la Cámara (ver entrevista).

La firma de Araya sorprendió de hecho a La Moneda, como señal de que en esa bancada podrían haber más votos. Uno de ellos, afirman en ese partido, podría ser Ricardo Lagos Weber. “Siempre hemos estado por rebajar los quórum. Veo con buenos ojos apoyarlo si genera consenso en los senadores. Estamos por el Apruebo, pero si gana el Rechazo, esta apertura de la derecha puede ser esperanzadora. Han dicho que dan por muerta la Constitución actual y cambiar los quorum supramayoritarios va al corazón de esta Constitución”, afirmó la presidenta del PPD Natalia Piergentili.

Mientras, en el PS el presidente del Senado Álvaro Elizalde ya había dicho que no había razones para oponerse, cuando Macaya lo propuso. En la bancada indican que Juan Luis Castro y Fidel Espinoza apoyarían, y que podrían sumarse Alfonso de Urresti y José Miguel Insulza. “El PS desde hace muchos años viene pidiendo el fin de los quorum supramayoritarios. No podemos sino mirar con buenos ojos que haya una iniciativa que termine el cerrojo del 80'. Que el debate se inicie ahora”, asegura Castro.

El panorama era reconocido en La Moneda, donde se han opuesto públicamente a un plan B, al favorecer al Rechazo. En los sondeos del Ejecutivo con sus partidos, las respuestas PS-PPD apuntaban a que para ellos era muy difícil no aprobar una demandas histórica.

Si el PS y PPD terminan aportando los votos faltantes, así, dependerá de cuál sea el nivel de presión del Gobierno —su apoyo podría dañar la relación con Boric—, y cuántos costos políticos les hagan pagar el Frente Amplio y el PC. “La nueva Constitución se debe definir en el plebiscito. Me parece impresentable a esta altura”, dijo el martes la senadora regionalista verde Alejandra Sepúlveda.

Sobre el futuro de las tratativas con Chile Vamos, en la DC apuestan a erigirse como puente entre la izquierda y la derecha para los cambios institucionales que se avecinan, como ha sucedido en el proyecto de resguardo de infraestructura crítica por las FF.AA., que podría votarse hoy en comisión mixta.

“Si gana el Apruebo o el Rechazo se requerirá diálogo político: si gana el Apruebo, va a haber que modificar o generar 170 leyes que ayuden a implementar la nueva Constitución, y si gana el Rechazo, debemos seguir adelante con un cambio constitucional. En ambos casos se requerirá diálogo”, afirma Aedo.

Las conversaciones también cuales debieran ser los contenidos de una reforma: coinciden en basarse en la arquitectura de derechos sociales que dibujó la Convención, pero rediseñar aspectos controvertidos como el Sistema Político y la Plurinacionalidad.

“Si gana el Rechazo, el enfoque feminista y medioambiental, y los derechos sociales que están en la propuesta deben ser la base para un nuevo proceso”, señala Aedo, mientras que Macaya había advertido el domingo: “La nueva Constitución debe asegurar una provisión de derechos sociales más nítida, con una diferencia con la izquierda: que puedan ser provistos por Estado y privados”.

Desde Chile Vamos afirman que se deberá complementar este proyecto con uno que aborde otros pasos de un plan B, como una comisión de expertos que haga una propuesta y métodos de participación ciudadana. No obstante, los DC definieron partir con la baja de quórum: resultaba más fácil reunir el piso político para dar una señal pronta a votantes.

“Esta idea la veníamos conversando con la senadora Rincón y algunos profesores de derecho constitucional de la DC, pero la duda era si nos íbamos por el lado del procedimiento o por el fondo, y decidimos optar por una solución de fondo, definitiva, que dé certezas para que, ya sea que triunfe el Apruebo o el Rechazo, nadie pueda imponer un poder de veto para aprobar futuras reformas”, dice el senador DC Matías Walker.

-Pero es la misma idea que había planteado Macaya de bajar los quórum. Parece funcional a la derecha.

-No es así. Es decirle a la derecha, que ya había manifestado su disposición a bajar los quórum, que pongan los votos donde ponen las palabras. Ya recibimos una respuesta positiva del presidente de RN y de Evópoli. Y Macaya mandó un tuit ratificando su plena disposición a los 4/7. Esta es una prueba de blancura para ver si hay voluntad de reformar la Constitución, de avanzar en la protección de derechos sociales sin que la derecha imponga su poder de veto. También es una respuesta a las declaraciones desafortunadas del ministro Jackson, quien dijo que las reformas del gobierno no eran viables con la actual Constitución. Eso no es consistente porque en junio el gobierno ingresará la Reforma Tributaria, su reforma estructural más importante. Además porque en 2017 junto al mismo Giorgio, siendo diputados, presentamos un proyecto para revisar los quórum de reforma constitucional.

-¿Les ayudó en esto Correa Sutil?

-No estoy autorizado para revelar los nombres. Teníamos claro que este proyecto tenía que nacer desde la centroizquierda y no desde la derecha. Porque si gana el Rechazo, como sugieren muchas encuestas, muchos tienen la legítima sospecha de que la derecha se va a arrepentir de su disposición. Así como hay una izquierda más dura, hay una derecha que si gana el Rechazo dice para qué modificar la Constitución. Por eso esta reforma es tan importante. La única diferencia con lo que propone la Convención es que para ellos, además de los 4/7, se requiere un plebiscito ratificatorio.

-¿Cuáles son los plazos?

-Seguramente se dará cuenta hoy en la sala, y ahí se envía a la comisión de Constitución del Senado (que él preside) para ser puesto en tabla. Todos han manifestado una disposición favorable a tramitarla. Hay un amplio apoyo, solo tengo la duda de cómo votarán el FA, el PC y los Republicanos. Pero hay que dar la discusión. Al menos en el Senado debiera votarse antes del 4 de septiembre.

-¿Y están los votos del PS-PPD?

-No alcanzamos a conversarlo con todos, pero de lo que hemos recogido hasta ahora hay muy buena disposición a avanzar de manera transversal. Espero que estén los votos del PS y PPD, y valoro que Pedro Araya haya firmado. Lo central es dar la discusión; ésta es una propuesta concreta para darle una salida al país y no dramatizar lo que pasa después de septiembre. Recogemos lo que dijo el Presidente Boric: hay que ponerse en todos los escenarios.

-Si la reforma prospera, ¿cuál sería el primer cambio a esta Constitución?

-Hay bastante consenso en la definición de un estado social y democrático de derecho, terminar con el rol subsidiario del estado, establecer el derecho a la vivienda, a la seguridad social. También queremos avanzar en la eliminación del control preventivo del TC, donde ya había un acuerdo transversal.

-Esto puede ser visto como una defensa corporativa, pues los senadores no quieren que se les elimine.

-Lo importante acá es generar contrapesos democráticos. Cuando veo lo que pasa en Perú después de la era Fujimori, que fue a un sistema unicameral… hoy están volviendo a un bicameralismo. La gente valora el rol del Senado por su defensa a las regiones. Hay un mundo moderado de centroizquierda que advierte que la propuesta de nueva Constitución tiene falencias, pues refuerza mucho el presidencialismo y tiene pocos contrapesos democráticos. Esa gente estaba esperando liderazgos que se atrevieran a presentar una propuesta distinta. Ahí está. Ahora que unos y otros hablen a través de sus votos.

“El foco debe estar en las urgencias sociales, que son reformas constitucionales para seguridad, pensiones, salud o educación. Para eso vamos a estar presentes”, aseguró el presidente y senador del Partido Republicano, Rojo Edwards. “Ese es el eje que hay que seguir, en vez de seguir, como lo hace Chile Vamos, el eje que propone la izquierda. Nuestro eje es el de la libertad y las urgencias sociales”. Dio como ejemplo la reforma de pensiones pues “no se necesita una nueva Constitución para llevarla adelante, ya hay un proyecto que pasó a segundo trámite en el Senado. Si el gobierno quiere cambiar ese proyecto, solo tiene que mandar una indicación sustitutiva. Ellos en La Moneda eligieron no hacerlo, porque al final los arreglines constitucionales terminan en que los políticos aumentan su propio poder”. Añadió que “la Constitución debe garantizar libertad de derechos y restringir el poder de los políticos”.

Sobre si apoyará el proyecto de bajar los quórum de la actual Constitución, reafirmó su idea de que “vamos a respaldar las urgencias sociales, pero cambiar el eje de la libertad y de estas urgencias, lo veo difícil. Para tomar esa decisión vamos a hacer participar al partido. Chile Vamos tiene que preocuparse más de las urgencias sociales que de los arreglines políticos”.