A fines de enero, 3 meses antes de que la exjefa de gabinete de Michelle Bachelet, Ana Lya Uriarte, llegara a cumplir las mismas funciones en el equipo de la ministra del Interior de Boric, Izkia Siches, la expresidenta del Colegio Médico se reunió con la exmandataria y algunos de sus colaboradores, aprovechando su presencia en Chile, según confirman fuentes del entorno de la hoy Alta Comisionada ONU.

El encuentro Bachelet-Siches se enmarcó en conversaciones para recabar experiencias de gobierno que sostuvo la hoy ministra, cuando ya estaba nominada en el cargo. Y fue seguido de consejos informales que le han seguido transmitiendo hasta hoy, desde antes del arribo de Uriarte a su equipo, la exjefa de gabinete de Bachelet y otra integrante de su círculo estrecho, su exjefa de prensa Haydeé Rojas; ambas parte del grupo de colaboradoras con que Bachelet se reúne cada vez que viene a Chile, e integrantes de su fundación Horizonte Ciudadano.

Las intervenciones de Uriarte —afirman fuentes de La Moneda— se hicieron más constantes hace un mes, una vez que se desató una profunda crisis en Interior luego de que las polémicas de Siches se agudizaran con su falsa denuncia sobre vuelos de expatriación de venezolanos, y su fallido viaje a Temucuicui.

Desde entonces, Uriarte comenzó a asomar con frecuencia en reuniones en Interior con los equipos de Siches, cuando su jefe de gabinete Roberto Estay ya había presentado su renuncia producto de los cuestionamientos a su falta de experiencia política, y la vocera Camila Vallejo ya había anunciado una intervención para reforzar los equipos de Siches.

Ello instaló a Uriarte como una carta para reemplazar a Estay, lo que finalmente se confirmó este miércoles, y es solo el punto más visible de un desembarco de al menos otros 31 bacheletistas en el gobierno. Ello, aunque se funda en la necesidad reconocida en La Moneda de contar con personeros con experiencia de gobierno que suplan los déficit en la instalación (con Interior como el caso más visible pero no único), tuvo como una clara luz verde la reunión que sostuvo Bachelet con Boric el 12 de diciembre. Lo recibió en su casa la misma noche en que aterrizó en Chile para darle su apoyo en la segunda vuelta contra Kast, consolidando así también un vínculo directo trabado hace meses. La cita Siches-Bachelet, así, era un hito más de ese proceso.

Por un asunto de una menor brecha generacional e ideológica en relación a anteriores gobiernos concertacionistas, en el oficialismo se hizo natural que el gobierno de Boric recurriera principalmente a bacheletistas, partiendo por Uriarte, ministra de Medio Ambiente en su primer gobierno y jefa de gabinete en el segundo, donde ostentó más poder que varios ministros, y estuvo en la línea de defensa de la exmandataria cuando enfrentó una dura crisis por el caso Caval, donde estaba involucrado el hijo de Bachelet y su nuera.

El desembarco del grupo cercano

Otros personeros directamente cercanos a Bachelet entraron antes. Su exvocera Paula Narváez, a quien respaldó en su fallida candidatura presidencial, llegó de embajadora de Boric ante Naciones Unidas, mundo que conoce desde que acompañó a Bachelet cuando esta lideró ONU Mujeres. María del Carmen Domínguez, exjefa de gabinete de Bachelet en la oficina del Alto Comisionado, ahora dirige la Academia Diplomática; y Claudio Castillo, antes director de su fundación, hoy es jefe de asesores de Jeanette Vega.

Luego viene otro grupo de exautoridades y asesores que emergieron al alero de Bachelet, algunos de los que poseen “discípulos políticos” que adscriben a la corriente bacheletista. Es el caso de la canciller Antonia Urrejola, quien trabajó en el comando de Bachelet 2, luego en Segpres con Nicolás Eyzaguirre (también del núcleo de Bachelet), y fue promovida por la mandataria para entrar a la Comisión Interamericana de DD.HH.

Natalia Jiménez, en tanto, es asesora de contenidos y discursos del Segundo Piso de Boric, función idéntica a la que cumplió en Bachelet 2, para lo que la reclutó Pedro Güell, presidente de la fundación.

También varios exministros que siguieron articulándose con su fundación están hoy en el Gobierno: la PPD Paola Tapia (ex-Transportes, hoy Directora de Transporte Metropolitano), el PS Máximo Pacheco (exEnergía, hoy en Codelco), y el exSegpres Gabriel de la Fuente (PS), hoy jefe de gabinete del subsecretario del Interior Manuel Monsalve. A su vez, un exasesor de De la Fuente y del comando de Narváez, el socialista Nicolás Facuse, hoy encabeza la división de Relaciones Políticas de Segpres, cargo clave en el equipo de Jackson.

Otro núcleo son los PS cercanos a Mahmud Aleuy, subsecretario del Interior y conocido por el fiato que tuvo con Bachelet. Primero, el mismo Monsalve, exdiputado, que inició su carrera política en la “Nueva Izquierda”, sector PS que entonces integraban Bachelet y Aleuy. En su equipo están presentes como coordinadora legislativa Catalina Lagos (cercana a Narváez y asesora que tramitó el aborto en 3 causales de Bachelet ) y Carolina Garrido, de la División de Seguridad.

Y por último, en la centroizquierda identifican otro grupo de exautoridades de Bachelet que aún cuando no tienen lazos con su núcleo duro, poseen sintonía con su administración; por ejemplo, Jeannette Jara (PC), hoy ministra del Trabajo, fue funcionaria del SII durante gobiernos de la Concertación, y en Bachelet 2, con su partido en la Nueva Mayoría, fue designada en la subsecretaría de Previsión Social.

El ministro de Hacienda Mario Marcel, en tanto, lideró la comisión previsional formada por Bachelet que llevó su nombre: Comisión Marcel. Fue en distintos momentos carta de Bachelet al ministerio de Hacienda (su no arribo los distanció) y como Director de Presupuestos operó como contrapeso para Velasco en la Reforma Previsional junto con el exministro Osvaldo Andrade, otrora escudero de Bachelet.

Y otro caso proviene del mismo núcleo de Andrade en Bachelet 1: Fernando de Laire, asesor que proveía de insumos al Segundo Piso de Bachelet en materia previsional, hoy es asesor de la ministra Jara.

Cómo se pavimentaron los lazos con Boric y Siches

Fue en el primer año de la pandemia en 2020, cuando emergió el liderazgo de Siches como presidenta del Colegio Médico y la doctora se posicionaba como presidenciable en encuestas, que Uriarte y Rojas tendieron puentes con ella, a través de asesores del Colmed que habían trabajado en Bachelet 2.

La invitaron a un seminario sobre medioambiente por Zoom con Bachelet, lo que desató especulaciones en la centroizquierda, sobre todo considerando que un mes antes la exmandataria había descartado volver a postular, afirmando que se requerían nuevos liderazgos.

Finalmente Siches descartó los ofrecimientos del Frente Amplio, y el candidato fue Boric. Una vez que éste derrotó a Daniel Jadue en primarias, durante la primera vuelta Bachelet habló algunas veces con él, afirman quienes conocieron de esas conversaciones.

De esos contactos derivó que el comando de Boric transmitiera el interés por obtener el apoyo clave de Bachelet. Rojas se comunicó con Boric, y luego con personeros del comando, para afinar los detalles de la cita, en la cual ella tomó la fotografía después difundida.

Rebaraje de poder

Un posible desembarco de más exconcertacionistas en el Gobierno implicaría, de consolidarse ese proceso y adquirir Uriarte un rol preponderante, un contrapeso hacia la influencia del FA y el PC —donde el PS ha reclamado un “trato privilegiado” para esas colectividades—, e incluso un giro hacia el centro o la moderación, estiman analistas (ver recuadro).

No hay dudas de que la llegada de Uriarte gatillará un rebaraje de poder interno, afirman diversas fuentes de La Moneda. Para algunos, implicará que la dupla Siches-Uriarte actúe como contrapeso de la influencia de Apruebo Dignidad, en específico de Vallejo y la ministra de la Mujer Antonia Orellana (FA): ello sería funcional al PS, que ha respaldado a Siches más que Apruebo Dignidad.

Particularmente Vallejo ha intervenido en las crisis de Interior: por ejemplo, fue clave en enmendar la estrategia ante el caso Meiggs, cuando Interior no pidió prisión preventiva para quienes habían disparado en el lugar. Ello ahora resultaría más complejo ante una figura de peso como Uriarte. De todos modos, en La Moneda afirman que las intervenciones de Vallejo en Interior obedecieron a un lógico rol de apuntalar la gestión de Siches en momentos de debilidad comunicacional.

El rango de acción con que llega Uriarte se limita a apuntalar a Siches, aunque en el PS afirman que, por su carácter, no extrañaría que intervenga más allá de esa cartera, apelando al rol coordinador de Interior. Otra tensión que anticipan en La Moneda es con la jefa del Segundo Piso Lucía Dammert, quien ha ganado influencia en el círculo de Boric e intentó intervenir en Interior: habría sido ella quien solicitó la renuncia a Estay por segunda vez hace 2 semanas. Con Monsalve, la relación de Uriarte es fluida.

Flanco con el PS: sus aliados y adversarios

Más que una llegada del PS a Interior, es del bacheletismo, producto del lazo directo de Boric con ese sector, consolidado con el apoyo que Bachelet y Narváez le dieron en segunda vuelta, sin haber hecho ese gesto con Yasna Provoste, la candidata de la exConcertación.

Prueba de ello es que el nombre habría sido escogido por Siches, a diferencia del comunista que arribó a Interior, Alejandro Urquiza, sugerido por la dirección PC. En sectores PS estaban molestos con el nombramiento de Uriarte, aunque el presidente del partido Álvaro Elizalde no puso objeciones, afirman en su entorno, pese a la tensa relación que mantiene con Uriarte desde que fue vocero de Bachelet. Diferencias que se intensificaron cuando Uriarte criticó duramente a la directiva PS al apoyar la campaña de Narváez, lo que acrecentó sospechas de que se trataba más bien de una operación para arrebatar al senador el control del partido.

Entre los diputados también hubo reclamos por el nombramiento, en un café que tomaron para apoyar a Alfonso de Urresti como carta para presidir el PS, confirman 2 presentes. Recordaron que fue jefa de gabinete durante la “Operación Huracán” —caso que irá a juicio y donde Inteligencia de Carabineros, implantó pruebas falsas a comuneros mapuche—, y que fue acusada de incidir en la defensa jurídica de la nuera de Bachelet. Pero De Urresti, con quien no tiene relación cercana, puso paños fríos. En Bachelet 2, Uriarte también tuvo roces con Juan Luis Castro, hoy uno de los liderazgos fuertes de los senadores PS. En su círculo de confianza están Aleuy y la otra candidata a presidir el PS, Paulina Vodanovic.

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Natalia Jiménez

Asesora de contenidos del Segundo Piso de Bachelet y Boric

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