“Después de lo de Renato Poblete, dudo de todo”.

La frase la dijo el sacerdote Felipe Berríos del Solar en mayo de 2019, en una entrevista en El Mercurio.

Habían pasado cuatro meses desde que explotara el escándalo que enfrentó en Chile la Compañía de Jesús con las graves denuncias contenidas en un informe que afirmaba que durante casi medio siglo el fallecido y popular cura Renato Poblete, abusó sexualmente de 22 mujeres. Un miembro emblemático de la misma congregación a la que pertenece Berríos.

El sacerdote se ha referido a este tema en varias oportunidades. Sobre Poblete, quien murió en 2010, ha dicho que siempre se ha preguntado cómo pasó y cómo entre los jesuitas “nadie se dio cuenta”.

Felipe Berríos es una figura pública que ha cultivado vínculos en el empresariado. “Hago lo mismo que Jesús, que se metió con las pecadoras, los leprosos, los adúlteros. Tenemos distorsionado lo que es el poder. Lo asociamos con la plata o cuántos amigos en el gobierno o en el mundo empresarial tienes”, dijo en Revista Paula en 2009. Fue en esa misma entrevista que le preguntaron cómo convencía a los empresarios para que apoyaran sus obras. “Les digo que si no los mueve el evangelio de Jesús, que entonces los mueva la inteligencia”. Y agregó: “A todos nos molesta que nos asalten, pero también es una violencia continua ver que se construyen carreteras súper modernas, que la publicidad invita a viajar y cambiar auto, y hay gente que no tiene qué comer”.

Unas de las personas fundamentales en este rol ha sido su amigo Juan Pedro Pinochet, presidente ejecutivo de Gestión Social SA, con quien Berríos levantaba fondos para uno de sus proyectos más queridos: Un Techo para Chile.

Fue Pinochet quien el pasado 3 de mayo salió a defender públicamente a Berríos, luego que el 29 de abril la Compañía de Jesús diera cuenta de una denuncia de connotación sexual presentada por una mujer en su contra, quien relató hechos cuando era menor de edad.

“Es más mi amistad con Felipe Berríos. Me hace pensar que su dolor debe ser muy grande. Porque al menos le conozco dos cosas fundamentales. Su amor a la iglesia hasta marzo, que lo vi. Y segundo, no es un abusador”, escribió Pinochet en su cuenta de Twitter.

Además de Juan Pedro Pinochet, quien fue su brazo derecho durante años como director ejecutivo de Techo, otro empresario que fue muy cercano al sacerdote fue Hugo Yaconi, fallecido en 2017.

Yaconi trabajó palmo a palmo con Roberto Fantuzzi para apoyar a Berríos, y en 2008 recibió el premio “El ignaciano del año” que entrega la Asociación de Exalumnos Ignacianos y que ha sido dirigida por el mejor amigo del exPresidente Piñera, Pedro Pablo Díaz. Junto a la historiadora Lucía Santa Cruz, colaboró de cerca en Infocap, la Universidad del Trabajador, de la que el sacerdote fue su director.

También ha colaborado con el trabajo de Berríos, el fundador de Derco y Sodimac, José Luis del Río.

El hermano gemelo del sacerdote, Andrés Berríos, ha servido de puente con el mundo empresarial. Es conocido por ser una persona con mucho carisma y redes. Está casado con Blanca Etcheberry, autora del libro “Un puente entre dos mundos”, una biografía de Renato Poblete. Etcheberry es hermana de la madre del diputado Gonzalo Winter (FA), María Elena Etcheberry, dueña de una agencia de comunicación y lobby y de Leonor Etcheberry, expresidenta del Colegio de Abogados e integrante de la Suprema hasta 2021.

Otro nombre cercano a Berríos es Felipe Lamarca Claro y su esposa, la exdirectora de Radio Zero y expresidenta de TVN, Anita Holuigue Barros, quien participó de Un Techo y ha sido una histórica colaboradora de los jesuitas.

Berríos también estrechó lazos en el mundo de las comunicaciones. Allí conoció a Patricia Bazán y Andrea Dell'Orto, ambas ejecutivas en Mega. A ellas se suma el psicólogo de la Universidad Católica y director ejecutivo de Fundación (Paréntesis), Pablo Egenau, casado con Dell'Orto y Patricio Hernández, exejecutivo de varias estaciones televisivas.

El jesuita fue panelista del programa “¿Aló Eli?”, que conducía Eli de Caso. También es cercano a la periodista Andrea Vial, su esposo Juan Agustín Vargas y a la periodista Paula Escobar, quien lo defendió en twitter cuando su nombre fue vetado para colaborar con Vivienda.

Tiene otros vínculos en la televisión: le bendijo las argollas al animador Francisco Saavedra y bautizó a uno de los hijos del actor Jorge Zabaleta.

En política, Berríos tiene amigos desde su infancia. Entre ellos, el exministro del Interior Jorge Burgos (DC), el expresidente del CDE, Carlos Mackenney y Carlos Montes (PS), ministro de Vivienda de Boric, Incluso, Montes lo había considerado para su ministerio.

También son cercanos el empresario Pedro Pablo Díaz y su hija Magdalena Díaz, exjefa de gabinete de Piñera. Y lo fue el exsenador UDI Jovino Novoa, quien murió en 2021.

En 2010, el exdiputado DC José Miguel Ortiz, le rindió un homenaje por su partida a África: “En nombre de los conciudadanos que me han respaldado a través del voto, un sincero y agradecido homenaje a este joven sacerdote que ya dejó huellas en nuestra patria”, dijo .

Uno de los creadores de Educación 2020, Mario Waissbluth, ha hecho pública su amistad. Cuando ocurrió la polémica del supuesto veto a Berríos en Vivienda, publicó una dura carta: “El creador de Techo para Chile, que posteriormente se extendió por América Latina; el sacerdote que estuvo cuatro años en África conviviendo y ayudando a los más pobres de los pobres de la Tierra; el residente de La Chimba conviviendo y apoyando a diario a esa comunidad; en suma, un valor moral y ético para nuestra nación, no se merece el trato indigno al que ha sido sometido. El burdo razonamiento de la cancelación ministerial: si Berríos es jesuita, y el cura Poblete fue jesuita abusador, entonces todos los jesuitas son cancelados”.

Berríos ha sido defendido por distintas personalidades e intelectuales frente a los ataques de su propia Iglesia, como cuando se filtraron correos electrónicos entre el Cardenal Francisco Javier Errázuriz y Ricardo Ezzatti, quienes buscaban bloquear la posibilidad para que fuera el capellán de La Moneda.

Otro de sus conocidos y cercanos es el periodista Jorge Andrés Richards y el exrector de la Universidad Alberto Hurtado, Fernando Montes SJ. Con Montes vivió en la conocida comunidad Rupe, en Departamental con Santa Rosa. Allí una vez invitaron a comer al expresidente Ricardo Lagos y a su esposa, Luisa Durán.

En la Iglesia chilena, Berríos siempre ha tenido quienes lo defiendan. Sus más cercanos en los jesuitas, además de Montes, son Héctor Guarda s.j. de TECHO; el hermano de Benito Baranda, Guillermo Baranda s.j; Fernando Verdugo s.j y Jorge Costadoat s.j.. Además de José Francisco Yuraszeck s.j, hijo del empresario José Yuraszeck y exalumno del Verbo Divino.

En 2009, en una larga entrevista con la revista Paula, Berríos respondió por las acusaciones en contra de Marcel Maciel, fundador de los Legionarios de Cristo. “Me llamó la atención que cuando se supo, la respuesta del vocero de los legionarios fue sólo: No podemos callar. Me pareció una respuesta triste. Los sacerdotes y un vocero de una congregación no estamos para decir que no podemos callar, sino para decir la verdad. Su respuesta provoca la pregunta: ¿Y qué hubiera pasado si hubiéramos podido callar? Que un sacerdote fundador y superior de una congregación tenga relaciones con una mujer es un grave error. Pero también es profundamente humano y comprensible”.

Cuando en 2019 el periodista de TVN Santiago Pavlovic comenzó su ciclo de programas “Sin Parche”, invitó a Felipe Berríos. Al inicio del espacio, el rostro de Informe Especial se hizo varias preguntas, mientras en paralelo se exhibían imágenes de Berríos y de La Chimba.

Pavlovic se cuestionó qué pasaría si Berríos hubiese tenido un amorío en el Congo, Burundí o Chile. O “si una víctima, rompiendo angustias de años de silencio y plomo, lo denunciara; si se revelara una zona oscura y abyecta en este cura, el golpe sería devastador”.

En el programa, Berríos explicó que se había educado de manera sexista, que a veces había caído en los chistes en contra de homosexuales y que estaba al tanto de todos los rumores que lo han seguido. Una de esas historias, recordó, es cuando lo han confundido con su hermano gemelo. Y contó que en una ocasión el sacerdote Fernando Montes, su guía espiritual, le preguntó si era él a quien un cardenal había visto con una mujer en un hotel: “Claro, vieron a mi hermano gemelo, que es igual a mí, con su señora…y ahí estaban sospechando. Hoy ser célibe es un signo de sospecha, la gente dice ‘debe tener algo escondido, nadie nos cree'”.

Y recordó que cuando se fue a África, “habían dicho que me arranqué con plata, que tenía un hijo”.

Pavlovic le preguntó si era virgen: “No soy virgen en ningún sentido”, dijo. Contó que cuando estudiaba Construcción en la UC se había enamorado, y que las mujeres son “lo mejor que ha hecho Dios”.

En otra entrevista, con el periodista Ignacio Franzani, habló sobre el celibato: “Es complicado, cuando yo entré a cura el celibato era como una garantía. Hoy es un signo de desconfianza. El celibato no debería ser para todos los sacerdotes”.