“La justicia canónica no le da confianza a la ciudadanía”.

Antonia Orellana, ministra de la Mujer, en radio Agricultura.

“Tenemos que dejar que la Compañía de Jesús (…) realice esta investigación”.

Juan Pablo Hermosilla, abogado.

“Yo me enteré de la denuncia (en contra del sacerdote Felipe Berríos) como todos, por el comunicado que subió a su página web la Compañía de Jesús”, aclaró esta mañana en radio Agricultura la ministra de la Mujer, Antonia Orellana.

Así descartaba que ella supiera por adelantado de la acusación por “hechos de connotación sexual”, realizada el 29 de abril ante el Arzobispado de Santiago a través de la Fundación para la Confianza, organismo que “acompaña” a la mujer denunciante. Hoy ella es mayor de edad, pero en la época de los hechos era menor.

“La justicia canónica no le da confianza a la ciudadanía”, añadió la autoridad, expresando que espera que se abra una indagatoria en la justicia penal.

Sin embargo, el abogado de la fundación, Juan Pablo Hermosilla, insistió —a través de un video enviado a “La Segunda”— en que la causa está radicada en sede eclesiástica.

Hemos estado apoyando a esta joven, que decidió denunciar a Berríos canónicamente y deseamos que esta investigación se pueda desarrollar en el marco más expedito de transparencia y eficiencia posible por parte de la Compañía de Jesús, y que se logre prontamente determinar la veracidad de los hechos denunciados. Desde ese punto de vista, en este momento tenemos que ocupar un lugar secundario y dejar que la Compañía de Jesús, dentro del marco canónico, realice esta investigación… Más adelante podremos agregar otros antecedentes, por ahora, nuestro apoyo a nuestra clienta y tratar de colaborar para que esto pueda esclarecerse, respetando los derechos de todas las personas involucradas”, dice Hermosilla en el video.

Al cierre de esta edición, en la Fiscalía Nacional todavía no se sabía de que hubiese alguna denuncia, la que, en todo caso, podría ser presentada en cualquier sede local, dependiendo del lugar de los hechos o del domicilio de la víctima.

Por su parte Berríos comunicó que colaborará para un pronto esclarecimiento. Debido al inicio de la investigación canónica previa, está suspendido de sus funciones sacerdotales.

Cura político

A diferencia de otros sacerdotes con vínculos en la elite, que han enfrentado investigaciones, Felipe Berríos tiene relaciones más transversales, con llegada a grandes empresarios y al mundo progresista de la exConcertación.

Por ejemplo, tenía línea con la expresidenta Michelle Bachelet, en cuyo tiempo fue uno de los nombres para ocupar la capellanía de La Moneda. Eso y su experiencia en campamentos en Chile —vive en La Chimba, Antofagasta— y en África, llevó al ministro de la Vivienda, Carlos Montes (PS) a proponerlo como coordinador para dar solución a los problemas de los asentamientos irregulares, lo que fue descartado tras las críticas de Orellana.

Pero además, diferentes capítulos de su vida van reflejando el nivel de sus relaciones. Fue un cura liberal, inspirador de Isabel Allende, cercano a una parte de la familia Claro, a Ignacio Briones, a Claudio Orrego a Patricio Fernández, entre muchos otros.

Su trabajo social fue lo que lo convirtió en un referente. Fundó Un techo para Chile e Infocap en 1997, se fue de misionero a África en 2010 y desde el 2015, se instaló a vivir La Chimba, mismo año en que la Cámara le rindió homenaje. Y así fue como su vida inspiró a “Camilo”, un personaje (sacerdote por cierto) de “Violeta”, la última novela de Isabel Allende, quien le dedicó el libro.

En noviembre de 2018 en una ceremonia simbólica, bendijo el Acuerdo de Unión Civil del animador Francisco Saavedra y su pareja. También casó a la hija mayor del empresario Juan Claro.

Es activo en política. En 2021 abogó por los detenidos tras el estallido del 18 de octubre durante la tramitación del proyecto de indulto en el Senado.

Su rostro ha estado en campañas electorales, como la del candidato de Evópoli en la primaria de 2021, Ignacio Briones (a quien casó 10 años antes); la de Claudio Orrego (DC) en su postulación a la gobernación de la Región Metropolitana y también en la de la gobernadora del Maule, Cristina Bravo (DC).

Su interés por la cosa pública también lo expuso en la campaña de convencionales, grabando un video de apoyo para Patricio Fernández, exdirector de The Clinic. Y el 20 noviembre de 2021, junto a cien figuras chilenas —entre ellas Evelyn Matthei; Ignacio Sánchez; Adriana Valdés; Jaime Parada; Isabel Parra; Rodrigo Jordán; Sol Serrano; Juan Sutil y Fernando González— firmó una carta en la que se llamó al “respeto, diálogo y paz”, de cara a las elecciones presidenciales y parlamentarias.

Formó parte del equipo constitucional del Instituto Desafíos de la Democracia en donde compartió con el filósofo Hugo Herrera (cercano a RN) y Verónica Pinilla (PPD), entre otros.

Cura contestatario

En 2009 Berríos comenzó a dar potentes señales de intranquilidad con la realidad social. Ese año habló de las universidades “cota mil”; en julio de 2013 en TVN cuestionó el actuar de la jerarquía de la Iglesia Católica: “Hay grupos dentro de la iglesia que le han hecho un daño tremendo a la elite chilena”, cuestionó.

En 2015 se filtró una seguidilla de correos electrónicos privados entre los cardenales Ezzatti y Errázuriz que revelaba gestiones para impedir que Berríos fuera nombrado capellán de La Moneda. Al año siguiente, ante la propuesta de sueldo ético de monseñor Alejandro Goic, el entonces arzobispo Ricardo Ezzatti aseguró que “ese es el sueldo que yo mismo tengo”. A lo que Berríos retrucó en radio Cooperativa: “Si ganara 400 mil pesos no andaría en auto con chofer”.

También incomodó cuando en 2014 —tras regresar de África— llamó a reconocer el matrimonio gay: “Los homosexuales y las lesbianas son hijos de Dios y están llamados a la santidad como todos nosotros. No son ciudadanos de segunda clase ni están en pecado”, dijo en El Informante de TVN.

En julio de 2019, cuando los resultados de la investigación confirmaron las denuncias en contra del fallecido líder jesuita, Renato Poblete, entrevistado en radio Biobío Berríos señaló que Poblete “se disfrazó de jesuita y se disfrazó de sacerdote” y que “usó el nombre de la Compañía y los jesuitas (…) Yo le creí”.

A pesar de ello, la ministra Orellana consideró insuficiente su condena respecto de esos hechos.

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