Desde el retorno a la democracia, todos los Presidentes de la República han optado por trabajar con personas de extrema confianza. En algunos casos han sido antiguos amigos de jornadas políticas, y en otros, familiares cuya cercanía les garantiza tranquilidad. Y es que además de las virtudes profesionales, la afinidad personal pesa en quien llega por primera vez a La Moneda. Porque son los que realmente influyen, y a los que más se escucha para tomar decisiones.

Pero la relación emocional también puede jugar en contra: hace más complejo tomar decisiones duras en medio de crisis (sacar del gabinete a un amigo), y a veces no permite que el Presidente tenga una visión real de lo que está pasando, pues sus cercanos tienden a protegerlo.

La práctica de tener cercanos en puestos clave debutó en 1990 con Patricio Aylwin: Carlos Bascuñán, su yerno (casado con Mariana) era su jefe de gabinete, y su amigo Francisco Cumplido, ministro de Justicia. Luego Eduardo Frei Ruiz-Tagle pondría a sus amigos en el gobierno: Edmundo Pérez Yoma, Raúl Troncoso, Carlos Figueroa y Genaro Arriagada.

En 2000, Ricardo Lagos Escobar patentó el “Segundo Piso”, grupo de cercanos que fue muy criticado por la entonces Concertación, pues a su juicio tenían demasiado poder, y donde estaban Ernesto Ottone, Marco Colodro, Eugenio Lahera y el cuñado de Lagos, Roberto Durán.

Junto a Michelle Bachelet, en su primer gobierno, estaba la periodista María Eugenia Álvarez (la “Jupi”), amiga de años de la exPresidenta. En sus dos gobiernos también estuvo María Estela Ortiz, con quien compartía veraneos en Caburga.

Sebastián Piñera confió como embajador a su amigo Pedro Pablo Díaz, y tuvo que retroceder en su decisión de nombrar a su hermano Pablo Piñera en la embajada de Chile en Argentina.

No es extraño entonces que el presidente Gabriel Boric también haya optado por ese diseño. Su amigo desde la época universitaria y compañero de proyectos políticos en el Parlamento, el ministro secretario general de la Presidencia, Giorgio Jackson, es la mejor muestra. También el actual ministro de Economía, Nicolás Grau, amigo de sus tiempos de dirigente estudiantil y crítico igual que Boric del modelo concertacionista al que perteneció la mamá de Grau, la ex ministra y consejera del CDE Paulina Veloso.

Otro de sus amigos en el gobierno es el abogado y expresidente de Espacio Público, Diego Pardow. Se conocieron en la escuela de Derecho de la Chile. Aunque varios pensaron que Pardow era un ministeriable, sus cuestionadas vocerías en el último tramo de la campaña lo relegaron a un lugar menos visible: hoy está en el Segundo Piso de La Moneda. Pardow, con estudios en la U. de Berkeley, es uno de los que mejor conoce el programa de Boric.

Para los cargos de segunda línea, Boric también buscó en sus raíces universitarias. Cuando entró a militar en “Estudiantes Autónomos”, conoció a varios de los que hoy componen el gobierno, como su jefe de gabinete, el abogado Matías Meza-Lopehandía, quien es uno de sus mentores políticos junto con el sociólogo Carlos Ruiz. Militante de Convergencia Social, tiene un magíster en DD.HH. de la London School of Economics and Political Science (LsE). El cargo de jefe de gabinete es la puerta de entrada al Presidente, pero tiene de dulce y agraz, pues es quien maneja la agenda del mandatario y se encarga de decir que “no”. De allí la confianza que deben tener ambos.

Junto con Meza-Lopehandía está la periodista Nicole Vergara, una de las primeras encargadas de prensa de Boric y quien hace las veces de asistente del jefe de gabinete. Es amiga del mandatario, pero su mayor cercanía es por su hermano Simón, también periodista de la Chile.

Así también llegaron la ministra de Bienes Nacionales, Javiera Toro, y el exvicepresidente FECH y periodista, Francisco Figueroa, jefe de gabinete de Toro. Y los Subsecretarios del Trabajo, Giorgio Boccardo, sociólogo y expresidente de la FECH; y el de Medio Ambiente Maximiliano Proaño, abogado, militante CS, exjefe de gabinete de Boric entre 2016 y 2018.

Aunque se hicieron cercanos en las primarias, el sociólogo Carlos Durán (CS) fue una pieza importante en el área estratégica del comando. Hoy está a cargo de estudios en el Segundo Piso y es cercano a Sebastián Kraljevich, recién nombrado embajador en la OEA. Durán también colaboró con contenidos en sus discursos, pese a que al mandatario le gusta improvisar. No son amigos de infancia o de universidad, pero Boric le tiene confianza. Fue uno de quienes lo empujó a decir que había que “bajarse del árbol” cuando la campaña peligraba con Kast.

Otro de sus amigos íntimos es periodista. Se conocen desde el colegio: Felipe Valenzuela, director de comunicaciones de La Moneda, trabajó por años con Boric en la diputación. Cuando se fue a estudiar fuera de Chile en 2018, el mandatario escribió en su cuenta de twitter: “Mi mejor amigo y compañero de vida, Felipe Valenzuela, parte a estudiar lejos. Por la chucha que lo voy a extrañar”.

Javiera Cabello fue jefa de campaña de Boric y uno de los diques de contención cuando enfrentó cuestionamientos de los movimientos feministas. Se la jugó junto a la ministra de la Mujer, Antonia Orellana, en esa tarea. Contra viento y marea, la “Pelo” fue el frontón que necesitaba para aguantar los embates. Hoy es jefa de gabinete de Orellana.

Nelson Alveal es otro oriundo de Pío Nono. Se conocieron en Derecho. Fue jefe de avanzada en la campaña y hoy lo hace en la Presidencia. Exbaterista de la banda chilena “Guachupé”, antes de entrar a la campaña tenía una productora de eventos. En la confianza que se tienen, es conocido como “el guatón Nelson”.

Miguel Barros es abogado y trabaja en el equipo de Avanzada Presidencial. También es de confianza de Boric. Antes de entrar al gobierno, atendía causas laborales. Militó en los estudiantes autónomos y es cercano al jefe de gabinete-Lopehandía. Es respetado por su capacidad intelectual y por sus apreciaciones cuando se le requiere. “Un sabio”, señalan.

El historiador y master en desarrollo urbano de la UC, Emiliano Salvo (Producción y Avanzada) es del círculo de hierro y pelea el primer lugar junto con el actor Mario Horton, el cantautor Nano Stern y el diputado Gonzalo Winter. “Es un típico personaje de la izquierda de nuestra generación”, se dice de él. Salvo trabajó durante años en la Fundación Decide, que promueve la “justicia socio-espacial en espacios urbanos y rurales”.

La abogada Cynthia Martinic (Interior) también conoce al Presidente desde la Escuela de Derecho. Hoy trabaja en la División Jurídica del Ministerio del Interior. Fue integrante del centro de alumnos cuando Boric era presidente y participó con él en la toma de la escuela en 2009, cuando el mandatario tenía 23 años. Martinic conoce la dinámica de esa cartera, pues trabajó ahí entre el 2016 y 2019. También ha ejercido en estudios jurídicos.

Otra de las abogadas de la U. de Chile que cuenta con la confianza de Boric es Francisca Moya Marchi. Tiene un Master en Derecho de la London School of Economics and Political Science, y es candidata a doctora por la Universidad de Glasgow. Moya es la jefa jurídica de Giorgio Jackson en la Segpres y es la conexión directa con el Presidente. Su cargo es importante, pues, entre otras tareas, debe redactar los decretos que firma Boric. Moya Marchi trabajó en el TC y en la Segpres en el segundo gobierno de Bachelet.

El director del Servicio Civil Felipe Melo es mayor que Boric, y se conocen desde la época de estudiantes. Fue presidente de la FECH, al igual que el mandatario, pero en 2004. Es ingeniero Civil Industrial de la U. de Chile, independiente, cuenta con 15 años de experiencia en el sector público. Fue Seremi de Educación.

La subsecretaria de Desarrollo Social, Francisca Perales, fue vicepresidenta de CS. Es ingeniera civil bioquímica de la U. Católica de Valparaíso. Tiene experiencia en el mundo público por su trabajo en la municipalidad de Valparaíso con Jorge Sharp, amigo y cercano del presidente. Perales fue una de quienes explicó la decisión de Irina Karamanos de ocupar el cargo de Primera Dama. “Aspiramos a que terminado este periodo, todo ese rol caritativo y tan conservador que dejó Lucía Hiriart esté repensado”, dijo a Biobío.

La delegada presidencial de la Región Metropolitana, Constanza Martínez, también es abogada y cercana a Boric. Cuando la necesitó en medio de la campaña, Martínez dejó su cargo de jefa de gabinete de Gonzalo Winter y se fue a trabajar en el equipo. Fue presidenta del Centro de Alumnos de Derecho de la Chile, es cercana a la convencional Constanza Schönhaut y también milita en CS.

Dentro de las nominaciones internacionales, la que generó más polémica fue la de Bárbara Figueroa como embajadora en Argentina. Pero lejos la más sorpresiva fue la de su amigo Javier Velasco en España, un desconocido para el mundo diplomático. En un perfil de un medio electrónico, decía que era el “Pepe grillo” de Boric. Velasco militó en todas las organizaciones que llevaron a crear Convergencia Social, la colectividad del mandatario. Estudió en la misma facultad y comparte amigos como la convencional Constanza Schönhaut, pareja del ministro Jackson.

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