Proyecto Piloto

H2V de GNA

Gracias a su compromiso con la sustentabilidad y el desarrollo de una minería sustentable, GNA se adjudicó a fines del 2020 un estudio de prefactibilidad financiado por la Sociedad Alemana para la Cooperación Internacional (GIZ) y elaborado por un consorcio español de empresas especialistas.

“Luego de tres meses de trabajo, el estudio, publicado en agosto de 2021, identifica un requerimiento diario de 160 kg de hidrógeno con tal de abastecer una flota de cuatro camiones impulsados por H2V. Dicho requerimiento se ve reflejado en un proyecto piloto el cual incluye una planta solar fotovoltaica de 1,8 MW la cual potencia un electrolizador de 1,2 MW”, detalla Johan Dreyer.

Al mismo tiempo, detalla el ejecutivo que producto de su ubicación estratégica en el nudo industrial La Negra, GNA apunta a ofrecer servicios de movilidad limpia a sus clientes y a los principales actores industriales en la zona, teniendo claramente definido el escalamiento del proyecto hacia el 2030.

“Actualmente GNA se encuentra avanzando en los permisos del proyecto así como en el sourcing de las tecnologías correspondientes”, finaliza el gerente de Nuevos Proyectos de Grupo Norte Árido y consultor internacional de proyectos H2V.

Layout del proyecto piloto diseñado por la GIZ.

1,2 MW

de electrólisis

para abastecer

cuatro camiones

Sector industrial La Negra, Antofagasta.

Por su geografía, Chile es considerado un país privilegiado. No solo por su diversidad de paisajes, sino también porque, gracias a sus mareas, vientos y radiación solar, cuenta con óptimas condiciones para producir energías renovables no convencionales (ERNC).

Precisamente, las energías eólica y solar se utilizan para obtener hidrógeno verde (H2V), también denominado el combustible del futuro, y que se produce a partir de agua y energías renovables.

En la práctica, el hidrógeno es el elemento más abundante del universo, pero no se encuentra en estado puro en la naturaleza, sino que unido a otros compuestos, como el agua, hidrocarburos y compuestos orgánicos.

Así, para obtener hidrógeno verde es necesario descomponer, usando energías renovables, las moléculas de agua (H2O) en oxígeno (O2) e hidrógeno (H2). Así, queda en condiciones de ser utilizado como combustible, cuya gran ventaja es que, a diferencia de otros combustibles fósiles, no contiene carbono, por lo que no genera CO2, uno de los gases de efecto invernadero responsable del calentamiento global.

De ahí que el hidrógeno verde se esté posicionando como un combustible clave para la reducción de emisiones de GEI y la transición energética, sobre todo en aquellas industrias con alta demanda de energía como la minería. Es en esta industria donde el proyecto HyEx, de la energética francesa Engie y la empresa Enaex y emplazado en Antofagasta, utilizará el hidrógeno verde que se obtendrá a partir de la energía solar con que se potenciarán electrolizadores de 1.6GW. Una prueba piloto inicial prevé instalar 16MW para 2024.

“Para la Región de Antofagasta es muy importante poder producir hidrógeno verde en la zona, no solo porque nos da la posibilidad de ser líderes en la materia, tal como ya lo somos en minería y energías renovables no convencionales, sino que también se generarán nuevos puestos de trabajo y un nuevo dinamismo económico en la región”, afirma el seremi de Energía de Antofagasta, Aldo Erazo.

En este sentido, recuerda que Antofagasta cuenta con una infraestructura portuaria de primer nivel, lo que sumado a la capacidad de generación de energías renovables, permitirá desarrollar hidrógeno verde a precios competitivos para la industria.

“También debemos considerar que tenemos gran actividad minera y esta industria requerirá energía sustentable para funcionar, por lo que con el hidrógeno verde no solo se podrán abastecer, sino que también reducir los gases de efecto invernadero, lo que permitirá avanzar en disminuir la huella de carbono”, señala la autoridad regional.

Pero la producción de H2V también forma parte de la Estrategia Nacional de Hidrógeno Verde, pues los análisis indican que la gran capacidad de energía renovable que tiene Chile le permitirá ser el productor más barato de este combustible verde del planeta.

Con ello no solo se avanzará en el objetivo de carbono neutralidad y desarrollo sostenible, sino también permitirá ampliar la matriz productiva del país, pues se podría tanto exportar productos creados con esta energía cero emisiones como vender energía renovable a otros países.

Estrategia

Conscientes de que la innovación es esencial para el desarrollo, Grupo Norte Árido (GNA) decidió estar a la vanguardia e impulsar, en 2019, una nueva línea de negocios: el desarrollo de hidrógeno verde, que se suma a la tradicional explotación de recursos metálicos y no metálicos, tales como el cobre y la sílice.

“El Grupo Norte Árido es una empresa activa en la pequeña y mediana minería, en la Región de Antofagasta, y tenemos un consumo energético importante tanto en la generación de electricidad como en lo que consume nuestra maquinaria, que es más del 90%”, explica Johan Dreyer, gerente de Nuevos Proyectos de Grupo Norte Árido y consultor internacional de proyectos H2V.

Ello sumado a que la operación de GNA no está conectada a la red eléctrica, siendo una isla energética. El ejecutivo explica que convierte el H2V en un elemento crucial en su estrategia de descarbonización, porque el hidrógeno es una molécula a diferencia de la electricidad solar, que no puede electrificar todos los procesos, pero el hidrógeno sí lo puede hacer.

“Podemos ser un productor de energía gracias al sol que existe en la zona, lo que nos permite ver con muy buenos ojos esta tecnología del futuro, por lo que empezamos a explorarla en 2020, cuando encargamos un estudio de prefactibilidad a la Universidad Técnica Federico Santa María, que nos dejó claro que había un potencial tanto por la calidad del sol como por los requerimientos que se dan en nuestra operación”, asevera.

En un contexto en el cual el hidrógeno verde está cada vez más presente en el mundo, GNA considera factible, por ejemplo, reemplazar su flota de camiones por unos que utilicen H2 y utilizar el combustible que se produciría en el norte de Chile.

“Somos una empresa que ha estado en las grandes ligas siendo pequeños, por lo que nos hemos familiarizado con inversiones y actividad que involucran montos importantes de dinero. Por lo mismo, queremos apostar por el hidrógeno verde, porque es un combustible en el cual las grandes empresas energéticas, químicas, industriales están invirtiendo y no nos queremos quedar atrás por el solo hecho de ser una empresa mediana”, añade Johan Dreyer.

Así, el deseo de GNA es que al hidrógeno verde no solo tenga acceso un grupo selecto de grandes empresas, sino que también otros puedan posicionarse, levantar fondos, avanzar con estudios de factibilidad e incluso producirlo en la región. “Queremos democratizar el hidrógeno verde, con un costo competitivo y ofrecerlo a distintos actores que van a requerir servicios de movilidad limpia desde ahora al 2030. Queremos participar en este nuevo mercado y así contribuir a disminuir la huella de carbono del proceso de la minería”, comenta.

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