Tiene paciencia y mesura, pese a su edad. Es una mujer bien dulce al final del día”. Loreto Carvajal,senadora PPD.

Todo lo contrario de lo que pasa con Giorgio Jackson (ver página 6), dicen en el Congreso que sucede con Camila Vallejo: militante PC, de 33 años, la futura ministra Secretaria General de Gobierno o “vocera”, proyecta en los medios formas mucho más duras de las que tiene al hacer política. Entre sus pares la impresión que hay es que las defensas firmes a sus ideas y a las de su partido, le generan esta imagen. Porque una cosa es su la fuerza y el carácter con el que argumenta sus posturas y otra su modo amable al negociar.

Cede poco, dicen algunos, pero escucha mucho, opina la mayoría. Quienes han compartido con ella en comisiones como Trabajo, Educación y Mujer y Equidad de Género, coinciden en que destaca por su calma. Aunque haya debates apasionados, y que para ella tengan gran interés, como el proyecto de 40 horas o el de educación sexual integral, no pierde el control. “Ha demostrado mucha preparación y mucha templanza”, cuenta Ximena Ossandón, su compañera en la Comisión de Mujer y con quien trabajó para que la Convención Constitucional fuera paritaria. “Eso sí, en un ministerio tienes que desarrollar otras habilidades, como la negociación con la oposición, que es lo que yo echo un poco de menos en el PC. Hay que ver cómo actúa con sus habilidades blandas, porque en general en el PC no son dialogantes, por la idea de país clara que tienen y con la fuerza que la defienden”, añade.

Pese a esa aprensión, entre parlamentarios de derecha y de la exConcertación coinciden con el diputado Daniel Verdessi (DC) en que “es la persona más flexible de todo el PC, no visualizo a alguien mejor porque negocia y tiene mucha persuasión. Tiene un trato muy respetuoso, es delicada y muy preparada. Dentro de la rigidez estructural del Partido Comunista, ella es la que más flexibiliza”.

La senadora Loreto Carvajal (PPD) compartió con ella hasta el año pasado en la Cámara de Diputados, especialmente en la bancada feminista Julieta Kirkwood, integrada por parlamentarias de todos los partidos de la actual oposición. “El liderazgo de ella radica en su alta credibilidad. Genera mucha confianza cuando se llega a un acuerdo. Tiene capacidad de escucha, que es bien valorada en política. Tiene paciencia y mesura, pese a su edad. Es una mujer bien dulce al final del día, bien carismática a diferencia de lo que se ve en TV”, comenta

Da un ejemplo de flexibilidad: “Disputé con ella la presidencia de la Comisión de Mujer y después de no llegar a consenso fue ella quien se bajó. Cede cuando llega a la convicción que hay que ceder”, dice.

Sus contactos en la derecha

El problema, creen parlamentarios de derecha mayores que Vallejo, es que no son muchas las veces que se convence de cambiar de idea. Piensan que es muy dogmática y no le ven muchas ganas de establecer puentes con ellos: “No es una persona que se caracterice por mantener una conversación con nuestro sector”, resume Leopoldo Pérez (RN).

Luis Pardo (RN), comparte con ella en Educación y asegura que “es cordial, pero muy rígida. La veo siempre muy formal, pero muy puesta desde su posición. Nunca la he visto muy activa en una negociación por buscar acuerdos o por ceder en posiciones importantes para ella”.

Sin embargo, en las generaciones más jóvenes, la ven distinto. De hecho plantean desde la derecha que sus interlocutores más directos —además de Ossandón y la senadora Marcela Sabat— son el presidente de la Cámara de Diputados Diego Paulsen y los diputados Diego Schalper y Gonzalo Fuenzalida, todos RN. Antes que asumiera como vocero de Gobierno, era Jaime Bellolio su contacto más directo de la UDI en el Congreso.

“Camila Vallejo es una gran negociadora, conversadora, tiene mucha iniciativa. Es una persona que, si bien tiene una línea ideológica muy nítida, es alguien que entiende que hay que dialogar”, plantea Diego Schalper con quien suele enfrentarse en la Comisión de Educación. “Ella representa una nueva mirada de la izquierda, más renovada, hemos tenido una buena capacidad para llegar a acuerdos”, añade.

Eso sí, existe un temor y es que no siempre las generaciones mayores del PC coinciden con sus planteamientos, lo que en un partido disciplinado como el comunista, podría hacer que se impusiera otra mirada. De todos modos esas dudas se han ido disipando, no solo porque fue la más votada en la Comisión Central del PC a la hora de elegir directiva —no fue presidenta porque el voto es indirecto y se optó por reelegir a Guillermo Tellier—; también por su línea directa e historial común con el presidente electo. Y por lo mismo, logra ordenar sus filas.

Camila Vallejo a veces choca con otras generaciones del PC, pero fue la más votada en la interna.

CLAUDIO CORTÉS

LEER MÁS