Para Bárbara Pino, de la UDP, que Irina Karamanos haya dicho en entrevista con la revista Ya que priorizará trajes de diseñadores locales, es “una muy bonita señal; decir que usará moda chilena tiene que ver con revalorar una creatividad que básicamente no ha sido puesta en valor, pues muchas veces las mismas mujeres no quieren o no se atreven, y quieren estar siempre como en lo clásico”.

“Básicamente será la primera vez que vamos a tener una ‘primera dama' joven y será interesente ver cómo se presentará al mundo. Tal como se dio en EE.UU. para el cambio de mando, la señora del presidente y Kamala Harris usaron vestidos de diseñadores americanos… Hay una reminiscencia con lo multicultural. Ojalá Irina pueda y tenga ganas de seguir esta corriente de ser vehículo de nuestra creatividad nacional”, enfatiza.

Pino también destaca a figuras como Kate Middleton y la Reina Leticia de España. “Es una forma de sensibilizar, culturizar y representar a la nación de forma creativa: eso se llama Soft Power, o ‘poder suave', término acuñado por Joseph Knight en los 90, en donde la moda se entiende como capaz de contar una historia o reflejar un mensaje; es capaz de seducir a otro a partir de esta belleza o estética que proponen las primeras damas. Es la marca país a través de la ropa”, agrega.

“Si comprenden el Soft Power de la moda, serán capaces de conquistar, empatizar y seducir a la población, porque se acercarán no solo con un discurso, sino con un modo de vivir”.

LEER MÁS
 
Más Información

Esta semana, acompañado de Irina Karamanos, el presidente electo llegó al Tricel para ser proclamado. Entre los comentarios en redes sociales, algunos se detuvieron en un aspecto: “Gabriel Boric es proclamado Presidente de Chile… ¡¡Y FUE SIN CORBATA!! Buenas señales de cambio”.

Desde que comenzó su campaña presidencial, cómo se viste y se ve Gabriel Boric y su equipo más cercano, ha sido tema de discusión. La decisión de no llevar corbata –una que sostiene desde que llegó al Congreso como diputado– incluso ha sido titular de reportajes y perfiles, como el que le hicieron en Bloomberg, que lo describe como un joven “de barba frondosa, sin corbata y mangas arremangadas”.

“Detrás de todo lo que uno hace hay un mensaje. Todo habla, así es la vida”, asegura el experto en marketing político y académico de la UAI, Bracey Wilson. “El vestuario siempre ha sido una forma de expresión de algo. Si nos vamos a la época prehistórica era protección, pero luego comenzó a cumplir distintos roles sociales. Los egipcios, por ejemplo, dependiendo del maquillaje y las joyas, denotaban su clase social, lo mismo griegos y romanos. El vestuario es un tema social y a través de este, la sociedad lee algo”.

La directora del Observatorio de la Moda de la Universidad Diego Portales, Bárbara Pino, concuerda: “Uno puede empezar a leer diversos códigos semióticos de la gente cuando se viste, ya sean inseguridades, seguridades, etc. Con la moda nos podemos distanciar de un grupo o acercar. Podemos ser parte de él o simplemente querer salir porque no nos identifica. Y si bien hay códigos que pueden llegar a ser sutiles o no, lo importante es que nuestra vestimenta comunica, nos representa y nos crea una identidad”. Y agrega: “La moda y la política siempre han estado conectadas… el vestir, en el fondo, refleja el ánimo de los tiempos y la sociedad en la que vivimos”.

¿Qué nos están mostrando las decisiones estéticas de los nuevos líderes que llegarán a La Moneda?

“Nueva forma de mirar la vida”

Cuando Jaime Bassa, exvicepresidente de la Convención Constituyente, llegó en 2018 –como abogado y académico- a la Comisión de Defensa de la Cámara de Diputados, generó un debate de largos minutos. Su aparición sin corbata y sin chaqueta fue considerada una falta de respeto por varios miembros, que aseguraron estar incómodos por el hecho. Ante las quejas, Bassa respondió que su intención era trabajar más cómodamente y que no pretendía burlarse. “Lo de la corbata me parece poco relevante, sinceramente”, dijo. Les recordó su carrera académica y señaló: “No sé si la corbata agregue algo a lo que tengo que decir”.

“El respeto se puede ver en diversas acciones”, asegura Wilson. “Si te fijas en Boric, ante Carmen Gloria Valladares esta semana, él en sus gestos, en cómo se tomaba los brazos y en cómo se paraba un poco más atrás, estaba reconociendo que era ella quien lideraba ese acto, reconocía ese espacio y lo respetaba. Se entiende que para quienes son más tradicionales, con normas más establecidas, pueda ser rupturista, pero la verdad es que lo que pienses no es equivalente a usar o no corbata. Lo importante es lo que quieres transmitir… yo veo que definitivamente en el tema del vestuario sigue rompiendo las reglas y me parece muy bien, porque es una nueva forma de mirar la vida y a la gente joven eso no le incomoda, hasta Sichel lo promovía con sus tatuajes”.

La directora de la productora Caza Moda, Magdalena Jiménez, explica que “para las nuevas generaciones el tema de la corbata no tiene mucho sentido, pero se entiende y respeta que los políticos de generaciones anteriores la usen y se sientan cómodos con ella. Ahora, así como la corbata va a ir desapareciendo con el tiempo, creo que las zapatillas muy pronto podrían ir remplazando al zapato clásico”.

Ante la constante pregunta de su cambio de look en la campaña, el presidente electo contestaba que tenía el desafío de representar a todos los chilenos y argumentaba que quizás la barba más frondosa y las mangas arremangadas no lo lograban.

“Creo que la ciudadanía recibe de forma muy buena este look por dos razones: porque hay que considerar la cantidad de gente que movilizó en la segunda vuelta, es gente que estaba esperando esto, joven, más informal, que se sienten parte de esta Presidencia un poco más ‘cool' o un poco más ‘hípster'. Es gente que probablemente ha visto históricamente muy lejana la política y ahora con un Boric más informal la ve más cerca”, afirma el abogado y Master en Political Management de George Washington University, Roberto Munita. “La segunda razón tiene que ver con el culto a la juventud. En toda la sociedad occidental, desde mediados del siglo XX, se ha notado un tremendo culto a la juventud; es el grupo social imperante, el primario, y todos tratan de emularlo”.

El además académico de la UC y de la U. de los Andes considera que el Gabriel Boric actual es más formal: “Este cambio tiene que ver con dar una señal presidenciable, que es serio, que puede llevar relaciones internacionales… Por supuesto, es mucho más informal que quienes nos gobernaron antes. Es el cambio generacional que estamos teniendo, lo que es natural y espontáneo”.

Bárbara Pino agrega: “Es un look cuidado, pensado… la chaqueta, por ejemplo, no le queda grande, sino que le queda bien. Usa cierto tipo de zapatos con un estilo definido, que se aleja al de los políticos a los cuales estamos acostumbrados… No diría que es informal, no lo hemos visto con short, polera o sandalias, o camisas de colores o muy abiertas”.

Para Jiménez, la evolución del Presidente electo aún está en desarrollo. “Le sugeriría tener un equipo, con estilista, peluquero y maquillador. Que estudie con tiempo el vestuario adecuado para las distintas instancias que le demandará su agenda y un sastre que le haga sus trajes a medida”, afirma.

“Confianza y empatía”

“El presidente es un referente para mucha gente. Y aquí también hay un tema de horizontalidad, sin duda. Es decir ‘aquí hay un par, soy un par'”, dice Bracey Wilson. Y asegura que es algo que se extiende a los demás liderazgos: “Demuestra un síntoma que ya mostró la elección, que es decir aquí la antigua política se acabó”.

El sociólogo Carlos Ruiz, en The Clinic, afirmó que corresponde a una forma de “meter la vida cotidiana en la política. Vestirse y actuar como siempre lo han hecho, pero en política”. Roberto Munita lo califica como “cotidianizar la política”: “Lo único que ha hecho Boric y su entorno es seguir con el mismo libreto con el que seguirían en un entorno normal. No es una estrategia, sino algo espontáneo que veo fácil de contagiar al resto del gabinete”.

¿Esta cercanía que intentan transmitir a través de la vestimenta, puede afectar la confianza hacia la autoridad?

Bárbara Pino: —Proyecta una forma menos rígida de hacer política, mucho más cercana a toda la ciudadanía... Esto no perjudica la confianza en ellos, todo lo contrario, acerca. Creo que es el código que ellos quieren implantar: confianza y empatía.

LEER MÁS
 
Más Información