Mucho más que números azules se requieren para que una empresa sea considerada exitosa. Hoy, una compañía competitiva es aquella que ha logrado conjugar cifras favorables, el cuidado del medio ambiente y una buena relación con su entorno y sus colaboradores.

Y aun cuando la industria minera ha dado pasos relevantes en este sentido, lograr esta combinación de factores sigue siendo uno de sus principales desafíos.

“La minería chilena presenta tremendos desafíos, no solo a nivel de grandes industrias, sino también para la mediana y pequeña minería. Queremos que la minería sea un ejemplo de carbono neutralidad, de lucha contra el cambio climático y para eso, tanto las grandes empresas como las más pequeñas tienen que aportar”, explica el subsecretario de Minería, Edgar Blanco.

En esta dirección, el compromiso del Ministerio de Minería es —afirma— “apoyar a las pequeñas mineras a avanzar en ese camino”, por lo que han promovido programas para incentivar el uso de Energías Renovables No Convencionales.

Este desafío también se extiende a la gran minería, que ha pasado en los últimos 5 años de ocupar energía proveniente del carbón y diesel, a un 10% de la industria funcionando con ERNC.

“Este es el ejemplo que tenemos que dar, porque la minería chilena es la que pondrá los minerales para combatir el cambio climático”, comenta Edgar Blanco

Orgullo

Este desafío está en el ADN de Grupo Norte Árido (GNA), empresa familiar que surgió en la Región de Antofagasta en 2003 con la clara visión de futuro de Hans Dreyer, geólogo y fundador de la empresa: integrar la sostenibilidad en cada proceso y acción que se desarrollara.

En efecto, la operación de GNA no solo contempla el uso de paneles solares, sino también un pequeño oasis en medio del desierto, que considera árboles y que busca beneficiar a quienes se desempeñan en las faenas ubicadas en el sector de La Negra, en la Región de Antofagasta.

“A medida que la empresa se fue desarrollando, implementamos nuevos programas medioambientales, como la incorporación de áreas verdes en el campamento, lo que permite que nuestros colaboradores tengan una mejor calidad de vida”, explica Hans Dreyer.

Complementa Nancy Encina, fundadora de GNA, al señalar que la compañía tiene como norte el cuidado del medio ambiente y que ello se refleja en toda la infraestructura, lo que es “un logro que nos llena de orgullo”.

Eje de acción

Desde 2006, GNA ha centrado el negocio en recursos metálicos y no metálicos, tales como el cobre y la sílice, lo que les ha permitido —detalla Hans Dreyer— “ser parte de la cadena productiva de las grandes empresas mineras y fundiciones”. Así, por ejemplo, son socios comerciales de Enami y de las fundiciones de cobre Complejo Metalúrgico Altonorte (Grupo Glencore) y Codelco Chile, entre otros.

“Somos una empresa minera y, como a toda buena empresa minera del norte de Chile, el cobre nos ha movido desde el principio. Si bien GNA produce cobre, su producto estrella es el cuarzo, el sílice que se usa en el proceso de fundición del cobre y que al extraer las impurezas, permite que el cobre quede en estado puro para ser fundido y exportado a los mercados de consumo a nivel global”, explica Johan Dreyer, gerente de Nuevos Proyectos de GNA

En esta línea, añade que resulta “bonito pensar que en GNA producimos la primera etapa de un material como el cuarzo, que después tiene múltiples usos, como el vidrio y los paneles fotovoltaicos.

“Queremos seguir adelante, apoyando la operación de la industria nacional del cobre”, asevera el ejecutivo, quien lleva la sustentabilidad más allá del cuidado del medioambiente., pues también considera tener un grato ambiente laboral sustentable, lo que es “agradecido por todos los trabajadores, los visitantes y nuestros clientes”.

En este contexto, GNA se caracteriza por promover la cultura de la seguridad y la salud ocupacional. De hecho, los factores ambientales de las labores de los colaboradores son supervisados por la Mutual de Seguridad. Así, tienen el reconocimiento del Programa de Gestión de Empresas por sus políticas ambientales y por ser líderes en materias de Seguridad y Salud Ocupacional gracias a sus programas de salud y bienestar.

Pero no es todo. Grupo Norte Árido cuenta con las certificaciones requeridas para su operación, entre ellas la calificación ambiental.

“En la zona norte de Chile, somos una de las pocas empresas que hemos puesto el medio ambiente como una preocupación central. Es por esto que estamos muy orgullosos de haber obtenido en 2018 las autorizaciones para nuestra Declaración de Impacto Ambiental (D.I.A), que nos permite realizar nuestras operaciones con la tranquilidad de estar siendo siempre un aporte para la sociedad”, afirman desde GNA.

En este contexto, hoy Grupo Norte Árido se ha consolidado como un referente de la minería no-metálica en el norte de Chile y sus clientes la reconocen como una empresa seria, profesional y comprometida con la innovación tecnológica.

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