Anticiparon bastante bien el resultado, más todavía en un escenario tan difícil de voto voluntario”

Ramón Cavieres, Activa.

En los últimos 15 días previos a la elección no cambió mucho el resultado”

Roberto Izikson, Cadem.

Ninguna le acertó medio a medio. Pero todas, unas más y otras menos, predijeron las grandes noticias que trajo la elección presidencial de ayer.

Por eso, hoy había una mezcla de alegría y alivio en las empresas encuestadoras, tan vilipendiadas con los resultados del plebiscito del año pasado, de la elección de la Convención Constitucional, las primarias y la de gobernadores este año, donde varias estuvieron lejos.

En un levantamiento de ocho sondeos dados a conocer públicamente antes de la veda legal y algunos de los que se realizaron en los 15 días previos a la elección, donde está prohibido divulgarlos, todos auguraban que José Antonio Kast y Gabriel Boric pasaban a segunda vuelta; también registraron el fenómeno electoral del candidato ausente, Franco Parisi; y detectaron que había una diferencia mínima entre este último, Sichel y Provoste en la competencia por el tercer lugar. De hecho, si se aplica el margen de error que se autoimpone cada encuesta, pocas quedaron fuera del resultado.

“Estuvieron bastante acertadas, pues anticiparon bastante bien el resultado, más todavía en un escenario tan difícil de voto voluntario”, comenta Ramón Cavieres, director ejecutivo de Activa, cuya encuesta final, eso sí, daba como ganador a Boric por sobre Kast, por 27,8% a 24%, dentro del margen de error.

“Las encuestas han sido muy criticadas, pero siempre han podido adelantar los ganadores de las presidenciales desde el 90 en adelante”, asegura Roberto Izikson, gerente de Estudios de Cadem. “La única gran diferencia con las elecciones anteriores (como las primarias, donde Jadue y Lavín perdieron ante Boric y Sichel) es que en los últimos 15 días previos a la elección no cambió mucho el resultado”.

Al realizar una evaluación de los estudios conocidos hasta el sábado, pero que no se podían divulgar, las empresas que estuvieron más cerca del resultado final fueron Criteria (panel online no probabilística), que anticipó un 25% de Kast vs un 24% de Boric, y la propia Cadem, que anticipó un empate en 27 puntos, dado que la diferencia final real entre Kast y Boric fue de sólo 2,1 puntos. Este sondeo es el único que se realiza vía telefónica con carácter probabilístico, un margen de error de más o menos 2,7 puntos y 95% de confianza.

Las encuestas además fueron haciendo un relato de lo que iba pasando. Detectaron el alza de Boric al principio, después su estancamiento, previeron la caída de Sichel, el repunte de Kast, la aparición de Parisi, y nosotros, por ejemplo, previmos que ninguno de los candidatos iba a superar el 30%”, resalta Cavieres, cuyo sondeo Activa se realiza con un panel online, con diseño no probabilístico, un margen de error de más o menos 2 puntos con un nivel de confianza del 95%.

Una de las encuestas menos conocidas, la brasileña AtlasIntel, tampoco estuvo muy lejos con sus pronósticos, aunque sobreestimó la votación de Parisi y Artés en desmedro de Kast y Boric. Este sondeo se realiza mediante un contacto en la web a través de avisos. “Hubo problemas de medición sobre Parisi porque, además de Atlas, pocas encuestas lograron ver su crecimiento. Otro problema fue que muchas encuestas mostraban a Boric en primer lugar hace un mes y eso es grave, porque él jamás llegó cerca de tener esa posición; Boric mantuvo el mismo nivel de intención de voto todo octubre y noviembre. Los números finales solo fueron cercanos porque Kast cayó mucho en los últimos 30 días y no porque Boric haya subido”, comenta Andrei Roman, CEO de Atlas.

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Los encuestadores aseguran que sus pronósticos pueden errar en el margen, pero que en general logran captar bien las grandes tendencias electorales, sobre todo en comicios presidenciales. Aunque han sido criticadas, como en los comicios previos de Chile.

Ahora, existen problemas que pueden generar errores. Uno de ellos, el más reiterado, es la dificultad para predefinir el votante probable, dado que el hecho de que el país tenga un elector voluntario lo hace muy impredecible: alguien puede asegurar en una encuesta que va a ir a votar y el día de la elección, hace mucho calor o llueve, y opta por no salir.

En esa línea, Ramón Cavieres, de Activa, apunta dónde normalmente se reflejan esos problemas: “Cuando hacen pronósticos de elecciones donde vota poca gente (como municipales, primarias, senatoriales), hay mucho problema con el voto voluntario, por lo que se requieren muestras muy grandes para predecir. En elecciones presidenciales, en cambio, donde vota el 45-50% de la población tienden a pronosticar bien”.

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