En los países escandinavos, cada vez más se están ligando las pensiones a cuánto ahorró individualmente un trabajador”.

Suecia se ha beneficiado, por cientos de años, de una potente ética laboral luterana y un gran nivel de cooperación y confianza”.

Más allá de los inviernos con noches que pueden llegar a durar 18 horas y temperaturas que promedian 0°, ¿a quién no le gustaría vivir en un país nórdico? Suecia, Finlandia, Dinamarca, Noruega son famosos por su excelente calidad de vida, sistemas de protección social universal, servicios públicos de calidad, economías ordenadas y altos niveles de igualdad de género; tanto así, que no son pocos los políticos, muchos en campaña, quienes los ocupan como ejemplo a seguir. Algo que no es solo exclusivo de Chile: “Hablamos de modelos socialista de salud, por ejemplo, que han sido probados como exitosos”, dijo la Demócrata estadounidense, Alexandria Ocasio-Cortez, uno de los rostros más importantes de la izquierda norteamericana, refiriéndose a las naciones escandinavas.

“Yo quiero una sociedad como la sueca, la finlandesa, la noruega; en esas sociedades sí hay condiciones de desarrollo igualitario, porque el Estado está muy presente, tratando de igualar donde el mercado no iguala”, arguyó el año pasado el presidente de Argentina, Alberto Fernández, durante una polémica por el peso del mérito en las sociedades.

“Dar el salto al desarrollo” como los países nórdicos, dijo a principios de septiembre el candidato que representa al Frente Amplio y al Partido Comunista, Gabriel Boric.

“Para nuestra propuesta miramos el modelo sueco de cuentas nocionales”, comentó en mayo pasado Fernando Carmona, el encargado de pensiones del entonces candidato del PC, Daniel Jadue, respecto a sus propuestas previsionales.

“Ya basta de decir que los nórdicos son socialistas”, responde frustrado Nima Sanandaji, el investigador kurdo-sueco, presidente del Centro Europeo para el Emprendimiento y autor del libro “El Poco Excepcional Modelo Escandinavo”, documento que se encarga de desmitificar por una parte que los países nórdicos sean realmente socialistas, además de explicar las causas del “milagro” de estas economías.

En esta entrevista con Sanandaji, tratamos de entender qué es exactamente la socialdemocracia de los nórdicos y sus teorías respecto a qué es lo que hace a este modelo ejemplar tan exitoso hoy. ¿Fue el socialismo? ¿O quizá el socialismo llegó cuando ya eran ricos? Y una pregunta más contingente, en tiempo de elecciones: ¿Puede un futuro presidente en Chile importar, sin más, el modelo y las políticas públicas nórdicas?

De qué hablamos cuando hablamos de socialismo

La primera pregunta cae de cajón: ¿son o no socialistas países como Suecia, Noruega, etc.?

—No lo son. Hoy ves a muchos políticos de izquierda que usan a estos países como ejemplos de socialismo, ¿no? Para entender por qué no lo son hay que hablar de la historia de estos países. En los años 70 y aproximadamente hasta la década del 90, Suecia intentó un modelo socialista real, con un fuerte control del Estado. Puedes ver a qué me refiero con socialismo real, si ves que en los años 70 el Estado sacó a los privados de las escuelas o las tomó forzosamente. El Estado sueco monopolizó la educación: comenzó a introducir ideas socialistas en los libros escolares, por ejemplo, incluso en los libros obligatorios para inmigrantes. Mensajes prosocialismo y en favor del partido socialdemócrata que lideraba ese tiempo, fue parte de la educación de Suecia. Pero hoy el sistema es uno abierto a diferentes visiones. Yo he escrito textos sobre la importancia del comercio en la evolución geográfica de las ciudades, que se usa en cursos. Suecia no tiene un modelo socialista de educación, lo que le da al Estado el poder de poner su propaganda. Ahí hay líneas entre el modelo socialdemócrata y el socialista, donde el Estado hace cosas como las que hizo con la educación en el periodo que te comenté.

—Una cosa es socialdemocracia y otra cosa son las políticas socialistas, unas más democráticas que otras, ¿no?

—Hay a veces una confusión en el concepto de socialismo. ¿Puedes decir que los países nórdicos son socialistas si, por un lado, tienen un sistema de protección social potente, pero al mismo tiempo aparecen más arriba que Estados Unidos en protección de la propiedad privada o libertad económica?

—¿Qué países? ¿En qué ranking? Me imagino que se refiere al de la Heritage Foundation (think tank estadounidense de tendencia conservadora).

—La última versión (2021) del ranking de Libertad Económica de la Heritage Foundation, tiene a Dinamarca en el lugar 10, a Islandia en el lugar 11 y a Finlandia en el lugar 17, por sobre Chile (19°) y Estados Unidos (20°). Suecia viene después, en el puesto número 21°. Estos rankings miden la libertad que existe para hacer negocios, la protección de la propiedad privada, niveles de transparencia y el nivel de impuestos (que el ranking considera negativamente).

De Suecia, el ranking dice que la califica con un nivel medio de libertad, por los altos niveles de impuestos y altos gastos gubernamentales. ¿No lo califica eso como un país más de izquierda?

—El caso de Suecia es interesante, porque ellos han ido avanzando cada vez más al otro lado. Como en muchos países nórdicos, las políticas socialistas van en retirada. Ellos están haciendo que sea cada vez más difícil que las personas vivan solo de beneficios del gobierno, se están haciendo menos generosos e intentando que aumente la productividad.

—¿En qué políticas o ejemplos concretos se ve eso?

—Suecia, por ejemplo, eliminó en 2020 un recargo del 5% en impuestos sobre los ingresos de los trabajadores que ganaban más de 700.000 coronas suecas (US$75.700 o $59.504.000 hoy), porque admitieron que era malo para la economía y la inversión. Y te estoy hablando de un gobierno socialdemócrata que hizo esta reducción. Y ahora hay una nueva elección y el partido socialdemócrata dijo que seguirá con la reducción de impuestos. Dinamarca recientemente dijo que va a introducir más condiciones para acceder a su sistema de bienestar, principalmente para extranjeros. Quieren que la gente haya trabajado por lo menos 8 horas al día para poder obtener estos beneficios, porque se han ido dado cuenta de que estos programas de bienestar tan abiertos estaban teniendo efectos negativos en el trabajo y la productividad.

—¿Qué pasa con las pensiones? En Chile la discusión ha girado a más ahorro colectivo.

—En los países escandinavos, cada vez más se están ligando las pensiones a cuánto ahorró individualmente un trabajador, acercándose a una solución más tradicional de pensiones en vez de un modelo solidario socialista. Si analizas la Suecia de los últimos años, ves cómo la privatización y los actores privados han ido abriéndose paso cada vez más en la educación, en la salud, en las pensiones. Hoy, en Suecia, cerca del 40% de los 1.100 centros de salud del país son de privados. Esto es pagado parcialmente por el sector público, pero cada vez más la clase media está girando a seguros con privados. Así que hoy ni los proveedores ni el financiamiento es lo que se podría llamar “socialista” completamente.

La razón del éxito nórdico: los nórdicos

Una de las tesis de su libro es que estos países son exitosos por la cultura de los nórdicos, la ética de trabajo, algo idiosincrático muy anterior a las políticas de bienestar social, eso vino después. ¿Cómo fundamenta esta idea?

—Una de las razones por las que Suecia, para centrarnos en un caso, tiene tan buen rendimiento en tantos parámetros, es por sus raíces en su historia y sociología. Suecia se ha beneficiado, por cientos de años, en una potente ética laboral luterana y un gran nivel de cooperación y confianza.

—¿Dónde se ve eso? ¿Cómo se mide?

Este fenómeno sigue a los suecos a donde vayan. Los más de 4,4 millones de norteamericanos con raíces en inmigrantes suecos son considerablemente más ricos que el estadounidense promedio, como lo son otros inmigrantes escandinavos. Si los norteamericanos con ancestros suecos hicieran su propio país, el PIB per cápita sería de US$56.900, más de US$10.000 que el promedio de Estados Unidos (haciendo la conversión a pesos chilenos sería $44.720.000 de sueldo y más de $7.900.000 que el promedio de ese país). Un economista escandinavo le dijo una vez a Milton Friedman: “En Escandinavia no tenemos pobreza”, a lo que el economista norteamericano respondió “eso es interesante, porque en EE.UU., entre escandinavos, tampoco existe la pobreza”. Esto pone en duda la idea de “imitar” el modelo escandinavo sin más.

—¿Por qué algunos países escandinavos hacen estos cambios que antes comentó? Disminuir impuestos, etc.

—Después de años de un gran sistema de bienestar social, la gente comenzó a cambiar su ética de trabajo, esta ética idiosincrática que comenté, y mucha gente empezó a depender de los beneficios, lo que no es sustentable. Después pasó la ola de inmigración. Y no digo que eso sea algo malo: yo soy un inmigrante. Pero lo cierto es que llegaron muchas personas con pocas habilidades laborales y terminaste con comunidades enteras viviendo de la red de bienestar social. La sociedad sueca cambió con esto.

¿Socialistas y después ricos, o ricos y después socialistas?

Usted dice que primero los países nórdicos se hicieron ricos, y ahí pudieron implementar su sistema de bienestar social. No al revés. ¿Puede elaborar la idea?

—Sigo con el ejemplo de Suecia, que en el ranking de Libertad Económica aparece hoy como uno de los más socialistas entre los escandinavos. Suecia no se hizo rica a través de la socialdemocracia, un gran Estado y un gran sistema de bienestar social.

—¿Cómo fue entonces?

—Su desarrollo económico fue a fines del siglo XIX y principios del siglo XX, a través de la adopción de políticas de libre mercado. El rápido crecimiento del Estado entre la década del 60 y el 70 trajo consigo una gran caída en el desempeño económico sueco. En 1975, Suecia era el cuarto país industrializado más rico del mundo. En 1933, estaba en el puesto 14. Durante ese periodo, Suecia implementó políticas de libre mercado, bajos o moderados impuestos y poca participación del Estado. Después vino el actual modelo.

—¿Cómo fue esa etapa de políticas de libre mercado?

—Suecia era una nación pobre a finales del siglo XIX, pero luego se desarrolló un sistema capitalista a partir de la sociedad agrícola, que fue enriqueciendo al país. Suecia enfrentó la industrialización con su liberalización de mercados, y ahí nacieron todas compañías famosas: Ikea, Volvo, Tetra Pack, Ericsson, todas fundadas en ese periodo y ayudadas por políticas económicas amigables con los negocios y bajos impuestos. Una parte del desarrollo económico se dio en la etapa de mercados libres, alrededor de 1870 hasta comienzos de la era dominada por la socialdemocracia, alrededor de 1936.

—¿Cómo fue el crecimiento económico en esa época? ¿Cuándo fue el cambio en el tipo de orientación económica y qué efectos tuvo?

En ese periodo, Suecia mantuvo la tasa de crecimiento económico más elevada de todo el mundo industrializado, sin embargo, entre 1936 y 2008, la tasa de crecimiento cayó a la número 13 entre los países más industrializados. Es importante destacar que de todas formas Suecia siguió siendo un país con una orientación pro-mercado por algunas décadas tras el inicio de la era socialdemócrata. La transición fue de décadas. El cambio en las políticas fue lento. A comienzos de los años 70 fue cuando la carga fiscal y el gasto público alcanzaron niveles elevados, pero ahí ya tenías a todas estas multinacionales antes nombradas.

—¿Y en cuanto a impuestos?

—Si ves la base tributaria como porcentaje del PIB en 1955, hasta el punto en que estos países se desarrollaron mucho económicamente, Suecia tenía un 25%, Dinamarca un 23%, Finlandia un 27%, Noruega un 28%. Por otro lado, Reino Unido por ejemplo, tenía un 30% y Estados Unidos un 24%. Luego de eso, las políticas nórdicas se radicalizaron a fines de la década del 60, y los países nórdicos le quitaron rápidamente el puesto a Reino Unido. El sistema de bienestar social temprano se financió con impuestos moderados y su foco fue la educación, la salud y la infraestructura. Después, los altos impuestos y los generosos beneficios sociales crearon esta situación en que un número creciente de personas comenzaron a hacerse dependientes de los subsidios gubernamentales, hasta los últimos cambios que hemos visto.

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