“Lamentamos la triste partida de quien fue nuestro socio y amigo, deseamos paz y fuerza a sus familiares y seres queridos”, publicaba ayer el Instagram del Vietnam Discovery para despedir a Thomas Pignal, su fundador. El francés radicado en Chile, murió a sus 47 años en un confuso accidente en moto el viernes pasado.

En junio de 2018, Thomas abrió Vietnam Discovery en Vitacura, sucursal del restaurante pionero en instalar la comida vietnamita en nuestro país. El original debutó en Recoleta en 2008, el que se transformó en un oasis escondido en calle Loreto. Pignal se había retirado de la cocina en julio del año pasado, pero seguía siendo socio de Vietnam Discovery.

“Estamos muy tristes por la partida de Thomas, cuesta mucho acostumbrarse a la idea de que él ya no está más. Es bien difícil. Yo no lo había visto en el último tiempo. Entiendo que estaba ayudando a su pareja con unas tiendas de ropa. Estábamos funcionando, principalmente, con delivery. Hemos sufrido mucho, estábamos muy mal, así que él decidió buscar un camino al lado por mientras”, señaló esta mañana Mario González, amigo y socio fundador de Vietnam Discovery.

Sobre el accidente que ocurrió en Kennedy, cerca de las 19 horas, explicó: “Fue muy raro todo. Su exesposa me llamó el sábado, en la madrugada, y me contó que Carabineros le había dicho que él iba en moto y que lo chocaron, perdió el control y murió. El otro tipo se dio a la fuga. Realmente, estamos todos muy shockeados”.

Ella prefirió no referirse al tema esta mañana. Thomas tiene un solo familiar en Chile, un primo, que es el que está haciendo los trámites para repatriar el cuerpo a París, donde están sus padres. Debido a las restricciones sanitarias, mañana se realizará una despedida junto a un cura en el local de Recoleta. El aforo es reducido y sólo asistirán los más cercanos.

“Quedé en shock cuando me enteré de su accidente. Su restaurante está a la vuelta de mi casa, él iba a comprar ostras al Miraolas, y llegó a vivir en Vitacura, al lado de mi casa. Nos encontrábamos siempre”, agrega Max del Real, concejal por Vitacura. “Yo fui cliente de su restaurante en Loreto en la época en que pololeaba con mi señora. Recuerdo que uno entraba a lo que parecía una fuente de soda y había todo un mundo maravilloso en su interior. Thomas llegó a este país a aportarnos cultura gastronómica. Vivimos juntos la pandemia y hablamos sobre lo difícil que era para la industria. Muchas tardes las pasamos viendo la soledad de la pandemia, porque no andaba nadie en Vitacura. Él salía a pasear por el barrio con su perro. Era un tipo muy cercano, amigable. Ayer fui a saludar a su personal, estaban para adentro”.

Thomas Pignal estuvo instalado en Singapur como alto ejecutivo de una empresa aeronáutica. Se dedicó a la importación y exportación de helicópteros 15 años de su vida. Ellos lo enviaron a Chile la primera vez. “Me gustó mucho por su geografía extrema. Pensé que este era un lugar al que tenía que volver”, decía Thomas a La Segunda en abril de 2019.

En París conoció a Dominique Thuy-Trinh Vo Nguyen, una vietnamita con la que se emparejó y decidió instalar un proyecto gastronómico en Chile.

Acá consiguió trabajo en una empresa franco-alemana donde él vendía helicópteros a los gobiernos de Chile, Argentina y clientes VIP como Andrónico Luksic o Carlos Heller. “Muy estresante igual, porque siempre todo es urgente. Muchos de los amigos que hice vienen a comer ahora acá, pero yo no estoy hecho para el mundo corporativo”, decía.

Acá se les unió Mario González, el amigo con el que -en París- soñaron varios años atrás reunirse en Chile con un proyecto conjunto. Los tres fundaron Vietnam Discovery. “Titi era la chef, la mano de Dios, que trajo al restaurante todas las recetas de su familia”, decía Pignal.

La clave era estar cerca de La Vega. Mario se encargaba de la caja. “Y yo mismo salía a repartir los pedidos en moto, la gente se sorprendía y me preguntaba cosas. Cuando el dueño es el que te entrega la comida, tienes el feedback que es fundamental”, añadía Thomas.

La demanda se disparó. “Fue estresante para los tres, sobre todo para Titi, que un viernes colapsó, colgó su delantal y se fue para la casa. Entramos a cocinar los dos con Mario y recién entendimos lo que era este negocio”.

Thomas era amante de Valparaíso, exmarinero de la armada francesa, artillero, aficionado al mar y los viajes. Sumaba en su bitácora más de 70 países del mundo. “Cuando cocino me desconecto del mundo. Es salir del negocio duro. Ocupas tu intuición, las ideas, te conectas con las especias”, relataba.

Con Luigi Vaccarezza como tercer socio —junto a Mario y Thomas—, se embarcaron en Pho & Bánh Mì (by Vietnam Discovery), la versión “fast food” que instalaron en Parque Arauco.

En Vitacura, se hicieron fama por el buen ambiente y la buena música que aportaban distintos DJs. Pignal decía: “Cuando descubres que puedes vivir de tu propio proyecto, te das cuenta de que lo puedes todo. Paciencia es la palabra de oro, hay que ir piano piano. Y es la experiencia de vida la que entra en juego. Este es un país que ya no puedo dejar”.