Cuando las empresas de bitcoin comenzaron a abrir en Chile en 2015, la criptomoneda era vista con desconfianza y el capital que pudieron levantar estas firmas para financiarse vino principalmente de fondos internacionales. Pero con el nuevo boom que vive la criptomoneda y los apoyos que han venido de grandes inversionistas internacionales, eso podría cambiar.

Hace un año, se podía adquirir un bitcoin completo por unos US$5.000 (también se pueden comprar “fracciones” de la moneda). Hoy su valor incluso superó los US$50.000, aunque su valor más reciente es de US$48.695. Esta alza ha estado avalada por un creciente número de actores del mundo financiero que se han acercado a la moneda digital. En noviembre pasado, la plataforma digital de pagos PayPal aceptó pagos en bitcoin. En enero, el banco norteamericano JPMorgan dijo que el precio del bitcoin podría llegar a US$146 mil, y poco después, la empresa de autos eléctricos Tesla, de Elon Musk, compró US$1.500 millones de estas monedas. A estos se sumaron nombres que van desde al cofundador de Twitter, Jack Dorsey, hasta el rapero Jay Z.

“Son figuras públicas que llevan la batuta en términos de opinión pública. Cuando Musk invierte así, que es una persona que mira hacia el futuro, le está diciendo a los otros empresarios hacia dónde podría ir la micro en cuanto a tecnología”, cuenta Guillermo Torrealba, CEO de la mayor empresa de bitcoin en Chile, Buda.com

Buda es un exchange, que funciona similar a una bolsa de acciones, donde se encuentran compradores y vendedores de la moneda digital. Así también operan las otras dos grandes firmas de este mercado en el país, OrionX y CryptoMarket. La ganancia viene de una comisión que es una parte en bitcoin y otra en pesos.

La nueva ronda

El 2018, mismo año en que la banca nacional le cerraba las cuentas a las empresas de bitcoin en Chile, estas salieron a buscar financiamiento. Obviamente, con la banca en contra, en Chile las posibilidades eran escasas.

CryptoMarket levantó US$600 mil ese año con dos fondos norteamericanos: ConsenSys Ventures, de uno de los co-creadores de otra moneda digital famosa, Ethereum, y con Magma Partners, un fondo de inversión norteamericano muy conocido en el ecosistema emprendedor de América Latina y Chile.

Hoy, en un día normal, OrionX transa unos US$2 millones en bitcoin, CryptoMarket alrededor de US$3 millones y Buda US$8 millones. Todas multiplicaron sus negocios por al menos cuatro veces el 2020. Pero con los precios al alza y el apoyo a la criptomoneda por parte de instituciones financieras formales, los exchange chilenos quieren aprovechar el momento para crecer, por lo que están en búsqueda de inversionistas.

“Antes ibas a hablar con inversionistas institucionales y te cerraban la puertas, pero ahora son family office y empresas las que te buscan”, cuenta el fundador de OrionX, Roberto Zilbert.

“Estamos evaluando entrar a Perú y Uruguay, por las remesas de Chile a Perú, y de Uruguay a Argentina. El bitcoin se está usando mucho para hacer remesas, además de lanzar una nueva línea de negocio. El alza del bitcoin está financiando hoy a las empresas jóvenes de esta criptomoneda, pero estamos evaluando también si entramos o no con inversionistas”, dice el cofundador de CryptoMarket, Rafael Meruane, que espera levantar US$3 millones para financiar sus planes.

“En el mejor de los casos, nos gustaría levantar US$2 millones. Nosotros hemos resistido sin financiamiento externo, pero ahora, para crecer, puede ser buena idea buscarlo. Cada vez hay más inversionistas institucionales chilenos que se están fijando, que quieren no solo comprar barato para vender caro, sino que quieren para mantenerlos”, explica Zilbert.

Pese a que Buda no está buscando financiamiento, eso no quiere decir que no tengan planes. “Estamos explorando nuevos productos. Queremos desarrollar la industria financiera sobre bitcoin, cosas relacionadas con créditos, por ejemplo”, adelanta Torrealba.

Buda.com es la única de estas empresas que tuvo financiamiento de empresarios chilenos reconocidos como el abogado Fernando Barros del estudio Barros & Errázuriz, quien en los inicios de la empresa apostó con US$100 mil. A él se sumaron el fondo Sausalito, de la familia Vicuña, ligados a la constructora CVV.

También confió en ellos el fondo estadounidense DCG Ventures, que invierte en los principales exchange del mundo, como Coinbase.

El último levantamiento de capital de Buda, con estos mismos inversionistas, fue el 2019 y hasta esa fecha sumaban US$900 mil de capital conseguido de esta forma.

“El negocio ha andado bien. En enero se movieron US$180 millones y febrero va mejor que eso. Los requerimientos de capital se pagan solos”, afirma Torrealba.

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