Karina Delfino (31, socióloga, vicepresidenta de la mujer del PS) fue unas de las dirigentas que lideró las movilizaciones estudiantiles del 2006 como vocera de las ACES en el primer gobierno de Bachelet. Este movimiento pingüino fue el que precedió al universitario del 2011 de Giorgio Jackson y Gabriel Boric. Pero ella, a diferencia de sus pares, no reniega de la vieja política.

Militante socialista desde los 16 años, esta socióloga hoy no mantiene relación estrecha con ello: “Mis lazos están más bien con Pablo Vidal, Claudio Castro, Natalia Castillo”, cuenta. De esa época también recuerda al hoy ministro Julio Isamit (entonces secretario general del Instituto Nacional): “siempre fue de derecha, eso demostraba que había diversidad en el movimiento estudiantil y que la demanda era transversal, que era uno de los valores del movimiento estudiantil del 2006”. Ambos hoy se siguen en redes.

—¿Cómo ve lo que está pasando en el FA, en particular en RD, que se inició como una gran promesa en la política?

—Hoy estamos viviendo un momento histórico a nivel nacional que es el proceso constituyente y la elección de los convencionales, donde se elegirá a quienes van a redactar la nueva constitución la nueva Carta Política que nos acompañará en los próximos 30 o 40 años. Y la verdad es que me hubiese gustado un Frente Amplio, y particularmente RD, empujando hacia la unidad de las fuerzas transformadoras, más que de los proyectos diferenciadores o que buscan perfilar identidades. Hoy día necesitamos generosidad y voluntad dentro de los partidos de toda la oposición, para poder construir tanto mínimos comunes juntos como una lista única de oposición. Eso hoy está difícil de lograr. La verdad es yo miraba a RD, dentro del FA, como uno de los partidos que podría habérsela jugado, con mayor entusiasmo para que hubiera una lista de la oposición.

—Las críticas que se hacen desde el FA y RD apuntan más a las generaciones anteriores de la política, a los viejos políticos, ¿es un tema generacional?

—Creo que han centrado la crítica en esa generación más grande, que estuvo en el gobierno de la Concertación después del retorno a la democracia, pero también hay una generación nueva, como yo, que nací en 1981, que tengo 31 años, y que queremos hacer cosas que transformen la sociedad y la vida de las personas. Hay una generación como la mía en el PS, que viene de la revolución pingüina, de antes de 2011, que es una generación que se rebeló ante un sistema político, en un gobierno socialista —el primero de la Presidenta Bachelet— por mejoras en la calidad de la educación y toda una generación que después participó en el 2011, después en las movilizaciones feministas. Por eso creo que es importante tener voluntad para construir proyectos comunes y en este caso, nuestra generación también está disponible a construir puentes tanto con el FA como con el PC y obviamente con sectores de la DC que quieren transformar la sociedad.

—La actitud de la que se llamó bancada estudiantil ¿se dará, como se dijo en sus comienzos, porque son los hijos de la ex Concertación?

—Claramente dentro del FA hay varios hijos de... pero tampoco uno puede creer que la historia empieza con uno. La historia es una construcción, es un continuo de muchas generaciones que han luchado para que uno esté acá y en base a errores y a los aciertos, uno también construye. Y lo digo desde el feminismo: por ejemplo, en el PS varias son las generaciones de mujeres que empujaron el feminismo antes que nosotras y logramos que el partido se declara feminista, pero la historia no nace con uno. Creo que a veces hay como ese sentimiento de parte del FA, de que creer que la historia nace con ellos mismos, y eso es falso. Lo mismo pasa con el movimiento estudiantil. El movimiento estudiantil no empieza el año 2011, hay una generación anterior que luchó para que finalmente hubiera un 2011, un 2018 y 2019. E incluso antes que la nuestra del 2006. Entonces hay un poco de creer que podemos cambiarlo todo, empezar de cero, y que la historia empieza con uno, y es una visión que se queda corta.

—Ud. es candidata a alcaldesa por Quinta Normal, ¿cómo ha sido esta campaña?

—Yo soy de Quinta Normal, nací en un hospital público, vivo en Quinta Normal, estudié en un colegio público de la comuna. Estoy con este proyecto desde hace 10 años. Desde lo local, desde los municipios se pueden mejorar mucho las cosas y hacer política en el sentido genuino. También apostamos por renovar los liderazgos, mujer joven, de la comuna y esperamos que sea exitoso. Hasta ahora había sido un enclave de la DC, pero la alcaldesa en ejercicio no va a la reelección y creemos que es una oportunidad de poder mejorar la gestión municipal.

Luego de que los diputados Giorgio Jackson (RD) y Gabriel Boric (CS), y el sindicato del Banco Estado acusaran a su expresidente, Sebastián Sichel (ind.), de utilizar el cargo como plataforma para su campaña presidencial, el exejecutivo respondió estas críticas. “Yo me dediqué en el banco a hacer lo que yo creía que era lo correcto y me peleé con algunos que me están criticando ahora”, dijo Sichel ayer en Mega. Añadió que “hay que tener la valentía para hacer los cambios que se necesitan y no confundir los grupos de interés de las instituciones, gremios, sindicatos, con el interés público. Si tengo que ganarme de nuevo estos conflictos, me los gano feliz”. Las respuestas vienen luego de que la red social del banco publicara frecuentemente mensajes con su nombre y sus fotos.

“Me habría encantado estar más en cada uno de los cargos. Uno no decide cuánto tiempo dura en los puestos”, señaló también.

Luego de que ayer el Tribunal Constitucional (TC) respaldara el requerimiento del Gobierno en contra de la moción parlamentaria para un segundo retiro del 10% de los fondos pensiones, el ministro portavoz, Jaime Bellolio (UDI), celebró la decisión.“Este es un fallo que es relevante, porque marca un precedente. Una vez que se fija una posición por parte del TC, sí va a ser relevante para los casos que vengan similares a ellos en el futuro”, dijo en Tele13 Radio aludiendo a otras iniciativas en trámite legislativo. Añadió que “aquí queda clarísimo que no pueden seguir haciendo proyectos que van en contra de las reglas, porque no es parte de la esencia de la democracia seguir haciendo una trampa constitucional (…) por pretender hacer una Constitución paralela a través de transitorios. Eso es relevante para otros proyectos que han sido como ese”.