“Soy muy italiano para mis cosas”, sostiene Pier-Paolo Zaccarelli Fasce, al frente de la Cámara Regional de Comercio de Valparaíso, con sangre de inmigrantes por todos los costados. La familia de su padre llegó a Chile desde Milán, después de la segunda guerra. “Eran parientes de los Simonetti y con ellos formaron Fensa y Mademsa. Los ancestros de mi madre llegaron desde Génova y Roma. Mi bisabuelo fue uno de los primeros que armó una fábrica de tapas corona para botellas, que en esa época eran bien novedosas, así como una fábrica de clavos. Tuvo 14 hijos, 7 hombres y 7 mujeres, donde mi nona era la menor. Él tenía un piano para cada hija, imagínate lo que debe haber sido esa casa en Santiago. Y mi otro nonno materno tenía un emporio en Avenida Matta, con frascos con caramelos, bombas de aceite, todo traído de Europa. Es una mezcla que llevo con orgullo”, sostiene este ingeniero comercial, por años dedicado al rubro de los casinos (es director en Enjoy S.A para varias de las empresas del grupo), una historia profesional que comenzó en el Casino de Viña del Mar.

“Yo no tenía idea de lo que era un casino, creo haber entrado una sola vez en mi vida y por casualidad; no tenía ninguna afinidad con el juego. Era 1985 y me estaba titulando de ingeniero comercial en la Universidad de Santiago”.

—¿Cómo eran los casinos de la época?

—El de Viña era el único importante en esta parte del mundo. El de Punta del Este todavía no existía, y todo pasaba en el Casino de Viña. Con la municipalidad traíamos a los artistas más importantes al Festival. Primero actuaban en la gala que hacíamos en nuestro cabaret y luego cantaban en la Quinta. Conocí a Paul Anka, a Estefanía de Mónaco… Su show fue un batatazo. No cantaba mucho pero era la princesa de Mónaco y todos querían estar ahí y decir que estuvieron entre las 200 personas que la vieron. Eran otros tiempos. También me acuerdo de Roberto Carlos. Nunca he conocido a nadie con más amuletos, exigencias... Nos obligó a pintar el cabaret de blanco cuando era negro, todo bien oscuro porque así se usaban en el mundo. Incluso tuvimos que hacer nuevos atriles de la orquesta en blanco, así como el camarín, el suelo por donde caminaba. Un tipo agradable Roberto Carlos, pero lleno de cábalas.

Agrega con cierta añoranza:

—Con los artistas latinos hacíamos muy buenas migas. Muchas veces terminamos en un asado o almorzando una paella con Julio Iglesias, José Luis Rodríguez, Emanuel, en la casa de don Antonio (Martínez).

—El casino ha sido escenario de encuentro para autoridades y figuras. Entiendo que iban muchos militares en la época de Pinochet...

—Hay varias autoridades en nuestra historia que me ha tocado ver en el casino y que han participado, más de la vida social, que de la actividad del juego. Varios presidentes, entre ellos Augusto Pinochet. Al VIP también han llegado autoridades internacionales, como un presidente de España y otros mandatarios. El casino para el mundo político ha sido un lugar de encuentros y reuniones.

—En el VIP las apuestas son millonarias. ¿Qué ha sido lo más impresionante?

—Los casos más increíbles que me han tocado han sido fuera de Chile, por los volúmenes de dinero que se mueven. He visto a gente ganar pequeñas fortunas; más de 300 millones de pesos chilenos en un fin de semana. Pero así como se arriesgan a esas cantidades, también pueden perder. Eso me chocaba al principio; cómo podía haber gente que destinara tanto dinero al juego, pero con el tiempo entiendes que la gente está buscando entretención y en la mayoría de los casos no hay nada malo.

—Aunque hay personas que lo han perdido todo...

—He pasado por momentos difíciles con gente que ha tenido problemas y es lamentable. Tenemos programas de juego responsable y ayudamos a detener a aquellas personas que nos damos cuenta que están cayendo en una situación así.

—La pandemia dejó a la actividad en coma. Hay una crisis fuerte.

—Gigante. Todos los casinos de Chile están cerrados desde marzo. La actividad está sufriendo una crisis super potente. Nosotros pasamos por un proceso de reorganización judicial que fue exitoso y estamos en condiciones de esperar la próxima apertura que ojalá sea luego (dice a propósito de que la región avanzó a la fase 3). En mi rol de presidente de la Cámara de Comercio de Valparaíso he visto restoranes, comercio, servicios, a toda la cadena del turismo pasar por una situación angustiante que los ha llevado a situaciones extremas. Reconozco el tremendo esfuerzo que ha hecho el gobierno y los recursos que se han destinado como país, pero muchas veces han tardado en llegar y no ha sido suficiente. Seguimos en una crisis y no todos saldrán bien parados; algunos negocios quedarán en el camino.

—Cerró el Cinzano, la Piedra Feliz… ¿Valparaíso ya no será más el que conocimos?

—Espero que retome su auge, con una inversión pública relevante. La ciudad está deteriorada, con el casco histórico menoscabado. Pero los problemas venían de antes; los turistas decían que Valparaíso era sucio, desordenado, inseguro, y todos esos elementos son anteriores al 18 de octubre. Hay un trabajo que hacer muy complejo para incentivar que los inversionistas vuelvan al puerto. Y el alcalde Sharp ha tenido una buena intención pero no ha sido capaz de gestionar la comuna de acuerdo a lo que se necesita. Ha habido prejuicios, una mirada más ideológica que no tiene tanta relación con las necesidades de la ciudadanía. Eso ha afectado el desarrollo de proyectos de inversión y actividades que antes generaban mucho empleo, como la construcción. Si bien ha tenido buenas intenciones, su gestión no ha estado a la altura.

—Pasaron a fase tres la semana pasada. Este fin de semana se vio una gran concurrencia. ¿Cuáles son sus expectativas?

—Fue muy importante la medida, porque tuvimos una relevante asistencia de visitantes de la Región Metropolitana y de la misma región, lo que permitió a los establecimientos del comercio, gastronomía, hotelería y turismo, demostrar que están preparados para otorgar sus servicios con seguridad, cumpliendo las disposiciones sanitarias. Las ventas iniciaron un ciclo de recuperación entre un 25% y 30% del nivel previo a las crisis. Es una esperanza para toda la cadena del turismo, ad portas de un periodo que puede ayudar a salvar a muchas empresas.

—Lo dice por las vacaciones de verano.

—Sí. Tenemos que aprender de los países del otro hemisferio y no cometer los mismos errores. Estamos trabajando para generar conciencia de la importancia del comportamiento sanitario seguro.

—¿Tiene confianza en que podrán estar desconfinados totalmente en los días previos a la Navidad?

—Somos prudentes, pero esperamos que el comercio pueda lograr ventas que los ayuden a paliar estos meses tan difíciles. Cómo Cámara Regional de Comercio de Valparaíso, estamos generando espacios de comercialización, que favorezca a las Pymes regionales. Un ejemplo es Contigopyme.cl, el“market place” regional que lanzaremos antes de navidad para ayudar al incremento de las ventas a través del canal “online”.

“Un gobierno regional lo más online posible”

La Cámara Regional del Comercio de Valparaíso comenzó a operar en 1828, aunque fue tres décadas después, con la inauguración del edificio de la Sala Comercial la Bolsa, encabezada por el Presidente Manuel Montt, que la institución se formalizó. Hoy la integran Francisco De-María (primer vicepresidente), Elizabeth Frese (segunda vicepresidenta), Gustavo Gonzalez y Gonzalo Valenzuela como tesoreros.

Con Zaccarelli al frente, hoy la CRCV lidera un plan que pretende poner a Valparaíso a la vanguardia tecnológica y hacer de la región una ciudad digital de aquí al 2025. “Hace un par de años desde la mesa de innovación de la Cámara y muchos emprendedores, la academia, institutos de ciencia e innovación, empresarios, armamos un proyecto de gobernanza que lo estamos desarrollando con un equipo detrás y la asesoría de una empresa que ha hecho este tipo de proyectos en muchas partes del mundo (Gulliver Chile, una agencia de innovación que ha trabajado en ciudades como Mendoza y Río de Janeiro). Significa —agrega— que toda la infraestructura pública tendrá un soporte digital, que la municipalidad cuente con todos sus departamentos digitalizados y, por ejemplo, los permisos de obra se puedan sacar en línea, sin tanto papeleo o burocracia. Que tengamos un centro de ciberseguridad e inteligencia artificial que permita desde la región dar servicios de este tipo al país y al cono sur. Un gobierno regional lo más online posible. Y donde las empresas funcionen en e-commerce, porque con la pandemia los canales de venta y distribución no estaban desarrollados y muchas de ellas no resistieron el impacto. Pronto lanzaremos un marketplace regional, para que las empresas interactúen con sus consumidores y también con los proveedores”.

Agrega: “Nos encantaría implementar en el puerto el 5G y hacer del muelle Barón un espacio para el desarrollo de tecnología, ciber seguridad, innovación”.

Los recursos, explica, los aportará la empresa privada, el sector público y el gobierno regional a través del Core. “También aspiramos a que parte de lo que se requiere provenga del presupuesto nacional para potenciar a la región en la perspectivas de las inversiones necesarias”.

—Valparaíso es la región con el mayor desempleo de Chile: 14,4%. ¿Hacia allá apunta también este plan?

—El desafío es gigante. Ahora estamos trabajando en la formación de los trabajadores, sobre las nuevas competencias que requieren para reinsertarse en el mundo laboral y estamos haciéndolo con universidades y colegios.

—¿Qué referentes tienen?

—Un buen ejemplo es Medellín. De ser la ciudad asociada a los narcos y la violencia extrema, hoy es uno de los lugares más reconocidos a nivel mundial en cuanto a innovación y emprendimiento. Tardaron 16 años en lograrlo y nosotros queremos hacerlo en menos de la mitad.

—En Valparaíso el Apruebo marcó uno de los mayores índices del país, 90%. ¿Cómo influirá el proceso constituyente en la recuperación del sector?

—El resultado fue una señal muy fuerte de que la ciudadanía quiere cambios y no le cree a los políticos como ejecutores, por eso también la opción de la Convención Constitucional fue tan mayoritaria. Habrá que hacer un gran trabajo porque las expectativas que existen son complejas… La Constitución entrega un marco, pero no hará que la situación mejore en las casas de las personas. El rol de los constituyentes será fundamental. Espero que de aquí al 11 de abril contemos con una buena selección de constituyentes que desarrollen su trabajo con fundamento, altura de miras para una mejor sociedad y no para llevar agua a su molino.

LEER MÁS