Desde marzo todos nos asustamos. A nivel personal, familiar, económico-financiero, empresarial”

Hace cinco años, el ingeniero comercial de la Universidad de Chile Francisco Loehnert tenía la idea de replicar un modelo de economía colaborativa mediante un sistema de arriendo compartido de automóviles. Esta tendencia global surge del concepto de que los individuos son propietarios de varios artículos, como los autos, que solo utilizan por un corto lapso de tiempo, y mientras están detenidos, pueden ser usados por otros.

Al mismo tiempo, comenta Loehnert, la empresa Kauffmann, representante de la marca Mercedes Benz en Chile, tenía un concepto similar. Por eso, cuando les presentó la idea, hicieron match y la automotora se convirtió en el principal inversionista de su firma de carsharing.

Ahí nació Awto, empresa que permite mediante una aplicación arrendar un automóvil tomándolo en alguno de los 350 estacionamientos de la firma dispersos en las regiones Metropolitaa y de Valparaíso. La renta puede ser por minutos o días ($145 por minuto y $39.990 por día un auto) y el usuario no asume el costo del TAG, bencina o mantención.

“Comenzamos bien, en 2016 terminamos el año con 40 vehículos conectados en Santiago, empezamos a evangelizar e hicimos crecer una industria incipiente, donde estaba Uber o Cabify. Desde ahí, comenzamos a crecer con nuestra propuesta y actualmente tenemos 400 automóviles conectados en Chile y 110 conectados en Argentina. En cuatro años, hemos crecido 12 veces”, relata el emprendedor quien agrega que cuentan con 45 mil usuarios activos.

-¿Cómo nace la idea de negocio?

-Nos quisimos enfocar en un nicho insatisfecho. Por ejemplo, una familia que quiere arrendar un auto pero sólo para ir al supermercado y un rental le sale caro. Después ampliamos y pensamos en las parejas jóvenes que quieren llevar algo en un camión de un punto a otro y quiere ahorrarse las 70 lucas del flete, pagar mucho menos y hacerlo ellos mismos. Ahí vimos un nuevo nicho que compite contra el automóvil privado. También tenemos ahora una línea de carga para empresas y motos.

-Pero en general las familias tienen un vehículo, ¿cómo compiten con eso?

-Tal vez las familias tienen un auto, pero por qué comprarse dos o tres. Tu segundo automóvil puede ser compartido, puede ser complementado con bicicleta, transporte público, ya que el auto particular pasa el 97% del tiempo estacionado. La idea es pagar por lo justo, cuando lo necesites. Este fenómeno a nivel mundial es conocido como carsharing.

- ¿Y quién los usa?

-El 83 % de nuestros usuarios son hombres. No es por ser machista, pero muchas familias que están pensando en tener un segundo auto, le dejan el principal a la señora. Por eso muchos hombres usan el carsharing. En cuanto al segmento económico, es un nivel medio, que está full conectado. El 50% de nuestros usuarios tiene ya un auto privado, incluso el 20% de nuestros usuarios tiene dos automóviles y sólo un 30% no tiene su propio vehículo. Muchos de nuestros clientes posponen la compra de otro vehículo.

- ¿En Santiago, qué comunas tienen mayor uso de Awto?

-En Providencia tenemos tasas de ocupación muy buenas. También en San Miguel, Santiago Centro, parte de Las Condes. Ahí tenemos gran parte de nuestros estacionamientos, muchos de ellos pertenecen a partners privados, como supermercados.

-¿Con esos números, imagino que tienen proyecciones de crecimiento en flota?

-El 2021 esperamos tener 550 vehículos en Santiago. La operación es fuerte acá y en la Región de Valparaíso, pero estamos pensando en nuevas ciudades para aperturar. Estamos fuertes en Argentina y levantando capital para ir a Brasil y Colombia. Y el plan macro que tenemos diseñado a 10 años es tener 17.500 vehículos conectados.

-¿Qué tan exitoso es un levantamiento de capital en Brasil?

-Es positivo. Las crisis sociales, políticas y económicas traen oportunidades. En este último tiempo se han cerrado muchos negocios en el área de la innovación. No niego que estuvo difícil, pero las compañías de seguros, las automotoras, las family offices entendieron que los negocios antiguos se están transformando, ahora es menos fierro y más tecnología.

El choque de la pandemia

La pandemia generó un impacto importante en la empresa de autos blancos y techo celeste. “Desde marzo todos nos asustamos. A nivel personal, familiar, económico-financiero, empresarial. Tuvimos que apretar las manillas dado que con la cuarentena cayó toda la movilidad. Ahí tuvimos que sacar una hoja en blanco para ver qué hacíamos.

-¿Cuál fue el plan?

-Potenciamos otras áreas, pusimos a disposición vehículos para el personal de la salud, después a empresas, apoyamos fuerte al delivery. También potenciamos nuestro software. Ahí pensamos en otra vertical del negocio, ahora nos meteremos en las empresas a sacarles sus vehículos.

-¿Y cómo opera ese otro negocio?

-Ponemos a disposición nuestra tecnología para que saques vehículos de circulación de tu compañía. Por ejemplo, una minera tiene 150 camionetas y con nuestra tecnología pueden tener sólo 100 renunciando a sus autos, apostando a la sustitución efectiva de vehículos, disminuyendo su huella de carbono. Creemos que ahí hay un segmento muy relevante.

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