A las 7 de la mañana de hoy el académico Robert Shapiro habrá ido a votar junto a su esposa al local de votación que queda a dos cuadras de su casa en Nueva York, para evitar la multitud.

Por la tarde se acomodará en la oficina de su casa para impartir virtualmente el seminario sobre opinión pública, comportamiento político y voto que, desde este semestre, dicta en modalidad híbrida —presencial y online— a sus alumnos de posgrado en la Universidad de Columbia, donde enseña desde 1982.

Profesor Wallace S. Sayre de Gobierno y Asuntos Internacionales y Públicos en SIPA, antes a cargo del Departamento de Ciencias Políticas de la misma casa de estudios y miembro de la Asociación Estadounidense para el Avance de la Ciencia, Robert Shapiro es una respetada voz en temas como política estadounidense, opinión pública y liderazgo político —de los que ha profundizado en varios de sus libros— y hoy investiga la polarización partidista y la política ideológica en los Estados Unidos.

—Les pregunté a mis estudiantes si querían tener una clase opcional para hablar sobre las elecciones y decidieron que querían reunirse, entonces nos vamos a juntar. Pero esta vez enseñaré desde casa. Y hablaremos del estado de la elección—dice.

Luego, cuenta, alrededor de las siete de la tarde encenderá varios televisores y estará mirando, en simultáneo, varias estaciones televisivas con su computador encendido.

—¿Qué ha sido lo que más le ha sorprendido de esta elección?

—Hasta qué punto los votantes están o parecen estar muy comprometidos con las elecciones. Parece que la participación de los votantes será, al menos, de un máximo histórico para la última parte del siglo XX y de este siglo. 95 millones de personas ya han votado en las elecciones de 2020, en comparación con alrededor de 56, o 58 millones en 2016. Parece que la participación de votantes en esta elección superará los 139 millones de votantes que votaron en 2016 y parece que los votantes se movilizan comprometidos en ambos lados. (Tanto) más votantes de orientación republicana como de democrática registrándose y votando.

—Los últimos meses se ha visto un llamado urgente a votar en las manifestaciones. Incluso Time, en un hecho inusual, reemplazó el logo de la portada con el imperativo de ejercer el derecho al voto. ¿Es esto una señal de un despertar político entre los ciudadanos? ¿A la gente le importa más la política?

—La gente parece creer, y creo que por buenas razones, que esta elección es muy importante en muchos aspectos. Ambos partidos están muy divididos en temas políticos, pero también en términos del estilo de liderazgo, en particular del Presidente Trump. La violación (ejercida) a todo tipo de normas que, en este momento, se perciben como una amenaza para la democracia estadounidense. Cómo la administración Trump ha estado manejando el coronavirus. Así que todos están muy comprometidos con estas cosas.

—¿Cuánto realmente pesa hoy la gestión ante la pandemia de la administración Trump en la decisión de los votantes?

—Creo que mucho. En particular, si esta elección resulta ser una elección aplastante por parte de los demócratas, una elección en la que ganan la presidencia fácilmente y recuperan el control del Senado, y obtienen algunos escaños en la Cámara, la causa de esta (victoria) será el mal manejo de la pandemia por parte de (la administración Trump) sin lugar a dudas. Esto, especialmente ahora (en un momento en el que) tiene que salir y hablar sobre cómo las cosas están mejorando cuando, de hecho, no lo están.

Votación anticipada “fuera de serie”

—Muchos Estados han visto niveles históricos de votación anticipada. ¿Qué significancia tiene esto?

—La votación anticipada refleja el entusiasmo por votar en las elecciones. Y también está reflejando las consecuencias de la pandemia, que ha implicado que se abran menos lugares de votación, lo que hace que el proceso sea más difícil de llevar a cabo. Hay filas más largas en ciertos lugares, por lo que la gente vota antes. Y luego también (se permitió el voto) por correo que, en realidad, también es una forma de alentar a los votantes. Pero es realmente extraordinario ver las largas filas en la votación anticipada. Por lo general, habrá largas filas los días de elecciones en varios lugares, pero la votación anticipada ha sido, como decimos, “fuera de serie”. Con respecto a la votación por correo, el sistema postal está abrumado y está trabajando realmente duro para lidiar con ello. Y luego también los estados tendrán que lidiar con abrir las papeletas por correo y verificarlas para asegurarse de que sean válidas y aceptables. (La votación anticipada) creó todo tipo de trabajo adicional que hoy refleja claramente lo importante que es para los ciudadanos la elección. Lo digo porque el costo de votar ahora es mucho mayor en términos de lo que hay que hacer... Hay algunas complicaciones en el envío del correo. Y la gente ha tenido que solicitar las papeletas y asegurarse de completarlas correctamente. Y luego ha estado la cuestión de cómo entregarlas. Y luego, obviamente, las personas que han esperado en las filas básicamente han pagado un gran costo personal pasando dos o tres o más horas ahí. Es una dificultad.

—El presidente Trump ha cuestionado la legitimidad del voto por correo. ¿Cuál podría ser el principal desafío que se tiene por delante en este sentido?

—Bueno, a Trump le preocupan las papeletas electorales por correo aunque, en el pasado, en promedio (este sistema) no ha beneficiado a una parte más que a la otra. Sin embargo, esta vez, definitivamente más demócratas las están usando. Las ve como una forma de perjudicar sus posibilidades de reelección. Entonces, es una justificación completamente política para él. (…)

—En 2016, el voto electoral no representó al voto popular, dándole la victoria al Presidente Trump por encima de Hillary Clinton. Actualmente, la mayoría de las encuestas también han mostrado una ventaja para el voto popular de Biden, sin embargo, Trump todavía tiene la oportunidad de convertirse en presidente. ¿Cuáles serán las implicancias si esto sucede nuevamente?

—Parece que es casi seguro que Biden ganará, por gran mayoría, el voto popular. Y lo va a ganar por, al menos, el doble de lo que lo ganó Hillary Clinton, probablemente. Sospecho quizás más. Pero creo que si (el voto electoral no representa al voto popular), habrá, de nuevo, un resultado antidemocrático. Y especialmente en el contexto de todas las tensiones políticas entre demócratas y republicanos y entre partidarios y opositores de Trump.

Trump: dos tipos de mentira

—Distintas encuestas sugieren que hoy estados que han sido republicanos durante mucho tiempo podrían votar por Biden. Tiene una ventaja en Georgia y podría estar cerca de tenerla en Texas. ¿Qué podría explicar esto?

—(…) Tiene que ver con los cambios de población que han ocurrido en esos estados. Los votantes afroamericanos son muy importantes en Georgia. Si han votado en altas tasas eso podría beneficiar a los demócratas también. Además, la población de Georgia se ha vuelto cada vez más (educada) y los votantes con educación universitaria han estado votando de manera importante en contra de Trump. Entonces son ese tipo de votantes suburbanos, con educación universitaria y también votantes blancos los que básicamente están rechazando a Trump, y eso está funcionado a favor de los demócratas. Lo mismo está sucediendo en Texas, donde los votantes mexicoamericanos han mostrado un voto mayoritariamente democrático. El aumento de la participación de estos grupos ha beneficiado a los demócratas. Y luego, el otro factor que entra en juego aquí es que Biden está recibiendo apoyo de los votantes que en 2016 votaron en contra de Hillary Clinton ... Votaron por Trump o votaron por un tercero o no votaron en absoluto porque ... básicamente Hillary Clinton era (una candidata) mucho menos querida que Biden. Y sabemos esto por los datos hasta ahora. A Sanders le fue mucho peor en las primarias que a Hillary Clinton. Y mucho de eso tiene que ver con el hecho de que Sanders consiguió que muchos votantes votaran, no tanto por él, sino contra Hillary Clinton. También creo que los votantes entienden solo desde un punto de vista estratégico que si querían vencer a Donald Trump, tenían que apoyar a Biden.

— Uno de los temas más discutidos tras el último debate fue no tanto el detalle del programa de los candidatos, sino, más bien, la veracidad de sus declaraciones. ¿Qué tan común es esto en las elecciones estadounidenses?

—(…) Algunas personas dicen que (Trump) miente en la forma en que la mayoría de la gente respira, por así decirlo. Realmente es así de extremo. Y dice dos tipos de mentiras. La primera, una especie de mentira trivial, pero luego están las grandes mentiras, que tienen consecuencias nefastas para la nación. Entonces una cosa es que él mienta sobre cosas como: “yo hubiera ganado el voto popular si no hubiera habido fraude electoral en las elecciones de 2016”. Pero otra cosa es que mienta sobre el coronavirus, que tiene consecuencias en términos del bienestar de las personas y más allá de eso, está haciendo mítines de campaña sin distanciamiento social y sin mascarillas. Y luego niega que la gente está tomando riesgos. Es completamente inapropiado. El nivel de mentiras en el que cae es realmente asombroso.

—¿Ha cambiado la forma en la que los medios han cubierto las elecciones por la relación que el presidente Trump ha establecido con ellos?

—El gran cambio (en la relación con) los medios se debe al hecho de que él usa mucho Twitter. Su uso personal de las redes sociales es lo nuevo. Con respecto a los medios en general, creo, ya era evidente en la campaña de 2016 un cierto tipo de partidismo en la configuración de los medios en Estados Unidos (...) Pero creo que tiene que ver con el hecho de que Trump básicamente hace cosas más distantes, despreciables e inapropiadas y merece críticas. Y esa es una causa más importante de cómo los medios están cubriendo las cosas, que cualquier sesgo ideológico. (…) Y luego, también, cubriendo, verdad versus realidad. Y Trump ha tratado de distorsionar la realidad desde el principio.

— Estos últimos días, negocios en Manhattan y DC han tapizado vitrinas en madera y se está aconsejando a propietarios de tiendas a registrarse para recibir alertas de delitos además de tener a mano la información de su seguro médico. ¿Por qué podemos esperar violencia durante la noche electoral?

—En términos de la expectativa de protestas, creo que la expectativa es (del tipo de) las protestas del tipo que surgieron con Black Lives Matter tras el asesinato de George Floyd en Minnesota. Entonces es una anticipación a eso, particularmente en el caso de que Biden no gane las elecciones. (…) Y lo que hemos visto es que, incluso, si las protestas no son predominantemente violentas (habrá) elementos entre los manifestantes que son violentos ... individuos de izquierda y particularmente infiltrados de derecha, que básicamente intentan aprovechar la situación, por medio de la violencia, rompiendo ventanas y saqueando. Una demanda de la que pronto se culpará a los manifestantes más de izquierda.

— ¿Cuál es su predicción?

—Soy una persona de estadísticas y tengo algo de confianza, quizás más que otros en las encuestas y quizás más que otros en la oficina de correos. (…) Esto no es como en las elecciones (de 2016) en Florida. El problema que tuvieron en Florida fue que fue una sorpresa. A todos los (pilló) con la guardia baja. Esta vez, todo el mundo sabe lo que se avecina. Todos los estados saben que tienen problemas con los que hacer frente en el recuento de votos. Y lo sabemos y la oficina de correos sabe que será criticado sustancialmente si estropean las cosas de una manera que afecte la voluntad de la gente, por así decirlo. Y tengo la confianza de que todo esto va a funcionar y, en base a los datos, creo que hay una muy buena posibilidad de que temprano, ya sea (hoy) por la noche o (mañana) miércoles por la mañana temprano, que sepamos que fue Biden quien ganó la elección.

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