El 12 de noviembre de 2019 la televisión mostraba una densa columna de humo entre el Parque Bustamante y Vicuña Mackenna, a escasos metros de Plaza Baquedano. Emanaba del icónico apart-hotel Principado, incendiándose en medio de manifestaciones del estallido social.

La que fue la imagen principal de ese día, tuvo, según el Ministerio Público, su origen unas horas antes, cuando un trío de conocidos, que desataba su furia por separado, se juntó y potenció su actuar. La historia se revela en la acusación que hoy presentó el fiscal adjunto de Ñuñoa Providencia, Álvaro Pérez.

Pérez parte su relato a las 17:00 horas, cuando toma fuerza la manifestación, donde se encontraba el imputado Benjamín Alexis Espinoza Gatica, quien fue seguido por un policía luego de que lo viese armando una barricada. Según el efectivo, ingresó a una obra en construcción de la U. de Chile en Ramón Carnicer con V. Mackenna con una molotov, prendiendo fuego a materiales que estaban al lado de una aplanadora. Luego se dirigió a un tractor, al que roció con un acelerante y lo incendió. Los hechos fueron grabados.

Tras ello, Espinoza fue a la estación de Metro Baquedano, donde se juntó con Matías Rojas Marambio, junto a quien -dice la acusación- fabricó una molotov que luego arrojó al interior de la estación. Después se les unió Jesús Yietro Zenteno y el trío caminó por V. Mackenna hasta llegar al número 35, donde el restaurante La Hacienda Gaucha era saqueado. Dos ingresaron sin causar daños y al no encontrar botellas se retiraron, dirigiéndose cada uno con una molotov en su mano al colindante apart-hotel Principado.

El sitio ya estaba siendo saqueado y los tres, según el escrito, ingresaron por las escaleras hasta una habitación, “lugar donde los imputados Benjamín Espinoza y Jesús Zenteno encienden los artefactos incendiaros que portaban y los arrojan a un montón de ropa de cama..., lo que era observado por el imputado Matías Rojas, comenzando un incendio”.

Los tres salieron y desde la calle observaron el edificio arder. Después se alejaron, se cambiaron de ropa y se fueron. Pero dos días después- afirma el fiscal- volvieron a reunirse para confeccionar más molotov, las que Espinoza y Zenteno arrojaron a Fuerzas Especiales apostadas en Alameda con Doctor Corbalán. Ese día, finaliza el relato, continuó con la fabricación de más molotov y su lanzamiento en distintos lugares, especialmente donde había carabineros.

Hoy la Fiscalía Oriente pide penas iguales de 10 años años y un día de presidio para todos, más 7 años y seis meses por elaboración de artefactos incendiarios y otros 7 años y seis meses por sus lanzamientos. Solo a Espinoza le suman otros 5 años por los hechos de la U. de Chile.

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