“Estuve a punto de perder un ojo. Estos tipos me habrían matado si es que el cuidador de autos no interviene”, asegura Maximiliano Raide, empresario gastronómico, dueño junto a sus hermanos de una serie de restaurantes en el sector oriente de Santiago y Cachagua, entre ellos el reconocido Europeo y el Jardín Secreto. En este último, Raide se encontraba con un amigo antes del ataque que vivió la noche del jueves, que hoy lo tiene con un grave compromiso ocular.

El registro de las cámaras de vigilancia del sector –así como también se describe en la querella presentada anoche a la fiscalía–, da cuenta de lo que pasó: Raide iba en su auto y mientras esperaba que cambiara la luz del semáforo, en la esquina de Alonso de Córdova con Francisco de Aguirre, se enfrasca en una discusión con dos hombres que estaban en la calle. “Me fui del restaurante a eso de las 22.30 y mientras esperaba la luz, vi a dos tipos que molestaban a dos mujeres. Les dije que las dejaran tranquilas, que estaban borrachos y que se fueran a acostar. Cada uno tenía una copa (habían estado en mi restaurante) y bebían en la vía pública. Reaccionaron de forma violenta y me atacaron”, cuenta Raide, que tras recibir el alta de la Clínica Alemana, relató en exclusiva para La Segunda lo ocurrido.

Entiendo que usted conocía a uno de los atacantes.

—Sí, a Alfonso Bulnes. Soy amigo de su familia desde hace 15 años, soy muy cercano con unos de sus hermanos, Santiago, así que claramente lo reconocí cuando lo vi junto a su acompañante, quien luego supe que se trataba de Enrique Searle. A (Bulnes) lo conocía muy bien porque en El Mostrador (donde Raide es publisher) cubrí la noticia cuando él atropelló y mató a Domingo Vicuña (25) en La Dehesa, en 2017. Sólo estuvo seis meses preso y ahora cumplía con una sentencia de vigilancia limitada, la que debía ser evaluada la próxima semana. Él también tenía claro quién era yo y me reconoció; se acercaron, me empezaron a provocar, les dije que se fueran a acostar y ahí empezaron a golpearme, uno de ellos desde el asiento del copiloto. Cuando traté de salir del auto, Bulnes me pegó combos y me reventó la copa en la cara. Quedé casi inconsciente y con la cara destruida.

La escena fue vista por más de una decena de testigos, varios de los cuales testificarán en favor de Raide. “Estaban las dos mujeres, la gente que esperaba el transporte público y el cuidador de autos, que partió a defenderme. Ahí los tipos arrancaron en dirección a la casa de Gustavo Covarrubias -administrador de los fundos de la familia Bulnes Concha-, donde se escondieron”, explica Raide. Al dar aviso a Carabineros, agrega, llegaron también dos concejales de Vitacura: Max del Real y Cristián Araya, este último paramédico, quien le prestó los primeros auxilios y lo llevó a la clínica. “Ellos también son testigos. Todo quedó registrado en las cámaras de seguridad municipales, por lo que el alcalde, Raúl Torrealba ayer presentó una segunda querella en contra de ambos”, dice.

—Hay versiones que dicen que todo ocurrió porque usted habría echado a uno de los sujetos de su restaurante.

—Eso es falso y lo descarto plenamente. Bulnes y Searle se encontraban efectivamente en el restaurante. Recuerdo que éste último fue al baño sin mascarilla, por lo que le solicité que se la pusiera. Según me contó una de las mujeres acosada por ellos en la calle, ellas se encontraban también en el restaurante. Cuando se fueron, Bulnes y Searle las siguieron, y ahí aparecí yo. Una de estas chicas se comunicó conmigo para decirme que declarará ante la fiscalía. Entretanto mi amigo, quien estaba conmigo esa noche, identificó a Searle en las cámaras de seguridad como el mismo que andaba sin mascarilla.

Bulnes o González, habría actuado igual

"Voy a llegar hasta el final. Esto es grave y no puede quedar impune”, advierte Raide, quien presentó una querella penal por lesiones graves anoche, a través del abogado Juan Domingo Acosta. Además, interpondrá una demanda en lo civil con el abogado y ex fiscal, Pablo Gómez, por daños y perjuicios. “Ese dinero lo voy a donar a la Fundación Emilia”, adelanta.

En tanto, fuentes de la fiscalía aseguran que Bulnes estaría buscando la asesoría del penalista Samuel Donoso. De ser así, este caso enfrentaría a dos poderosos abogados, reconocidos como parte del círculo legal del presidente Piñera. Hasta el cierre de esta edición, Donoso estuvo inubicable para confirmar si representará a Bulnes. La familia, entretanto, no se ha referido al tema.

Desde fiscalía, además, presumen que tanto Bulnes como Searle podrían ser formalizados esta semana.

Raide ahora se enfocará en su recuperación. “Lo que más lamento es que estaré en esto al menos seis meses, lo que se suma al largo tiempo en que estuvimos con los restaurantes cerrados producto de la pandemia. Yo no debiera estar preocupado de ir a la clínica, realizarme tres curaciones diarias y permanecer en la casa, sino de empujar para que nos vaya lo mejor posible. Es un tremendo desgaste, sin contar que también deberé tratarme con neurólogos y siquiatras. Estoy totalmente limitado para trabajar”.

—Es cercano con la familia Bulnes. ¿Han conversado?

—Su hermano Santiago me vino a ver y me pidió perdón. Quiero dejar claro que mi tema no es contra ellos. Hubiese sido Bulnes o González, habría hecho lo mismo. Me podrían haber matado, se ensañaron conmigo. Me han llamado cercanos a Domingo Vicuña, que hoy han revivido lo que ocurrió, con el dolor de constatar que Bulnes sigue impune.

–Este es un incidente que ha remecido a su círculo.

—Efectivamente. Pero he recibido el más absoluto respaldo de todo el mundo. Para todos esta situación es inaceptable y merece el máximo rigor de la justicia. Confío en la labor del fiscal regional, Manuel Guerra, quien supervisa el caso.

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