Chile tiene un potencial geotérmico de 3.500 MW, lo que equivale a producir un 20% de la energía geotérmica del mundo, dice entusiasmado Jerónimo Carcelén, presidente del Consejo Geotérmico de Chile. “Chile se encuentra en el Cinturón de Fuego del Pacífico, concentrando más del 25% de los volcanes activos del mundo, por lo que la zona cordillerana del país cuenta con posibilidades para el desarrollo de proyectos de energía geotérmica”, agrega.

Pero actualmente sólo existe una central de este tipo instalada en el país (y la única en Sudamérica). Se trata de Cerro Pabellón, sociedad en la que participan Enel y Enap, y que cuenta con una capacidad de 48 MW y otros 33 MW en construcción en la comuna de Ollagüe, Región de Antofagasta. Eso representa un 0,4% de la energía geotérmica del mundo. A ella se suman dos proyectos en exploración avanzada: Mariposa, de la compañía filipina Energy Development Corporation en la zona de la Laguna del Maule, y Peumayén, de la empresa Transmark de capitales holandeses, en el área del volcán Tolhuaca en la Araucanía.

Entre sus obstáculos están los altos costos iniciales, y el consiguiente riesgo para los inversionistas. “La experiencia de otros países muestra que el Estado puede tener un rol relevante tanto en la investigación y desarrollo de información geológica, como en instrumentos de mitigación de riesgos. Por ejemplo, el BID puso a disposición de los desarrolladores un crédito contingente que se ejecutaba en los casos en que la exploración fuera exitosa”, describe Carcelén.

En paralelo, dice que para un inversionista esto es sólo una parte de su análisis, también lo es mejorar la legislación vigente. “Contar con una regulación que reconozca los atributos de la geotermia como una energía de base renovable, que provee seguridad y flexibilidad al sistema eléctrico, y que remunere adecuadamente dichos atributos, también será una señal de inversión para las empresas que desarrollan proyectos de energía geotérmica”.

Como descripción, Carcelén dice que esta energía es estable, segura, renovable, y con una huella hídrica y de carbono muy bajas, permitiendo usos directos e indirectos. “En comparación a otros tipos de energías renovables intermitentes, la geotermia tiene un atributo muy importante que es su factor de planta sobre el 95%, esto es, la posibilidad de producir energía constante las 24 horas (...) Por sus atributos, la geotermia puede contribuir de manera importante a la transición energética, al proceso de descarbonización y al cumplimiento de la carbono neutralidad al 2050”.

Una semana de cambios a nivel de ejecutivos enfrenta desde esta semana Arauco, la forestal y productora de celulosa controlada por el grupo Angelini.

Todo se detonó a partir de la renuncia de Camila Merino, quien se desempeñaba como vicepresidenta del Negocio Forestal de la compañía.

La exministra del Trabajo del primer gobierno de Sebastián Piñera (entre marzo de 2010 y enero de 2011) se alejó de la compañía para postular a la alcaldía de Vitacura por Evopoli, partido al que ingresó en 2013. “Tomé la decisión de volver al servicio público y poder contribuir al país con mi experiencia”, comentó brevemente al ser consultada.

Así, desde este lunes su puesto fue asumido por Iván Chamorro, quien trabaja en Arauco desde 2001 y hasta ahora era gerente corporativo de Personas y Medioambiente, Seguridad y Salud Ocupacional (MASSO). Anteriormente se desempeñó en el área comercial y luego como gerente de Asuntos Públicos y Comunicaciones.

Para hacerse una idea de los cambios, es necesario describir que la estructura organizacional de Arauco parte con la vicepresidencia ejecutiva, liderada por Matías Domeyko, quien es secundado por el gerente general, Cristián Infante.

A continuación siguen cuatro vicepresidencias: del negocio de celulosa (Franco Bozzalla), del forestal (hoy Iván Chamorro), maderas y paneles (Antonio Luque), y la vicepresidencia internacional y nuevos negocios (Gonzalo Zegers); y luego había cinco gerencias: de asuntos corporativos y comerciales (Charles Kimber), contraloría (Robinson Tajmuch), personas y MASSO (Iván Chamorro), finanzas (Gianfranco Truffello) y legal (Felipe Guzmán).

En el área de gerencias es donde siguieron los movimientos.

La compañía decidió fusionar las áreas de Personas y MASSO con Asuntos Corporativos, creando la gerencia corporativa de Personas y Sustentabilidad, que estará a cargo de Charles Kimber, quien era gerente de Asuntos Corporativos y Comerciales. Kimber se desempeña en Arauco desde 1986, y antes ocupó cargos en el área de ventas y como gerente de Arauco Wood Products Inc. en Estados Unidos.

Otros cambios comenzarán a regir a partir de este jueves. Se eliminó la gerencia corporativa de Contraloría y sus tareas se dividieron en dos, los temas tributarios y contables pasan a la gerencia corporativa de Finanzas, mientras que los de auditoría pasan al área Legal.

Consultada la compañía respecto a si estos cambios están relacionados a un reordenamiento por los efectos de la pandemia, dijo que “es sólo una nueva forma de organizarse”. De todos modos, al primer semestre Arauco registró pérdidas por US$85,6 millones, por bajas en los ingresos de todas las áreas en que participa.