En 2014 para Vladimir Soto, Los Risas eran una banda más”.

Rodolfo Inostroza

Brigada Antinarcóticos

Metropolitana PDI

Siguen operando

desde los penales”.

Alex Cortés

Fiscal jefe Antinarcóticos Fiscalía Sur

La noche que lo iban a matar, Vladimir Soto (39) estaba por meterse a la casa de El Aguja, uno de sus colaboradores más íntimos. En pocos días tenía que declarar a la PDI por la emboscada de la que había zafado en marzo, justo enfrente del Hospital Padre Hurtado. Casi dos meses después de ese fallido ataque, a un familiar político lo mataron en una plaza de calle Antonio Machado. Sospechaba que su pariente recibió las balas que eran para él.

Soto no alcanzó siquiera a acercase a la casa de El Aguja; un pistolero que lo reconocía, a pesar del bypass gástrico que se hizo para bajar de peso y alterar su fisonomía, lo alcanzó el viernes 21 de agosto de 2020. Así murió el Guatón Alfredo, conocido como El Cogote de Toro, líder de la banda homónima, que le prodigó un velorio de casi una semana. Lo enterraron el 27 de agosto en el Cementerio Metropolitano, pero las balaceras continúan.

Cogote de Toro se hizo famoso en su mundo hace diez años como el capo que sucedió a Alejandro Cavieres en la población La Victoria. Una semana y media más tarde vino –que se sepa– el primer muerto de Los Risas. Fue en el barrio Franklin, en la comuna de Santiago. Además hubo dos heridos. Los Risas es la pandilla que le disputaba a Vladimir Soto la población Magdalena II, en La Pintana, que topa con la parte de San Ramón donde Los Risas son fuertes.

El caído en Santiago era Jonathan Rojas (34), quien aparentemente sería un cuadro menor entre Los Risas. Queda para el registro su conducta exaltada. En 2016, en un control en La Granja desafió a Carabineros diciéndoles “que h. pacos cdm, me h. porque ando en la media nave (un Grand Cherokee), ¿queri's que te pesque a balazos, perro bastardo?”. En 2020 mantenía esa actitud cuando le preguntaron por qué quería entrar a un supermercado en Maipú en la cuarentena: “Qué te importa a ti, te voy a esperar afuera pa' pescarte a balazos. Yo no soy na' mechero igual que los demás”. El 7 de septiembre que murió Rojas, horas después, hubo tres heridos en La Pintana. Hoy la Fiscalía Sur indaga otros dos homicidios que podrían tener relación con la muerte de Soto.

Así como El Cogote de Toro se formó en La Victoria y desembarcó en La Pintana porque tenía parientes por ahí, Los Risas son nacidos y criados en San Ramón. En 2019 varios de ellos fueron detenidos en una investigación por narcotráfico. Tres están en la cárcel esperando juicio, pero uno de los hermanos, Esteban Toloza García (41), tiene una condena en libertad. Un informe pericial cuenta algo de la vida de la familia: Cinco hermanos (cuatro hombres y una mujer), el padre chofer de micro y hoy con cirrosis y diabetes, la madre dueña de casa. Los otros tres varones son los líderes del clan: Mauricio (39), Alejandro (35) y Ángelo (31).

En 2014 para Vladimir Soto, Los Risas eran una banda más. En más de una oportunidad llegaron a acuerdo de no entrometerse en sus territorios. Pero ese año Vladimir estuvo prófugo y le jugó en contra, porque perdió poder. Los Risas se organizaron mejor, comercializaron más drogas, tuvieron más armas y comenzaron a empatar a la banda de Vladimir Alfredo. Desde 2018 no había tanto respeto o miedo para traspasar los límites”, dice el inspector de la Brigada Antinarcóticos Metropolitana de la PDI, Rodolfo Inostroza. De perfiles distintos, además. Soto solía enemistarse con sus medio-hermanos por el trato que les daba y tenía poco cuidado al teléfono. Los Toloza sólo se hacían notar por sus autos o parcelas.

La pugna de ambas pandillas ocurre cuando los tres hermanos están detenidos. El fiscal jefe Antinarcóticos de la Fiscalía Sur, Alex Cortés, dice que “no sólo en el caso de esta banda, si no en el de todas ellas mantienen brazos operativos que están en libertad y así siguen actuando desde los centros penales. Es una práctica habitual, porque se trata de una actividad muy lucrativa. Muchas personas dependen de las ganancias de la droga”.

Algo de eso también exhibió Soto. Mientras estuvo en Colina II por un homicidio frustrado articuló una operación de drogas en que participaron su pareja y un cuñado. Era droga de Bolivia. Ahora, quienes vieron imágenes del funeral de El Cogote de Toro notaron que entre las coronas de flores algunas tenían banderas bolivianas. A Soto lo buscaron también por el homicidio del cabo Oscar Galindo, de junio de 2018. El OS9 llegó a su casa por una denuncia anónima que sostenía había pagado $100 millones a la familia del adolescente hoy acusado de ese hecho, para que se echara la culpa, dice un informe policial a raíz de un recurso de amparo que presentó Toro.

Crimen de la Luxor

La semana previa a las Fiestas Patrias ingresó al Hospital Padre Hurtado Diego Salvo (21), a quien se indica como de la banda de El Cogote de Toro, herido en un enfrentamiento con uno de Los Risas. Salvo quedó detenido porque lo buscaban desde noviembre de 2018, por una aparente venganza debido a un homicidio ocurrido en la discoteque Luxor, el 12 de febrero de ese mismo año. En la madrugada, en el estacionamiento del centro de eventos, fue acribillado por la espalda un adolescente apodado Carlos El Invicto. En el barrio ese crimen fue atribuido a Camilo Fuentes (17), El Chuqui, supuestamente de Los Risas. Y por eso Salvo, que era primo de El Invicto, desde una moto le habría disparado a Fuentes, casi como los ajustes motorizados de la serie Gomorra.

Por ese caso la Fiscalía Sur ya había llevado a juicio al otro pasajero de la moto: el hermano de Carlos El Invicto. En febrero pasado el Sexto TOP de Santiago lo absolvió: la prueba era circunstancial, pues pese a que pasó en una plaza, nadie vio nada.

Dos de los cinco hermanos Toloza García, en una imagen televisiva de un reportaje de Informe Especial de 2019.

El funeral de Vladimir Soto en agosto, en una imagen obtenida por un drone de Carabineros.

LEER MÁS