Rodrigo Delgado

Alcalde de Estación Central

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A pesar de que la imitación de Stefan Kramer lo transformó en motivo de bromas, la idea de un electorado de «centro social», al que Pablo Longueira apeló en su fallida candidatura presidencial de 2013, tiene alguna base en las encuestas.

Si bien se trata de un concepto inventado por él, para los encuestólogos, se relaciona con un grupo que no se declara de derecha, ni de izquierda, ni siquiera de centro. Son aquellos que las agencias de encuestas encasillan como «sin posición política». En algunas mediciones, las personas de ese segmento, con algo de resistencia, se califican con un 5, cuando se les pide que se evalúen con los parámetros de «1 representa a la izquierda» y «10 a la derecha».

La derecha es minoría

Tal vez la apuesta de Longueira de sumarse al «Apruebo» podría encontrar un eco en ese grupo, a pesar del poco apoyo que tuvo en la UDI. Según un sondeo de «La Segunda», por ahora, solo 10 dirigentes gremialistas votarán a favor de la fase constituyente.

Sin embargo, las personas que se «autodefinen» de derecha, como los que se «autoidentifican» con la izquierda, son minoría, según explica el director de Activa Research, Ramón Cavieres.

Por ejemplo, comenta que, a nivel nacional, “solo un 11% se identifica” como de centroderecha o de derecha, por lo tanto, si un 40,4% de esas personas vota «Apruebo», su peso en el total es “cercano al 4%”.

Distinto es el caso del principal nicho electoral que no se declara con postura ideológica, pero donde una parte vota por la derecha. Según la última encuesta de Activa Research, las personas «sin posición política» equivalen a un 62,5% de la población.

A juicio de Cavieres cuando Longueira apelaba al «centro social» en 2013 “algo tiene que ver” con ese segmento que se declara “equidistante o independiente” de cualquier sector político.

Más derecha y Apruebo

Pese a esa distancia, dentro de ese segmento, los números no son malos para derecha. Según la misma encuesta, un 30,2% de ellos votaría para Presidente por un candidato de lo que se llama “derecha” (sumando las menciones espontáneas de Joaquín Lavín, Evelyn Matthei, José Antonio Kast o Rodolfo Carter).

Por el contrario, los presidenciables asociados a la oposición (Daniel Jadue, Heraldo Muñoz, Beatriz Sánchez, Michelle Bachelet, Marco Enríquez-Ominami y Alejandro Guillier), suman 19% de las preferencias en ese grupo.

Respecto del plebiscito, entre quienes no declaran posición política, un 73,2% está por el «Apruebo», un 8,3% por el «Rechazo», un 13,3% no votará, mientras que un 5,1% no sabe.

Esas cifras se acercan más a la hipótesis que planteó Longueira en El Mercurio, el pasado 30 agosto, cuando anunció su estrategia para el plebiscito. Según el expresidente de la UDI, el «Rechazo» solo llegaría al 20%, es decir, hay otro porcentaje que correspondería a posibles votantes de la derecha (no todos autoidentificados con ese sector político) que no irán a las urnas o estarán por el «Apruebo».

No obstante, al rebarajar el electorado para elegir a una convención constituyente, la derecha podría aspirar a un 45%, según Longueira.

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