“Si al feminismo lo entendemos como la búsqueda de la equidad absoluta entre hombres y mujeres, claro” que se declara feminista Ariela Agosin, la socia del estudio Albagli Zaliasnik que integró la Banda 1 de Chambers en el área de Propiedad Intelectual.

Su bufete es casi paritario en cantidad de hombres y mujeres. Pero a nivel de seniors y socios, la proporción se masculiniza demasiado. Y esto se repite entre los distintos bufetes de Chile: “A nivel socio da vergüenza, en Latinoamérica somos los que peor estamos”.

-¿Hay razones estructurales, sociales o de machismo profesional para esta desproporción?

-Hay un problema estructural de la sociedad, pues aún es muy difícil para una mujer avanzar en su carrera en ciertos momentos en que nadie en la sociedad te ayuda. Yo he tenido el apoyo de mi marido y de mis antiguos jefes, hoy socios, pero yo noto la dificultad de quienes no tienen el apoyo del marido para suplirte, no hay un lugar donde dejes tranquila a tus hijos chicos, si tu hijo se enferma, socialmente eres tú la responsable. Además que el gran salto para un abogado en un estudio, para pasar de junior a senior y a socio, se da en un periodo clave entre los 30 y 40 años, que coincide con la edad en que estás formando familia. Las que somos socios, tuvimos que hacer malabares. Otra dificultad es que las grandes firmas chilenas de abogados, son muy tradicionales y lo son también los clientes que atienden. A los socios a veces les complica poner a mujeres al frente de un gran caso, porque temen que el cliente no se sienta cómodo. Y eso es clave. Un tercer elemento es que los rankings tienen un sesgo: reciben mucho feed back de colegas y poco de los clientes, y los colegas también son machistas.

Pabla Gainza, socia del estudio CMS- Carey & Allendes, lleva una larga carrera en el mundo del derecho inmobiliario. Reconoce que “se crió en un mundo de derecho machista”, pero asegura que el “mundo legal está cambiando”.

Sostiene que hace un par de décadas “era impensado llegar a ser socia de un estudio, pero ahora se reconoce el talento”.

-¿Es complejo para las mujeres destacar su área práctica o eso no es tema hoy en día?

-Somos muchas las mujeres que trabajamos en el mundo del derecho inmobiliario, pero pocos los abogados hombres y mujeres que trabajamos en Urbanismo y Construcción, fijando estrategias y aconsejando a nuestros clientes en el desarrollo de proyectos. Sin embargo, en el mundo de las firmas de abogados, era difícil destacar y hacer carrera. No obstante, hoy se están igualando más las oportunidades en los estudios jurídicos, a diferencia de hace dos décadas; hay un cambio importante en la mentalidad de la sociedad, que abre puertas y genera oportunidades”, sostiene la abogada que manifiesta que en su estudio ha tenido las posibilidades de desarrollo.

-¿Se considera feminista en el contexto de que aún falta equidad de género en la sociedad?

-En el aspecto tal vez de confrontación, no. Pero falta avanzar en muchas áreas. Cuando comencé en el derecho, muchas mujeres podían avanzar sólo si tenían redes de apoyo familiares. Hoy se hace justicia con el talento.

Admite que su área de práctica tiene menos mujeres, y que faltan. Myriam Barahona, socia del estudio Morales & Besa, es experta en banca y finanzas, un rubro que no resalta en general por la presencia femenina. Su estudio, aclara, tiene internalizado el tema paridad de género, por lo que admite que hay oportunidades, pues existen muchas socias, asociadas y líderes de áreas de práctica.

-¿Es complejo para las mujeres destacar en su área o es un mito?

- Más que hablar de mitos o complejidades, la situación es que somos pocas las mujeres que trabajamos en la práctica de banca y finanzas, y en general, en áreas más transaccionales. Si en los estudios no hacemos el esfuerzo consciente de involucrar jóvenes abogadas en estas áreas desde el inicio de su formación, seguiremos siendo pocas ya que en mi experiencia, los clientes buscan la mejor asesoría, independiente de si la presta un hombre o una mujer.

-¿Cuál es tu experiencia?

-No siento que mi carrera haya sido más lenta o menos desafiante por ser mujer, pero no puedo desconocer que he sido muy afortunada de desarrollarme en un estudio meritocrático y de haber trabajado con socios que me dieron espacio para crecer y ganar la confianza de los clientes. Me alegra profundamente que si bien al inicio de mi carrera era extraño encontrarse con más mujeres en las reuniones de negociación, ahora son cada vez más.