En el peak del estallido social, en el perímetro de la Plaza Italia y la Alameda, se contabilizaban cerca de 35 mil metros cuadrados de fachadas y mobiliario público rayados, y al rededor de 20 monumentos vandalizados, según los registros de la empresa Alta Presión, dedicada a la limpieza de estas estructuras.

La mayoría de las esculturas dañadas fueron víctimas de manchas de pintura, grietas y marcas de impactos con objetos contundentes en el marco del estallido social.

En casi 6 meses de confinamiento, la situación actual del patrimonio escultórico en el sector muestra un avance.

En sus rondas por el sector, el arquitecto Ivan Poduje dice que ha visto que “se han hecho importantes trabajos en limpieza de rayados, y reparación de daños superficiales generados por actos vandálicos, incluyendo fachadas de edificios patrimoniales. Se han reconstruido espacios públicos. Lamentablemente los parques siguen con daños y los cafés literarios destruidos siguen cerrados”.

La restauración en esta zona es un tema que esta pendiente, pero hay conciencia entre los municipios involucrados de que no se trata de un tema fácil y que debe estar a cargo de expertos profesionales del área. “La ejecución de una obra de restauración patrimonial, requiere de técnicas y procesos complejos con sistemas como hidrolavado, el West Blasting -granallado y agua- o el Dry Blasting, que es hielo seco, dependiendo de las materialidades y daños. Procesos que son caros y complejos de ejecutar”, comenta la alcaldesa de Providencia Evelyn Matthei.

Las dos caras del sector

Los monumentos más afectados, en los límites de Providencia, son el Genio a la Libertad, conocido comúnmente como Monumento de Italia, el Obelisco de Balmaceda, el Monumento al General Baquedano y el Monumento a Manuel Rodríguez. “Todos cuentan con sus respectivos levantamientos, diagnósticos y propuestas de intervención aprobadas por parte del Consejo de Monumentos Nacionales”, agrega Matthei.

Cuenta, además, la alcaldesa que “otras obras de menor tamaño se encuentran resguardadas en instalaciones municipales, que corresponde a aquellos monumentos que fueron vandalizados y retirados de su lugar original”. Se trata de los bustos de José Martí y del Comodoro Arturo Merino Benitez, además las figuras secundarias del Soldado y la Gloria en el monumento al General Baquedano. “Todas ellas requieren de un proceso de restauración, antes de ser repuestas en su lugar original”, remarca la edil.

Por el lado que le corresponde a Santiago, el alcalde Alessandri sostiene que “los monumentos están catastrados y poseen una ficha que especifica su materialidad, partes, piezas y colores, entre otros aspectos que son considerados para su cuidado”.

Estatuas del sector Parque Forestal, Santa Lucía y también San Borja, colindantes con Plaza Baquedano, son las que presentan mayores daños a la fecha, destacando al Fuente Alemana y el monumento a Carabineros. “La comuna ha trabajado en la reposición y limpieza de áreas verdes y borrado de grafitis en los monumentos”, dice Alessandri.

Paso a paso

Los trabajos de recuperación de monumentos en vía pública, deben ser aprobados previamente por el Consejo de Monumentos Nacionales y pueden ser financiados por los Municipios correspondientes, por donaciones privadas u otras instituciones del Estado.

En ambos municipios aseguran que han llevado a cabo el control periódico de daños, levantamiento en terreno y diagnósticos para su restauración y conservación patrimonial. Además, cuentan con registros fotográficos detallados, de los daños y rayados efectuados sobre estas obras. Irán evaluando por proyecto la ejecución de las restauraciones, entendiendo el contexto actual y las prioridades.

David Silva es gerente general de la empresa Alta Presión. Colaboró, en el mes de Abril, con la limpieza profunda del Monumento al Genio de La Libertad. Sostiene que las empresas que ejecutarán estas obras, “deben contar con experiencia demostrable en recuperación de monumentos. Los del entorno de Plaza Italia y bandejón central de Alameda, son los mas urgentes en cuanto su recuperación. Aun faltan monumentos muy importantes, tales como el Monumento a Manuel Rodríguez, el de Carabineros de Chile y Fuente Alemana, entre otros”.

En una última reflexión, el arquitecto Iván Poduje plantea que más allá de la restauración del patrimonio escultórico “lo primero es un compromiso de todos para condenar la violencia y destrucción de nuestros monumentos. Partiendo por autoridades parlamentarias, alcaldes y también artistas y arquitectos. Luego debemos exigir que la ley de monumentos se cumpla y que infractores sean llevados a la justicia, como corresponde en un Estado de Derecho”.

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