Uno de los mejores embajadores de la gastronomía venezolana es Sumito Estévez, quien desde hace un par de años vive en Chile. Hace unas semanas dio vida a Sumo Gusto, un nuevo proyecto junto a Sylvia Sacchettoni (su esposa), en el que preparan recetas muy bien logradas de su gastronomía y otras inspiradas en productos chilenos que les gustan. Son preparaciones que llegan a domicilio al vacío y hay para todos los gustos, como su entrada para compartir –con jamón de lomo de cerdo curado en sales, especias venezolanas y luego horneado, queso fresco palmita con aceitunas, tomate seco, romero y aceite de oliva, crema untable hecha de porotos negros y crujiente de mandioca– ola rica Chuleta ahumada de cerdo, que llega caramelizada con chancaca, especias y salsa inglesa, acompañada de un salteado de repollo fermentado, semillas de mostaza, perejil y comino. También está el Asado negro –un pollo ganso muy suave, cocinado en una salsa de vino, algo dulce, y vegetales–, el Funche de chicharrón, y un largo listado de postres.

Voy a ser categórica: estos son los mejores brownies que he probado. Detrás de estas maravillas están las cocineras Isidora y Josefina De la Cuadra, las mismas que estuvieron a cargo de Maillard Deli –en Vitacura, con preparaciones frescas, sabrosas, delicadas, atrevidas–. Hoy crearon esta empresa, que ofrece cuatro tipos de brownies: uno impactante, hecho con chocolate con 70% de cacao; otro con mantequilla de maní, trocitos de maní y chocolate; una tercera opción de plátano, toffee y chocolate, y el famoso blondie, hecho con vainilla, trocitos de chocolate bitter y caramelo. Todos tienen un sabor delicioso, su centro es húmedo, su textura es suave, esponjosa y firme… y generan esa hermosa sensación de no querer que se acaben nunca. Ya se lo advertí: pruébelos y no habrá vuelta atrás.

“Queremos poner en la mesa de los chilenos una hamburguesa 100% nativa, honesta en sus ingredientes, con los mejores productos chilenos, incorporando procesos naturales para resaltar un sabor realmente único, delicioso y adictivo”. Esta es una de las razones por las que Rodolfo Guzmán (del premiado Boragó) decidió empezar un nuevo proyecto gastronómico, que lo devuelve a los fogones. Si hay algo que ha caracterizado a su cocina es la innovación, su técnica y el respeto por los productos. ¿Se imaginan, entonces, sus hamburguesas? Un lujo. Hay de dos tipos: de carne de libre pastoreo, cocinadas a las brasas. Y vegetarianas, hechas de berenjena, arroz orgánico chileno –uno de los más australes del mundo–, y hongos silvestres. Ambas vienen con pasta oMami hecha con tomates rosados del Maule, queso chanco artesanal, ensalada de lechugas orgánicas, pan brioche de campo (de triple fermentación) y papas nativas orgánicas y fritas. Y si quiere agregar los cremosos helados Patagonia Velvet, hágalo… es un regalo.

Si es de los que ya conocen este local, deben estar felices con su regreso. Y si aún no ha probado sus preparaciones… ya es hora de hacerlo, les va a encantar. Desde hace unos días Boa abrió renovado, ofreciendo productos como una suerte de emporio y también sus Box Set: cajas para armar, con preparaciones listas para terminarlas en casa. En su “mercado” hay estupendos productos, como los que elaboran ellos mismoas (kimchi, salsa de tomate, kombucha, diversos tipos de panes, chimichurri, leches de almendra y de coco), así como los que compran a pequeños productores (quesos, huevos de campo, manjares), hasta sus adictivos cafés y chocolates de orígenes. Además, hay ocho variedades de Box Set: hamburguesas de carne (de libre pastoreo), flat iron, pollo asado (de libre pastoreo y asado por 12 horas), falafel, brunch, veggie, pulled pork y galletas (chocolate y sésamo). Además, todas las cajas llegan con distintos insumos exquisitos (siracha casera, panes, quesos, salsas, encurtidos) para comer preparaciones realmente muy, muy recomendadas.