A los 95 años, tranquilo y acompañado de su esposa Raquel (con quien se casó hace 70 años) falleció anoche Juan de Dios Vial Correa, quien fue rector de la Universidad Católica durante tres períodos consecutivos (1984-2000).

El médico –hermano del historiador y ex ministro Gonzalo Vial Correa- tuvo una infección respiratoria (no Covid) que se agravó en los últimos cinco días y le obligó a usar oxígeno en casa.

Como “una de las figuras más importantes de la historia reciente de Chile” lo describió el historiador Alejandro San Francisco, cuando hace dos años escribió un libro acerca de su legado. “Siempre manifestó una preocupación especial por la ciencia y la falta de desarrollo de la misma en las universidades chilenas (...) Se trataba de una concepción de la ciencia ‘humanista'. Por lo mismo, sostenía que «el objeto propio de la investigación universitaria es el desarrollo del espíritu humano»”, dice San Francisco en su libro.

“Durante su rectorado, la UC pasó a convertirse en una «universidad compleja», expresión que él mismo acuñó. No sólo fomentó la investigación científica sino que puso especial énfasis en el desarrollo del postgrado y, particularmente, del doctorado”, agrega el actual rector de la UC, Ignacio Sánchez, quien fue su alumno en Medicina en primer y segundo año.

También Vial flexibilizó el currículo de pregrado para evitar la sobre-especialización temprana de los alumnos y mejorar así su formación integral.

“Vial fue mi ejemplo de académico y profesor” admite Sánchez, quien con el tiempo forjó una amistad que perdura hasta ahora. “Estuve con él varios años en coloquios de ética médica. Me apoyó mucho en estos diez años de rectoría”, dice. De hecho lo visitaba varias veces al año en su departamento y conversaban casi todos los meses por teléfono, porque el ex rector estaba muy atento a lo que ocurría en el país y en la universidad.

La última visita fue en marzo. Desde allí, solo llamados telefónicos, y en mayo (para su cumpleaños 95) le envió (como todos los años) su torta preferida: selva negra.

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No se imagina

usted los personajes de la Iglesia que habían objetado mi manera de ser nombrado rector”

Fue en abril de 2017, al cumplirse 30 años de que el Papa Juan Pablo II viniera a Chile, cuando el ex rector universitario recordó en su departamento en el Parque Forestal las tensiones internas que le tocó vivir esos días por la visita del Sumo Pontífice.

El médico estaba a punto de cumplir 92 años, edad que en ese momento sólo se reflejaba en su cabellera blanca y alguna dificultad para caminar. Su memoria estaba intacta, al igual que su sentido del humor. Aquí el texto:

“Su departamento está repleto de fotografías que pelean espacios con una biblioteca de muro a muro llena de libros de todas las disciplinas. Pero en ninguna de ellas Juan de Dios Vial Correa aparece junto al Papa Juan Pablo II, pese a ser profundamente religioso y a que compartió varias veces con él. “Es que tengo un pésimo manejo de mi archivo fotográfico”, se disculpa con modestia el médico.

Quien fuera rector durante 15 años de la Universidad Católica -entre 1985 y 2000- estuvo con Karol Wojtyla en 1985, quien lo recibió en El Vaticano luego de ser designado rector por la Santa Sede. El siguiente encuentro fue en Chile, el 3 de abril de 1987, cuando Juan Pablo Segundo en medio de su visita al país hizo un reconocimiento al mundo de la cultura y eligió la sede central de la UC para llevarlo a cabo.

“Era raro el clima de la universidad y del país en ese momento. Y que el Papa eligiera visitar a la universidad era un hecho notable, porque había un problema político de por medio y dentro de la Iglesia por la designación que yo había tenido como rector. Era un ambiente cargado, muy cargado”, recuerda el ex rector a sus 91 años (en mayo cumple 92).

-¿Por qué su designación había sido un problema?

-Mi nombramiento había sido cuestionado por gente dentro y fuera de la universidad, muchos esperaban una elección, otros una designación. Así que se inventó una fórmula en que el rector fuera nombrado por el gobierno y por la Iglesia, pero por caminos separados.

Luego explica: “Lo que la Iglesia no quería, por ningún motivo, era nombrar un rector en la UC a propuesta del gobierno. Y lo que el gobierno buscaba evitar era supeditarse a la Iglesia. La visita del Papa en todo este clima relevó a la rectoría en ese minuto. Pero había un clima nervioso, no se imagina usted los personajes de la Iglesia que habían objetado mi manera de ser nombrado porque podía parecer un acto de adueñamiento con el gobierno”.

Ante esto, cuenta, “monseñor Fresno (arzobispo de Santiago en esa época) fue muy puntilloso en que siempre mencionara que cuando hablara del origen de mi autoridad, recordara que era un rector designado por el Papa”.

-¿Había gente en la UC que cuestionaba la visita del Papa a la UC?

-Eran muchos, había ambiente, pero ¡no me iban a decir a mí que no lo recibiera!. En la universidad hubo molestia, y nos amenazaron varias veces con hacer protestas por el crédito fiscal. Había alumnos, y le podría dar los nombres porque me acuerdo pero no lo voy a hacer, que me advirtieron que iban a tener un grupo grande para protestar en medio de la visita. Yo solo les dije: «están locos, ustedes. Qué tiene que ver el Papa con eso. El crédito fiscal, que afecta a unas pocas universidades en un rincón del mundo, qué tiene que ver con la visita del Papa». Al final no lo hicieron, creo que la personalidad del Papa generó un cambio de ambiente y me sorprendió ver cómo gente que era contraria a la visita del Papa por temas políticos, terminaba aplaudiéndolo (...) Pero había una cierta inquietud de violencia o de atentado, entonces, al Papa se le llevaba por partes donde no estuviera expuesto.

Cuenta que “lo que me preocupaba como rector era si se iba a mantener el orden o iba a estallar en alguna forma desorden o conflictos, porque no había mucha manera de impedirlo. Eso podía ser importante para juzgar la visita del Papa a la universidad (...) Pero fue muy cordialmente recibido, incluso por gente que no tenía ninguna afinidad”.

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