23,4%

del mercado de cervezas tenía la unidad de AB InBev en Chile en 2018, según Euromonitor. Ahora dice tener el 30%.

Golpe a la cátedra. En una inesperada operación, aunque no inédita en el mundo, las embotelladoras de Coca-Cola en Chile suscribieron un contrato con la mayor cervecera del mundo, AB InBev, para distribuir sus productos en sus áreas de cobertura. Una movida que podría considerarse un golpe que reactiva la competencia con la mayor productora de cervezas del país, CCU, perteneciente al grupo Luksic, y que además comercializa las marcas de gaseosas de la multinacional Pepsi, archirrival de Coca-Cola.

Las embotelladoras Coca-Cola Andina, cuyo directorio encabeza Juan Claro, y Coca-Cola Embonor, presidida por Andrés Vicuña, anunciaron en sendos hechos esenciales a la Comisión para el Mercado Financiero (CMF) que en conjunto “han suscrito con la sociedad Cervecería Chile –filial de la multinacional AB InBev-, un contrato de distribución para la comercialización de cervezas elaboradas o importadas por ésta última, dentro de las que se encuentran aquellas bajo las marcas Corona, Stella Artois, Budweiser, Becker, Báltica, Cusqueña, Kilómetro 24.7 y Quilmes, entre otras”.

Coca-Cola es una de las accionistas relevantes, con un 7,18%, de Andina, la que es controlada por las familias Said, Garcés y Hurtado. En Embonor, la multinacional tuvo un 45,49% de la propiedad hasta 2011, cuando la vendió a la familia controladora, Vicuña García-Huidobro.

Cervecería Chile, en tanto, es la unidad del grupo AB InBev en el país. Su fábrica, ubicada en Panamericana Norte y donde se producen principalmente Becker y Báltica, se encuentra a solo unos metros de distancia de su mayor rival en el país, CCU. En abril pasado, el gerente general de Cervecería Chile, Luis Vives, dijo a Pauta/Bloomberg que estaban triplicando su producción y ampliando su planta, lo que les permitiría comenzar a fabricar Budweiser en Chile. La puesta en operación del proyecto se preveía entre septiembre y octubre. Fuentes cercanas a la compañía dijeron hoy que “la ampliación de la planta sigue en marcha, pero se incluyeron obras adicionales que están en proceso de implementación. Inicialmente era una inversión de US$100 millones y hoy asciende a US$130 millones. Todo debería estar operando a fines de 2020”.

Los efectos

El acuerdo, que parte el 1 de noviembre y durará cinco años, considera todos los canales de distribución (supermercados, tradicional o botillerías, y horeca –hoteles, restaurantes y casinos-) en el país, salvo en las regiones Arica y Parinacota, Tarapacá, Antofagasta y Atacama.

“Lo que buscamos es lograr mayor capilaridad con los clientes que venden nuestros productos a lo largo del territorio nacional, dotar de mayor competencia al mercado y así beneficiar tanto a los consumidores finales como a las comunidades que componen nuestro ecosistema en Chile”, dijo Vives en un comunicado.

El efecto financiero fue informado distinto en ambas embotelladoras.

En el caso de Andina, la comercialización y distribución de estos productos, dijo que le generará un margen Ebitda (flujo de caja operacional) de aproximadamente 5% sobre los ingresos provenientes de esta operación. No proyectó el aumento de volumen, aunque dijo que en el último año se vendieron 28,3 millones de cajas unitarias de estos productos en el territorio cubierto por Andina. En 2019, Andina vendió un total de 746 millones de cajas unitarias en todos sus productos (equivalente a 42,45 millones de hectolitros pues cada caja unitaria equivale a 5,69 litros).

Embonor espera que este contrato signifique un aumento de más del 10% de su volumen actual de ventas, que alcanzó a 132,2 millones de cajas unitarias el año pasado (7,52 millones de hectolitros).

La gran rival de esta alianza, CCU, informó el año pasado que vendió 30,03 millones de hectolitros, que incluye marcas como las cervezas Cristal o Escudo y las gaseosas Pepsi, y Bilz y Pap.

De acuerdo al último estudio de mercado de cervezas realizado por la consultora Euromonitor Internacional en 2018, el liderazgo por lejos en el rubro lo ostenta CCU, con un 61,4% del mercado, y sus marcas estrella Cristal y Escudo, con porciones del 27% y 22%, respectivamente, a las que se suman otras marcas como Austral y Kunstmann. Sin embargo, a eso hay que agregar el 6% que representa la marca Heineken, que distribuye la compañía de los Luksic desde 2003 (ver infografía).

Por su parte, Cervecería Chile (AB InBev) contaba con el 23,4% del mercado, según el mismo estudio, con su marca bandera Becker llevándose el 12%. Sin embargo, desde la empresa aseguraron hoy que ya poseen “el 30% del mercado”.

Las otras casas cerveceras, entre ellas las artesanales y las importadoras de otras marcas, se llevan un 9% de un mercado total que en 2018 cerró con un volumen de ventas de casi 1.000 millones de litros y US$3.805 millones en dinero.

Ninguno de los involucrados quiso conceder entrevistas para más detalles.

10%

de mayor volumen de ventas prevé Embonor por este acuerdo con Cervecería Chile. Andina no proyectó.

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