Gerardo Leal (27) tiene trabajo y una hija. La noche del 3 de enero Carabineros lo apresó en Diagonal Paraguay con Lira, en Santiago. La policía dijo que él era uno de los tantos de la horda de encapuchados que dos horas y media antes prendió fuego a la iglesia institucional, San Francisco de Borja. El templo, a dos cuadras de la Plaza Italia, núcleo del estallido social, ardió e incluso arrasó con un auto estacionado cerca. Hasta ahora es el único responsabilizado.

Esa noche a Leal lo siguieron un capitán y un teniente de carabineros de civil. Uno lo registraba en video. En la iglesia, minutos después de las 20 horas, la grabación exhibe a alguien de polerón gris claro con capucha y letras rojas en la espalda tirando algún químico y luego encendiendo fuego en cuatro puntos distintos. Ya fuera del templo, tiró dos molotov (una a las 21:11 y otra a las 21.34). Luego fue hacia el oriente y en Irene Morales con Alameda giró al Parque Forestal.

Según el capitán de Carabineros que lo siguió, en el parque “se saca el polerón gris, el pantalón azul, las calcetas, la pañoleta que cubría su rostro y los guantes, quedando en shorts azul y una polera negra, que por delante mantiene la leyenda LIBEREN LAS MASAS. En ese momento logro observar su rostro, de tez morena, pelo largo y negro y contextura delgada. Guardó la ropa en una bolsa color beige y se dirigió a Alameda. En Ramón Corvalán y Alameda empezó a despojarse de sus vestimentas para cometer el delito. Las empezó a lanzar a una fogata (…) El teniente logró recuperar sólo el polerón, porque las otras vestimentas fueron absorbidas por el fuego”, dice la declaración.

Carabinero sacó del polerón rastros genéticos (que se obtienen de secreciones corporales, cabellos o sangre). Lo mismo hizo con Leal en febrero. Cuando recién fue formalizado, el abogado defensor, Óscar Castro, cuestionó que su cliente fuera la misma persona que aparecía en el video, porque la secuencia de grabación no era continua. El abogado declinó participar en este artículo.

Fuentes judiciales indicaron que es complejo ubicar más sospechosos. No se han hallado heridos cuyos celulares aparezcan en la zona del incendio a las 20 horas del 3 de enero. Y si bien vecinos entregaron videos que tomaron, no identifican a alguien, argumentando que algunos que fueron parte del ataque viven en el sector y temen represalias. Leal cumplió sus 27 años detenido en Santiago Uno. Aunque al inicio se fijaron 75 días de investigación, cumplidos el 19 de marzo, el fiscal José Morales está pidiendo un aumento del plazo. Ayer se suponía que iba a ser discutido, pero debido a la ausencia del abogado defensor, el tribunal reprogramó la sesión para el 20 de agosto.

Toma universitaria

Leal tiene experiencia en incidentes. En 2016 era alumno de Pedagogía en Lengua Castellana de la U. Alberto Hurtado, en calle Erasmo Escala e incluso fue parte del TRICEL para una elección de consejeros de su federación. Pero a mediados de ese año fue parte de la toma de la universidad, que comenzó el 9 de junio y acabó el 11 de julio. Hubo una “retoma” el día 13, desalojada un día después por la policía. Detuvo a 26 jóvenes.

A estos detenidos, la universidad jesuita les abrió un proceso disciplinario. 24 fueron suspendidos por dos semestres. Leal volvió a la carrera en 2018, pero tuvo problemas: en marzo de ese año una expareja y también compañera de carrera lo denunció ante la Fiscalía Centro Norte por presuntos graves hechos ocurridos en 2016. Tras algunas diligencias la investigación fue archivada. En el intertanto, ella redactó una carta que publicó el Facebook del Centro de Estudiantes. “Decidí poner fin a la relación”, se lee en el documento, “en ese momento comenzó a ser posesivo conmigo y a pedir explicaciones de lo que hacía en mi vida personal”, y dice que una vez que supo que ella tenía otra pareja, “en instancias de juego en el marco de la semana de la carrera, intentó golpearlo y el resto de los compañeros logró impedir que pasara a mayores”.

Aunque la causa fue archivada, Leal fue objeto de una funa el 10 de abril de 2018, la que él denunció a la fiscalía, pues se le advertía que “te vamos a pegar, te vamos a sacar la ch, no vas a poder entrar a clases”. Ni la universidad ni los ex dirigentes estudiantiles que fueron contactados se quisieron referir a Leal.

Arriba: Gerardo Leal el día de su detención.

A la izquierda, la iglesia cubierta de humo.

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La iglesia de Carabineros fue construida por la congregación de las Hermanas de la Caridad a modo de templo anexo al Hospital San Borja, que estuvo ubicado donde hoy se encuentra el Hotel Crowne Plaza. La primera piedra de colocó en 1872 y fue terminada cuatro años después. Es un Inmueble de Conservación Histórica y está adscrito al Ministerio de Defensa. Y por eso, el CDE interpuso una querella por el incendio e invocó el artículo 475, que contempla el presidio perpetuo. En su querella, el CDE sostiene que tiene “gran semejanza con la catedral Saint Chapelle de París”.

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