El humor sirve para hacer trivial la amenaza. Si me río de una situación apremiante,

lo que estoy haciendo es aterrizarlo, volverlo humano”, Andrés Mendiburo.

El humor es fundamental en el bienestar y la salud mental. La risa y el estado de alegría, producen y limitan la producción de cortisol -que es el responsable del estrés-, liberan dopamina en el cerebro, asociada a la agilidad mental, y mejoran las conexiones neuronales. Incluso se ha reportado el efecto de la risa a nivel de una mejora en la respuesta inmune, algo que por estos días, no está demás considerar.

El humor tiene efectos importantes en la sensación de grupo, de pertenencia y cohesión grupal, una relación que ha estado a prueba en tiempos de confinamiento y miedo.

La opinión experta es unánime: ríase. Aunque estemos en situación de crisis. Los espacios de humor, permiten disminuir el estado de alerta, de tensión y estrés. El cuerpo humano requiere, para un adecuado equilibrio y salud, momentos de tensión y relajación sin culpas.

Para el profesor Edmundo Campusano, director Escuela de Psicología de la U. Mayor, se trata de una decisión personal: “el estado emocional está relacionado con la situación que se experimenta, pero gracias a la capacidad de conciencia y decisiones que tiene el ser humano, se puede modelar. Aunque las personas crean que las emociones las inundan, en estricto rigor se puede escoger el estado emocional, y el cómo hacer frente a la vida, por lo tanto, se puede tomar una situación, con humor, en medio del sufrimiento; puede que no sea tan fácil, por estos días, pero se puede”, dice.

El humor tiene relevancia como manera de enfrentar situaciones. “Hay un ejemplo de los soldados americanos, que fueron prisioneros en la guerra de Corea. Ellos en lugar de rezar, en un contexto de muerte inminente, preferían burlarse de su captores. Reírse de los demás es una cosa súper negativa, como forma de humor, sarcasmo, etc. Pero cuando te ríes de alguien que te está atacando, logras enfrentarlo, porque generas cohesión con el resto de las personas. Tienes un objetivo común para la burla, somos todos iguales ante esa amenaza en particular. Y es lo que ha aflorado en algunos pasajes de la pandemia. Hay dos tipos de humor, uno negativo y otro positivo. No es que uno sea mejor que otro frente lo que estamos viviendo, pero en este caso reírse de la pandemia que podría ser negativo, puede resultar algo liberador”, dice el doctor en psicología de la Universidad Andrés Bello, Andrés Mendiburo.

Remedio infalible

El escritor Rafael Gumucio, experto en humor, sugiere reírse de situaciones, chistes y lo que la contingencia arroja, sin temor al juicio de los demás: “No está mal que a uno lo juzguen. Creo que el verdadero humor es el que es juzgado, el que provoca problemas. El humor necesita de cosas serias, duras. Nace de esas situaciones. Nos hacen reír las cosas infames, cursis, simpáticas, mucho de los que se ha visto en esta pandemia”.

Un aspecto importante que destaca el profesor Mendiburo del humor frente a la pandemia ha sido la trivialización. “El humor sirve para hacer trivial la amenaza. Si me río de un tema, una situación apremiante, lo que estoy haciendo es aterrizarlo, volverlo humano, algo no tan importante. Le quito relevancia”.

Este tipo de recursos, afirma, sirve para que “la gente pueda enfrentar de mejor manera temáticas que le generan ansiedad como la muerte. El humor permite, ante situaciones de estrés y angustia, ampliar el espectro cognitivo. Te hace ver otras alternativas, porque el humor se basa en la incongruencia…. Si te cuento un chiste te estoy haciendo pensar que te estoy contando una historia, cuando en realidad te estoy contando otra. Y eso de generar una parahistoria tiene que ver con que tú tienes que pensar en otras opciones ante la muerte, el dolor y la desesperanza, en este caso”.

Campusano complementa: “Hay personas que expresan dolor y sufrimiento, pero hay otros que regulan con posiciones distintas como el humor, o que pueden desarrollar modos alternativos de enfrentamiento a la crisis. No quiere decir que siempre hay que estar de buen humor. Hay momentos para reír, llorar, para tener rabia, etc., pero el tema es que se puede escoger ello y las consecuencias de estas emociones en nuestras vidas”.

Nadie dijo que era fácil

“La vida que se viene va a exigir tomársela con humor. La comedia seguramente será de las grandes ganadoras después de la pandemia. Aquí hay mucho más comedia de lo que la gente cree, partiendo por esta experiencia de estar tanto tiempo encerrados, escuchar a gente que se quejaba que no podía ver a los hijos crecer, ahora los tiene ahí… a ver si te gustaba tanto. Bienvenidos al nuevo mundo”, dice el comediante Felipe Izquierdo, quien durante los días de confinamiento hizo el sitio absurdo.cl, un espacio en la web en el que aloja material para reír en estos tiempos.

“Me di cuenta que era una forma de resistir, de recoger y compartir material que te regalara aunque fuera un instante de evasión”, explica.

Sin embargo, en la tarea de reír, y hacer reír, la cosa no es tan simple advierte, Rafael Gumucio: “Es difícil hoy día, hay una ansiedad de consenso y un miedo muy fuerte. Esta naciendo un humor más duro, menos empático, menos consensual”.

El escritor dice que en esta pandemia también ha habido “lapidación en redes sociales, a quienes han osado de reírse del contexto, que es una forma de golpear sin que te puedan responder. El humor golpea, pero siempre tiene respuesta. No se si vamos a recordar a la pandemia como un mal chiste pero sí como una historia que si la hubiese leído antes, no me la hubiese creído”.

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